​"Atrapado en Belchite", nueva entrega del cómic de Sento Llobell sobre su suegro

Segunda entrega de una trilogía basada en las memorias un médico durante la Guerra Civil.

Tras el éxito con "Un médico novato", obra ganadora en 2013 del premio internacional Fnac-Sinsentido, el dibujante Sento Llobell ha optado por la autoedición para publicar "Atrapado en Belchite", la segunda entrega de esta trilogía basada en las memorias de su suegro, el médico alférez Pablo Uriel.


Y lo ha hecho por una cuestión de "tiempo", es decir, un "proyecto" de tres libros que tienen que ser puntuales a la hora de su salida al mercado.


"Cuando lo tenía terminado tenía que sacarlo ya, además, hacía ya dos años desde la publicación de 'Un médico novato'. Creo que aunque la trilogía se componga de tres libros independientes, su expresión como historia estará cuando estén juntos. El año que viene tiene que estar la historia completa", explica el ilustrador valenciano (Valencia, 1953).


Por eso, se ha convertido en "editor por un rato", como bromea, y en la actualidad está pendiente de otros asuntos no propios de su trabajo, como controlar que el libro llegue a más puntos de venta ya que, por el momento, los 1.000 ejemplares numerados sólo se pueden adquirir en la tienda digital "Yojimbo" y en algunas librerías "seleccionadas".


En "Atrapado en Belchite" Sento devuelve a la vida a su suegro en el verano de 1937, después de que en "Un médico novato" lo dibujara al comienzo de la Guerra Civil encarcelado en una prisión militar.


Así, en esta nueva entrega de 149 páginas, Sento sitúa a Pablo Uriel en Belchite, donde ejerció su labor de médico en una iglesia mientras caían bombas republicanas. Un comienzo que se desarrolla con un guión apasionante digno de la ficción, no de la realidad.


Y es que, como se puede leer también en el libro "No se fusila en domingo" (Pre-Textos, 2005), la edición profesional de estas memorias, la vida de Uriel pasaría por excitante si no se tratara de otro cruel relato sobre esta parte de la historia de España. Tan marcado quedó en la memoria de Uriel, aunque él pudo salir de Belchite con vida, que esta localidad nunca escapó de su mente.


"Cuando leí sus memorias hace 35 o 40 años vi clarísimo que era una historia de imagen, muy fácil, con mucha acción, con muchos giros de historias a nivel argumental. La gran maravilla ha sido que la estoy haciendo de mayor, porque si la hubiera intentado hacer de joven creo que no me hubiera gustado ahora. Pablo era una persona admirable", describe.


Una admiración que obligó a Sento a convertir a su suegro "en un personaje" para no hacer de su trabajo algo "insoportable": "Tuve que convertirlo en un personaje para no emocionarme tanto y no sufrir por convertirlo en dos puntos y una raya y vulgarizarlo".


Y una vez que lo consiguió, se sintió libre para guionizar y dibujar las dos obras publicadas hasta el momento.


"Veía las memorias de Pablo y me daba mucha rabia de tener que prescindir de algunas escenas, pero debía recortar mucho para poder dar un tebeo de 150 páginas, ya que creo en un tebeo de 300 páginas. Me he obligado un poco al recorte y ahí es donde yo hablo de una vulgarización", añade.


En este sentido, el valenciano reconoce que se trata de una vida en la que aparecen tantas personas que la única "ficción" que hay en su versión comiquera la licencia de "convertir cada tres personajes en uno": "Tengo que ir condensando de la misma manera que hay localizaciones no importantes que me permito el lujo de eliminarlas", concluye.