"Se aprende a ser mejor escritor por lo que te dicen los lectores"

El escritor zaragozano Joaquín Berges publica 'La línea invisible del horizonte' (Tusquets).

Joaquín Berges
Joaquín Berges

Este lunes se presentó en Zaragoza 'La línea invisible del horizonte' (Tusquets), cuarta novela del escritor Joaquín Berges (Zaragoza, 1965) tras 'El club de los estrellados', 'Vive como puedas' y 'Un estado del malestar'.


El humor es uno de los ingredientes principales de sus anteriores novelas ¿también está presente en 'La línea invisible del horizonte'?

El humor en mi vida es inevitable. Mis dos novelas anteriores son deliberadamente comedias pero tenían su punto dramático. Esta es una novela más seria aunque con un punto humorístico. Humor y emoción van unidos en mis novelas.


En esta ocasión el escenario es Aragón, el Pirineo, y un lugar llamado Sinia...

Es una licencia literaria, no existe pero está ubicado. En 'La línea invisible del horizonte' la ubicación es uno de los protagonistas, el Pirineo aragonés, en el sitio que más me gusta: el Sobrarbe, concretamente entre Aínsa y Bielsa, cerca del valle de Plan. Ahí es donde se supone que está Sinia.


¿Qué le aporta a usted la montaña?

Es el sitio que más paz me ha dado de todos los que he visitado. Me olvido de todo en el Pirineo, me da serenidad. Me sentía en deuda con las montañas y quería devolverles un poco la paz que me han dado en forma de novela. En ella llevo a un personaje que está muy atribulado, que tiene remordimientos y mala conciencia porque algo ha pasado en su vida y va allí un poco para expiar sus culpas. Y lo consigue por acercamiento a la naturaleza, a las montañas.


El guiñote juega un papel importante en la novela...

Es un localismo, no sé si estaba presente el guiñote en la literatura. Por si acaso, lo he metido. Creo que en Aragón es el juego por antonomasia, más internacional de lo que nos parece. Quería que la novela empezara como un juego, que es un simulacro de la vida, donde matas, te matan, eres conquistado... Eso es lo que me interesa de las cartas, que practicas, experimentas, pero que es de mentira.


Otro juego que establece es el que hay entre lo manifiesto y lo latente...

Es la forma y el fondo la novela. Es algo similar a cómo funcionan los pantanos. Sinia es un pueblo que está al lado de un pantano y en su fondo se encuentra el pueblo viejo. El pantano es la metáfora del tiempo. En primavera, se llenan y los pueblos viejos se ocultan bajo las aguas y no se ven, se olvidan; pasado el verano, baja el nivel y vuelven a aparecer, se recuerdan. Ese juego del olvido y el recuerdo es con lo que quería jugar. Mi personaje va contando lo que hace cada día cuando en realidad, sin decirlo, hay una historia mucho más tremenda que permanece oculta bajo las aguas del pantano.


En sus novelas, ¿cómo construye los personajes y las situaciones?

Es diferente en cada una. En esta, lo primero en aparecer fue el paisaje. Luego los personajes, como en el teatro, fueron creándose por orden de aparición. El protagonista es Javier pero necesitaba un alma gemela, una mujer que sufriera algo parecido a lo que él ha sufrido, como un reflejo en la superficie del pantano. Luego vinieron los secundarios: el guardia civil, León; el viejo Sebastián... a mí me gustan especialmente los dos únicos personajes no humanos que son Clotilde y Bonifacio.


Desde su primera novela, 'El club de los estrellados' ha habido una progresión en cuanto a éxito, número lectores... ¿y en su literatura?

Creo que sí. Te dejas influir por lo que te van diciendo los lectores. Desde que empecé he ido a muchos clubes de lectura, a muchas presentaciones de libros, las redes sociales están constantemente ofreciéndome opiniones de lectores. Te das cuenta de que al principio escribías para un público absolutamente virtual, al que no conocías, y que poco a poco vas concretando ese público y vas escribiendo para ellos. Sabes dónde están tus puntos fuertes porque los ves reflejados en ellos. Se aprende a ser mejor escritor por lo que te dicen los lectores.


Su novela 'Vive como puedas' será llevada al cine. ¿En qué punto se encuentra ese proyecto?

Todavía no se ha firmado concretamente pero hay interés por parte de unos productores. Sería una comedia más emotiva que romántica, con muchas risas pero con mucha emoción. Con esa intención se habla en la novela del efecto beneficioso y terapéutico de la risa. Creo que en el cine puede funcionar muy bien.


Al comienzo del libro el protagonista afirma que "Huir es una forma de moverse"...

Cuando uno siente una inquietud lo peor que puede hacer es quedarse, permanecer. Por eso dice que huir es una forma de ponerse en movimiento. El protagonista ve desde la ventana de su dormitorio, en Zaragoza, el Pirineo. Sabe que si un día tiene que huir será hacia la frontera de la libertad porque considera que las montañas le van a dar la libertad. 


Esa huida, ¿es también la forma de encontrarse?

El principio de la novela casi sería el final de otra. El personaje tiene una historia difícil de remordimientos, de culpas, que sería como una novela anterior. Es en ese momento de huida cuando atropella a un jabalí y concluye esa fase de su vida, muere el animal, y empieza la novela. Unas historias comienzan y otras terminan, concatenadamente.