­"Iba para periodista pero se cruzó en mi vida La Cubana"

El actor catalán estrena este viernes en el Teatro de las Esquinas su obra 'Corbacho 5G'.

El polifacético José Corbacho
­"Iba para periodista pero se cruzó en mi vida La Cubana"
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Jose Corbacho ha decidido venir a Zaragoza para pasar las fiestas del Pilar con 'Corbacho 5G', un espectáculo que se estrena en el Teatro de las Esquinas y en el que el actor catalán se sumerge en el mundo de las nuevas tecnologías, internet, las redes sociales y los 'whatsapps' para reírse del ser humano y de sí mismo. Estará en el teatro zaragozano del 3 al 12 de octubre


¿Se puede hacer humor sobre las nuevas tecnologías?


Yo creo que se debe hacer humor con esto y con todo. En realidad, lo de las nuevas tecnologías es una excusa para acabar hablando un poquito de las personas y reírnos de nuestras imperfecciones, de mí el primero, y de cómo gestionamos este mundo tan cambiante pero que, al final, siempre es un poco lo mismo.


¿Cree que nos han trastornado más que transformado?


A veces, la tecnología va por delante de las personas y siempre estamos intentando pensar que la dominamos, pero cuando te encuentras haciendo fotos a un plato de comida y le das más importancia a eso que a comértelo, o le das más importancia a tener 100 amigos virtuales que tres amigos de carne y hueso, pues es que las cosas están cambiando. Pero nunca sabes si son para bien o para mal.


La tecnología avanza tan rápido que ha tenido que cambiar el nombre de su espectáculo...


Lo estrené como Corbacho 3G, pensando que iba a ser un símbolo de modernidad, y me quedé anticuado prácticamente a los tres meses de empezar la función. De hecho, cuando la estrené España era 4G, en todos los carteles por la calle ponía 4G, 4G, 4G, siempre en primera vanguardia mundial. Y entonces me dije que no iba a cometer el error porque si no iba a ir por detrás y le puse 5G. Así, al menos, me aseguro un par de añitos de margen. Espero.


En Zaragoza llega a la función numero 100 de 'Corbacho 5G'...


Me hubiera encantado que hubiera coincidido con el 12 de octubre pero echando cuentas me parece que es el día 10. Pero bueno, siempre puedo falsearlo y decir que es el día 12. Y quedaremos muy bien diciendo que las 100 funciones son el día del Pilar y así ya quedo bendecido para el resto de la gira (risas).


¿Qué hace distinta a cada representación?


Si es cierto eso de que el oficio es un carrera de fondo porque que al final importa más mantenerse que llegar, pues en esto del teatro, muchísimo más. Me acuerdo de mis 12 años en La Cubana. Si hay algo que aprendí es que el espectáculo es algo que crece y que se hace cada día que se levanta el telón, que el público está ahí y es diferente en cada función. Es todo lo contrario a la televisión, donde en un día puedes congregar a muchísimas personas pero, probablemente, son las que siempre hay; en cambio, en un teatro van cambiando.


¿Ha cambiado mucho la versión 3G de la 5G desde su estreno?


En este tipo de espectáculos es muy importante que se rueden porque, a veces estás en casa escribiendo textos, pensando chistes, pensando gags... pero cuando los pones delante del público es entonces cuando verdaderamente se empieza a escribir el guión. De hecho, hay gente que vuelve a ver el espectáculo y me dice: “No tiene nada que ver con lo que hacías hace seis meses”. Es verdad porque me encanta tunearlo, adaptarlo a los lugares en los que actúo, también toda la excusa de las redes sociales como por ejemplo el maravilloso mundo de Twitter y el maravilloso mundo de internet me ayuda también a meter actualidad.


Para asistir a su espectáculo, ¿se precisa dominar internet y las redes sociales?


A las funciones viene un público muy variado, gente mayor que no tiene ni idea de qué es un tuit, un hashtag o whatsapp porque el espectáculo está hecho para que se ría todo el mundo porque hablo de experiencias personales, de lo que era antes, de lo que somos ahora y cómo se nos va la cabeza por haber pasado del futbolín a los Angry Birds demasiado rápido.


Durante la obra, el público no tiene que apagar el móvil, e incluso puede usarlo, ¿es esto el antiteatro?


Bueno, este show lo permite. No le voy a decir a nadie que vaya a ver un espectáculo con el móvil encendido que luego pasa lo que pasa, como a José María Pou en Valladolid, que se enfadó con razón cuando sonó un móvil durante su función. En el cine o en el teatro el móvil hay que apagarlo por respeto a los demás, a no ser que la gente que está encima del escenario te diga que lo enciendas. Pero eso sí, les digo que lo tengan en modo silencio y que presten atención. Ofrezco wifi gratis pero no para bajarse sus mails y sus cosas, que lo utilicen con un cierto sentido. Al final es un guiño, la gente juega, se hace fotos, las manda y con ese material hay una parte del espectáculo en la que el público participa, lo que antiguamente se hacía levantando la mano y sin pantallas aquí lo podemos hacer disfrazado de nuevas tecnologías.


Se inició profesionalmente en el teatro con la Compañía La Cubana, donde trabajó más de diez años pero iba para periodista...


