La galerista Soledad Lorenzo cede en depósito al Museo Reina Sofía 385 obras de 90 artistas

Son pinturas, esculturas, vídeos, fotografías e instalaciones de creadores españoles en su mayoría, entre los que está el aragonés Broto

Borja-Villel, director del Reina Sofía, con la galerista Soledad Lorenzo.
La galerista Soledad Lorenzo cede en depósito al Museo Reina Sofía 385 obras de 90 artistas
Heraldo

La colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MCARS) recibirá casi 400 piezas de la colección de la galerista Soledad Lorenzo. El museo confirmó ayer el depósito de 385 obras de 90 artistas, en su mayoría españoles, entre las que hay pinturas, esculturas, vídeos, fotografías e instalaciones, de la colección de Lorenzo, una de las grandes damas del arte contemporáneo y el galerismo en España. Entre los artistas aragoneses representados en este depósito figura solo José Manuel Broto (Zaragoza, 1949). Las piezas serán cedidas al museo que dirige Manuel Borja-Villell sin contrapartida crematística o fiscal para la galerista.


La fórmula para la cesión del valioso legado es la del depósito convertible en una donación en un futuro cercano. El museo no desembolsa nada por las obras, pero no será propietario pleno de legado hasta que no pasen cinco años. La donación tampoco supone ventajas fiscales o desgravación para la galerista, cuyo gesto denota "enorme compromiso, generosidad y consideración", según la institución pública.


El depósito "tendrá una duración de cinco años prorrogables y se realiza con promesa de legado por parte de la galerista", precisa el museo. "La depositante –agrega– realizará las gestiones necesarias para disponer, por vía testamentaria, el futuro legado de las obras objeto del contrato a favor del Museo Reina Sofía". "No existe en España precedente alguno de un depósito con promesa de legado con estas características, tanto en lo que se refiere al número de obras, como por la calidad de las mismas y la importancia de los autores" precisa el museo.Artistas representados


Entre los artistas más representados en este importante depósito figuran Juan Uslé, de quien se reciben 31 obras; Pablo Palazuelo, 23; George Condo, 22; Adrià Julia, 19; Sergio Prego, 17; Txomin Badiola, 15; Pérez Villalta, 14; José Manuel Broto, 14; José María Sicilia, 14; Miquel Barceló, 11; Pello Irazu, 11, o Victoria Civera, 8.


Hay también artistas de la talla de Antoni Tàpies, de quien una obra fundamental ‘Estora’, engrosará los fondos del museo junto a piezas de Gordillo, José Guerrero o Soledad Sevilla. Todos ellos expusieron en su día en la galería de Lorenzo que apostó también por el trabajo de artistas emergentes como Jorge Galindo, Sergio Prego, Pedro Mora, Ana Laura Aláez, Juan Ugalde, Perejaume, Jon Mikel Euba Philipp Frölich o Jerónimo Elespe.


El acuerdo, aprobado por el Patronato y que debía rubricarse a finales de septiembre, se alcanzó "tras más de un año de trabajo y negociaciones". Se debe a la intención de los gestores del museo de atraer "importantes colecciones que contribuyan a llenar huecos en el relato del Reina Sofía". Se destaca así la importancia de la incorporación de obras de creadores como Uslé, Civera, Eric Fischl, David Salle o Philip Fröhlich "de los que apenas hay representación en las colección permanente del Reina Sofía". El museo recuerda cómo realiza periódicamente compras "con dinero público, para conseguir obra de artistas y movimientos que son necesarios para rellenar algunas lagunas imprescindibles y completar el discurso de la colección". "Se utiliza la figura del depósito y la donación, a través de las que se involucra a coleccionistas de diversas partes del mundo, con el objeto de obtener esas obras que, o bien ya no están disponibles en el mercado o no son asequibles para el museo", recuerdan sus responsables.Acto de generosidad


Destacan también la importancia de la cesión si se atiende al precio de mercado de las obras, lo que concede "más valor al acto de generosidad" de Lorenzo que renuncia a hacer caja con su colección.


El Reina Sofía deberá estudiar la fórmula de la integración de las obras que bien podría exponer de manera conjunta en un espacio con el nombre de la galerista o integrarlas al discurso de la colección de los años ochenta, década en la que comenzó a formarse la colección de Soledad Lorenzo.


El legado de la galerista se suma así a acuerdos anteriores de calado con importantes coleccionistas internacionales, como Patricia Phelps de Cisneros o Reinhard Onnasch, que facilitaron la llegada de obras del expresionismo abstracto.