Un zaragozano dirige a Ana Polvorosa y Ana Fernández en un corto

Diego Giménez participa con su segundo corto, grabado en febrero, en el festival Notodofilmfest.

Un momento antes del rodaje del corto
Un director zaragozano dirige a Ana Polvorosa y Ana Fernández en un corto

Es solo su segundo corto, pero el zaragozano Diego Giménez ya ha podido contar en él con dos de las actrices de moda del momento, Ana Polvorosa y Ana Fernández, en 'No es lo peor', con el que participa en el festival Notodofilmfest.


Conseguir que dos intérpretes muy conocidas participen en un corto no parece nada fácil, pero para él fue relativamente sencillo. "Estuve haciendo prácticas en Mesala Films, una empresa de representación de actores en Madrid y allí las conocí". Se las habían presentado, sí, pero de ahí a pedirles que participasen en su corto iba un mundo. Sin embargo, Diego decidió que el no ya lo tenía y que no perdía nada por probar. "En cuanto tuve el guion, les pregunté a sus representantes y me dijeron se lo mandase a ellas". Las dos leyeron el texto y a la primera aceptaron participar en un cortometraje en el que prácticamente solo aparecen ellas y un sofá.


"Empecé a rodar muy nervioso, porque rodar con ellas es una responsabilidad bastante fuerte", recuerda Diego. Sin embargo, se lo pusieron fácil. "Son unas actrices maravillosas y muy cercanas", asegura. La otra ventaja de trabajar con ellas es la mayor repercusión que tiene su obra. "Las Anas llaman la atención. Estoy muy agradecido de que aceptasen trabajar en el corto".


El escenario es sencillo, un salón de una casa cualquiera, pero encontrar la localización fue, sin embargo, una de las cosas que más trabajo le costó. El corto se grabó en Madrid y tuvo que pedirle prestada la casa a una amiga. En este sentido, rodar en Zaragoza, como en su ópera prima, el corto titulado 'Con ellos no se juega', fue "más fácil". También es prestado el vestuario, cortesía de Amaya Arzuaga. En total, menos de 150 euros, que se gastaron en su mayoría en transporte y comida.


Diego Giménez estudió primero Periodismo "por tener un salvavidas", aunque el cine le tiraba desde pequeño. Por eso, se decidió a continuar con el aprendizaje sobre este mundillo, primero con la carrera de Ciencias Audiovisuales y después con un máster en gestión de la industria cinematográfica. "Creí que dedicarte profesionalmente al cine era una utopía hasta que llegué a Madrid", asegura. "Desde Zaragoza es más difícil, aunque hay gente que lo ha conseguido".


La razón es que en la capital aragonesa "falta industria, tanto del cine como de la cultura", explica. Lo que no falla es el talento, como demuestra que casi todo el equipo técnico sea aragonés. Samuel Aragón, compañero de Comunicación Audiovisual, se encargó de la fotografía y el montaje, mientras que las periodistas Silvia Galán y Bea Farreres fueron las ayudantes de dirección y producción respectivamente.


Los cuatro ya habían trabajado en su anterior corto, por lo que había una "confianza máxima". "Ayuda muchísimo confiar plenamente en el equipo técnico, que ya había suficiente presión con las actrices", reconoce Diego entre risas.


Aunque los nervios no duraron mucho: en realidad todo el rodaje se realizó en una mañana de febrero, a la que se sumaban una sesión de ensayos con las actrices y otra con los técnicos, esta en Zaragoza. Tres días intensos plasmados en algo más de tres minutos que se juega con más de 1.000 cortos la victoria en la duodécima edición del festival.