Así es. Iba para periodista pero se cruzó en mi vida La Cubana. La verdad es que lo alternaba. De hecho empecé a hacer teatro desde muy pequeño en el cole. Hubo un momento en que mis padres, de buena fe, y les estoy muy agradecido, quisieron que estudiara una carrera. Primero empecé Biológicas, como Ana Obregón, y estaba un poco perdido. La vocación teatral provocó que hiciera un quiebro y pensé en una carrera que tuviera algo que ver con el mundo del espectáculo. En aquella época, Ciencias de la Información, no estaba tan especializado como ahora y se mezclaba todo, publicidad, periodismo, televisión, radio... así que fui compaginando el Periodismo con el teatro profesional porque entré en La Cubana casi a la vez que comencé la carrera y al final, tanto teatro, tanto teatro, tanto teatro...


¿Concluyó sus estudios?


No pude terminarla y me queda, precisamente, la asignatura de Televisión. No lo voy diciendo por ahí para que me la convaliden. No me gustaría ser un enchufado, que en los tiempos que corren el tráfico de influencias no está bien visto. Fantaseo con la idea de volver algún día a la facultad, terminar la carrera y poder llevarle una orla de verdad a mi madre, porque tiene una que le hice con Photoshop y creo que ha llegado a sus oídos que es un poco falsa.


Ha participado en los premios Goya de cine como presentador y como premiado. ¿En qué faceta se sintió más cómodo?


Es muy diferente. Me encanta participar como premiado. Me parece la mejor categoría. De hecho, me gustaría rodar una película cada año para poder ir a los Goya cada año y que me premiaran cada año. Firmaría ya. En las dos ediciones que presenté los Goya me lo pasé muy bien, me parece que es una noche muy bonita para el cine español. Al fin y al cabo es una de las pocas veces que el cine español está en 'prime time'. La primera vez que los presenté me decían algunos: “No sabes dónde te has metido, vaya marrón”. Pero cómo marrón, si me parecía muy bonito. Luego te das cuenta de que es una ceremonia que se mira con lupa y al día siguiente se critica, hay opiniones para todos los gustos... pero eso, al fin al cabo, es algo que en este oficio va incluido en el precio. A nivel emocional, cuando escuché: "El premio a la mejor dirección novel es para Juan Cruz y José Corbacho por 'Tapas'”, eso fue lo más bonito, no nos vamos a engañar.


¿Qué piensa un actor de Hospitalet de Llobregat sobre la situación política entre Cataluña y España?


Me da absolutamente igual. Puedo entender y respetar que hay gente que se despierta por la mañana, abre el balcón, y sueña con una Cataluña independiente, o sueña con una España unida. Pero yo, cuando salgo al balcón digo: “Pues hace sol”. Con tanto ruido por una parte y por otra, cada vez me importa menos. Pienso en otras cosas cotidianas que haría igualmente si España y Cataluña se separan o no. Es verdad que estamos en un momento en que todo se radicaliza tanto que a mí, que no soy para nada de blancos ni negros, al final me fastidia un poco. Nadie nos ha explicado bien ni de un lado ni del otro qué pasaría, qué significaría. Te despiertas un sábado y está Mas firmando un decreto, te vas a dormir y el TC declara ilegal. Para eso prefiero ver un Djokovic-Nadal, me lo paso mejor. Siempre te queda la duda lejana de pensar que al final cada una busca su voto, seguir en su sitio. Esto es muy de Shakespeare: 'Mucho ruido y pocas nueces'.


¿Dónde se encuentra más cómodo, sobre un escenario, en televisión, o en cine?


Donde me encuentro mejor es en mi casa. Lo que pasa es que tal y como está el patio... La gente me dice: “Qué polifacético eres”; y mi padre: “Eso se llama pluriempleo”. Me gusta mucho mi trabajo, me lo paso muy bien y cada medio tiene su gracia. Me encanta saltar de uno a otro. El teatro es maravilloso, es lo que he mamado, estar en un escenario con la gente es algo muy inmediato. El cine, lo descubrí tarde como director pero como espectador es uno de los pasatiempos que más me gusta. Me costaría mucho vivir sin cine. La televisión, hoy en día tiene cosas del buen cine, con las ficciones; y cosas del buen teatro, con los programas que se hacen en directo. Y llegas a muchos casas, en muchos lugares. No sabría con qué quedarme.


Después de 'Tapas' y 'Cobardes' ¿qué proyectos tiene en cine?


En noviembre comienzo a rodar una nueva película con Juan Cruz, 'Incidencias'. Es un filme complejo, diferente a todo lo que hemos hecho hasta ahora, más técnico, porque transcurre en un tren durante un viaje en Nochevieja. El convoy se queda parado en medio de la nada y nadie sabe qué está pasando. Es una comedia negra. Rodamos en Hospitalet, aunque nos encantaría hacerlo en la Riviera Maya o en las islas Maldivas. Incluso esta película, que tiene como escenario un tren, también la hemos rodado allí. Al final, el Ayuntamiento de nuestra ciudad nos da facilidades y nos deja un espacio para construir toda esa parafernalia.