Muere la jotera Piedad Gil

Cantó en diversos grupos y compartió la vida y el canto con Jesús Gracia Tenas.

La jotera Piedad Gil
Muere la jotera Piedad Gil

Ha fallecido la jotera Piedad Gil, nacida en 1923 en Paracuellos de Jiloca, Zaragoza. Se trasladó a los tres años a Zaragoza, fue alumna de Conchita Pueyo, que la consideró una de sus alumnas favoritas. Según el estudioso César Rubio Belmonte, la profesora destacaba de ella "su extraordinaria capacidad de captación exacta de las más variadas tonadas y una gran valentía en la expresión de las mismas".


Participó con gran éxito en un certamen en homenaje a Pilar Gascón, organizado en la Agrupación Artística Aragonesa, y allí deslumbró; ganó el primer premio. Se incorporó al grupo Alma de Aragón de Pascual Cebollero e intervino en conciertos y giras. Más tarde, coincidió con el jotero Jesús Gracia Tenas en la estación del Portillo y en 1949 se casó con el gran maestro, el estudioso de todos los estilos, al que acompañaría durante algunos años en su grupo Ronda Aragonesa. Antes de la fundación de este colectivo, había cantado en las compañías de mujeres como María Pilar Lasheras o Isabel Zapata.


Piedad Gil se retiró de los escenarios, pero siempre estuvo cerca de los trabajos y las clases de su marido, que ganó los certámenes más importantes. Ella también recibió valiosos galardones; entre otras virtudes, poseía intensidad, compromiso, ductilidad y un espectacular sentido de la afinación. La jota fue una de las pasiones de su existencia: quizá la más importante, con su marido y sus hijos. Su casa de San Vicente de Paúl estaba llena de discos, de recortes de prensa, de recuerdos, de las grabaciones que había compartido con su marido, que moriría en 2005. Grabaron jotas a dúo de varios palos, entre ellos las famosas de picadillo.


César Rubio Belmonte, en su blog, recoge esta cita del gran historiador de la jota Demetrio Galán Bergua: "Piedad Gil, además de la autenticidad de su arte, demuestra en todo momento su recia calidad de baturra, su feminidad, sus virtudes y cuantas galas y gracias adornan a la mujer aragones. Sus principales características de cantadora (...) son su valentía, su cálida voz y, sobretodo, la sobriedad, la justeza y el respeto a la pureza de los estilos".