Hace cuatro años se apagaba la voz del jotero riclano Mariano Arregui. En su barrio, el Actur, su ausencia dejó un vacío muy grande que sus vecinos quisieron llenar, pero hasta ayer no se hizo realidad ese deseo. El homenaje como jotero y vecino le llegó en forma de escultura, de busto de bronce en un espacio visible y muy concurrido: la glorieta de María Zambrano y Gómez de Avellaneda en el cruce con Valle de Broto. 

Hasta el lugar se acercó mucha gente. Fue una tarde de emociones que vivió con especial intensidad su familia más cercana: su viuda María Jesús Usón y sus hijos Mariano, María Jesús y Marta. Esta última destacaba "lo importante que para nosotros es este homenaje; mi padre estaba muy integrado en el barrio y tenía muchos amigos, como hoy hemos vuelto a comprobar". 

El presidente de la junta de distrito Actur-Rey Fernando, Carmelo Asensio, y la presidenta de la asociación de vecinos Aveactur, Celia Espiau, descubrieron el busto ante más de un centenar de personas. Y tras el aplauso unánime, antes incluso que las palabras de agradecimiento, llegó la jota. Cuatro bailadores del grupo Raíces de Aragón le tributaron al jotero de Ricla su particular homenaje y un cantador se arrancó con ‘Arbolico de Sobrarbe’, cuya le letra escribió el propio Arregui. Tanta emoción le puso que antes de acabar paró en seco. "Mariano no se merece que esté cantando fuera de tono", dijo, así que repitió y se ganó una gran ovación. 

El empeño de Celia Espiau para que el proyecto no quedase guardado en un cajón también fue reconocido por los asistentes y comentado en su intervención por el presidente del distrito, quien destacó que "hablar de Mariano Arregui es hacerlo de la jota aragonesa y sus cinco premios extraordinarios del Certamen Oficial así lo demuestran". 

La presidenta de Aveactur recordó el trabajo de otras personas y entidades, como Zaragoza Cultural y el servicio de Patrimonio Histórico. Sus responsables, Juan José Vázquez y Antonio Mostalac, también participaron en el homenaje. Este último, a su vez, para destacar la colaboración de la Escuela de Artes. 

El profesor Fernando García y los alumnos de 1" y 2" de Escultura han sido, en gran medida, los brazos ejecutores del proyecto. Y Diego Sanz, uno de esos estudiantes, agradecía "la confianza que se ha puesto en la gente joven para modelar este busto". 

Y así, junto a Mariano Arregui mirando al Pilar, donde tantas veces cantó, casi todos los asistentes quisieron inmortalizar el momento entre sonrisas, lágrimas, flores y alguna placa para reconocer el apoyo de tanta gente.