Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Consejos para un escritor novel: la historia

La escritora Sandra Andrés Belenguer ofrece pautas para quienes desean escribir y publicar su primer libro.

El misterio es uno de los elementos clave en una historia
Consejos para un escritor novel: la historia
Heraldo

Hoy comienza esta serie de artículos dirigidos a todos aquellos que quieran adentrarse en la apasionante aventura de escribir una novela. En ellos, se desvelarán algunas claves y consejos para que afiancéis vuestros conocimientos y sintáis una mayor seguridad a la hora de plasmar vuestra historia en el folio en blanco.

¿Os embarcáis en esta aventura? Entonces, vamos allá.


Muchos, a la hora de comenzar a pensar en la idea principal de una narración, se preguntan: ¿qué tiene más importancia: el argumento, los personajes, la ambientación…? Y es que, en realidad, cada elemento tiene su propia transcendencia. Puede que los personajes estén bien definidos, sean realistas, de personalidad profunda y bien marcada, con los que el lector pueda sentirse identificado…Pero, si la historia flaquea, tendremos un problema. Y viceversa. La trama podría ser muy interesante, pero sin unos personajes carismáticos, la novela se desplomaría como un castillo de naipes.


No obstante, arrancamos con "la historia" como primer punto esencial de una novela.


Antes de escribir: ¿has pensado cómo va a transcurrir la acción narrativa? ¿O tienes una idea general y quieres comenzar a partir de ella?


Existe una expresión muy curiosa: ser un escritor de mapa o de brújula. Puede ser una elección que marque una historia.


El autor de mapa es aquél que ha meditado exhaustivamente el argumento, tiene cada paso medido y analizado; el de brújula, posee mentalmente un planteamiento inicial y permite que se desarrolle poco a poco.


Quizá lo más positivo sea combinar ambos aspectos.


Ya lo decía Baudelaire: "Para escribir rápido, hay que haber pensado mucho".


Para ello, cobra una mayor relevancia el borrador.


Muchos autores utilizan diferentes cuadernos para apuntar las ideas que van surgiendo de aquello que ven cada día, sus experiencias personales, noticias de actualidad… Cómo no recordar la famosa anécdota de la escritora juvenil J.K. Rowling, autora de Harry Potter, que cuenta cómo ella escribía sus ideas en servilletas de papel. ¡La inspiración puede llegar en cualquier momento!

Debe anotarse todo lo que se crea conveniente: escenas sueltas, cómo son los personajes, ¡incluso los sueños!


El siguiente punto a tener en cuenta es el argumento. Es aquello de lo que trata la novela, el asunto en sí, el resumen de la historia en un orden cronológico de los hechos.


La mayoría de los argumentos tienen lo que se denomina un punto detonante, a partir del cual se desencadena todo el contenido de la narración.


En 'Los Miserables', por ejemplo, ese punto sería el momento en que el protagonista Jean Valjean, decide escapar definitivamente de presidio. Es ahí donde todo comienza en realidad.


Una muerte inesperada, un misterio que se inicia, el encuentro de un extraño objeto, un súbito amor que lo cambia todo… ¡Las posibilidades son tan infinitas como la imaginación!


Ese giro constituye un auténtico punto de inflexión en una novela. Hay que aprovecharlo.

Otro detalle clave: la estructura.

La estructura de una obra es su esqueleto; consiste en distribuir y ordenar el discurso narrativo de forma que los lectores a quienes va dirigido puedan comprenderlo.

Los componentes de este elemento son muy variados: La división en capítulos o secciones. Las referencias retrospectivas (Flashbacks o analepsis). La velocidad del tiempo narrativo (más lento o más rápido). Las referencias a hechos que ocurrirán más tarde (Flashforward o prolepsis) Los escenarios. El foco o persona narrativa (¿está escrito desde el punto de vista del personaje principal o es el autor omnisciente quien nos cuenta la historia?)La estructura depende de la originalidad que quieras otorgar a la novela o de lo que ésta requiera para ser asimilada por el lector.


Muchos premios literarios han sido ganados por novelas con una estructura novedosa y singular, así que es importante que te tomes un tiempo para meditar bien cómo quieres que sea la tuya propia.


Existen muchos libros con estructuras curiosas: la serie de 'Crepúsculo' es una de ellas ya que todos sus prólogos se inician con un 'flashforward' o un salto al futuro en el tiempo, que más tarde retomarán. O el libro 'La verdad sobre el caso Harry Quebert', donde presente y pasado en forma de flashbacks, se combinan constantemente.


Un consejo en cuanto a la estructura se refiere: comienza tu historia con un capítulo impactante. No solo se atrapará al lector, sino que se captará la atención de la posible editorial que lo valore.

Un elemento clave: el suspense.

Si no quieres que tu historia sea lineal y que le falte cierto atractivo, y más si se trata de una novela donde el misterio juega un papel importante, el suspense debe ser esencial.


Por una parte, hay que analizar cuál es la información que se revela (o no) para mantener al lector en tensión. Por otra, hay que captar su curiosidad.


Si quien lee tu obra, no se hace la típica pregunta: "¿Qué sucederá a continuación?" y no exclama la tan deseada expresión: "¡Quiero saber cómo termina!", es que algo falla.


La narración tiene que enamorar al lector y al mismo tiempo, lograr que contenga el aliento.


Una sugerencia: procura que algunos de los capítulos (aquí entra en juego la importancia de la estructura de nuevo) concluyan de forma abrupta, misteriosa o con una frase final sobrecogedora.


El próximo jueves, una entrevista a un autor consagrado en la literatura juvenil, Jordi Sierra i Fabra. 


*Sandra Andrés Belenguer es licenciada en Filología y escritora.