Un dilema entre razón y espiritualidad sorprende en Sitges

El director Mike Cahill, que ya ganó el Méliès de Oro con ‘Otra tierra’, vuelve a caer en gracia en el festival con ‘Orígenes’

Mike Cahill, ayer, en Sitges, donde presentó su nueva película, 'Orígenes'.
Un dilema entre razón y espiritualidad sorprende en Sitges
Susanna Sáez/efe

El director Mike Cahill, que hace tres años obtuvo de manera inesperada el premio Méliès de Oro a la mejor película fantástica del año por ‘Otra tierra’, ha vuelto a sorprender gratamente en el Festival de Cine de Sitges con ‘Orígenes’, en la que plantea el eterno dilema entre razón y espiritualidad.


‘Orígenes’ arranca en el momento en el que un estudiante de biología molecular especializado en la evolución del ojo humano, interpretado por Michael Pitt, conoce a una chica, Sofi, cuyo iris ocular tiene la capacidad de cambiar de color.


Cahill ha confesó ayer en la presentación de su filme que su posición personal es bastante parecida a la que expresa Sofi: "Igual que hay unos gusanos ciegos que no ven la luz que tienen alrededor, esa analogía me hace pensar que quizá las personas no podemos ver lo que hay fuera del universo. Unos días me levanto pensando como el científico y otros como Sofi". Piensa el cineasta estadounidense que las dos facetas son importantes: los científicos aportan mucho a la evolución de nuestra civilización y eso es respetable. "Como artista, la ciencia nos permite construir nuevas historias a partir de sus descubrimientos, pero todos hemos de hacer caso a nuestra intuición y Sofi acaba descubriendo los secretos del universo gracias a su intuición, mientras que Ian, el personaje de Pitt, llega al mismo punto, pero a través del método científico".


Cahill reveló que la idea de la película surgió hace 12 años cuando empezó a investigar sobre la biométrica del iris y leyó que todos los ojos son únicos como las huellas dactilares, se forman en el útero y se mantienen invariables durante el resto de nuestras vidas.


Luego supo de la historia de la chica afgana que fue portada de ‘National Geographic’ en 1985 y que fue encontrada años después gracias a sus ojos.


Otro elemento inspirador fue la frase de Séneca de que los ojos son el reflejo del alma: "Por eso, era interesante demostrarle a un científico que gracias a los ojos tenemos todos un alma".


La actriz francoespañola Astrid Bergés-Frisbey, nacida en Barcelona y actualmente afincada en París, vuelve a un proyecto internacional, después de su participación en ‘Piratas del Caribe’, para interpretar a Sofi. Bergés-Frisbey vio en ‘Orígenes’ "una historia con una parte emocional fuerte que despierta el interés del espectador más allá de la pura curiosidad, la que nos daría un artículo científico".


También pudo verse ayer en Sitges la obra del cineasta Sergio Caballero, codirector del festival Sónar, que plantea una propuesta esencialmente artística en su segunda película, ‘La distancia’. El filme mezcla el género del suspense con la ciencia ficción, utilizando toques de humor surrealista y narra la historia de un trío de enanos rusos con poderes sobrenaturales que reciben el encargo de robar en una central térmica abandonada de Siberia.