"Después de sacar este nuevo álbum, nos separaremos indefinidamente"

ALEJANDRO ELÍAS, el líder y vocalista de Mister Hyde explica que el EP que saca ahora la banda zaragozana, ‘Un bonito cadáver’, sirve de canto de cisne para la formación, tras una década larga de trayectoria

Mister Hyde (Alejandro Elías es el segundo por la derecha) dice adiós con nuevo disco.
"Después de sacar este nuevo álbum, nos separaremos indefinidamente"
Casas

Son muchos años de intentos, con sus logros y desencantos. ¿En qué punto se encuentra el grupo, con cinco temas nuevos?

Se encuentra en el punto de ‘Un bonito cadáver’. Creemos que es el mejor título que hemos podido poner al disco, además de ser la canción que lo cierra. Después de este nuevo álbum, nos separaremos indefinidamente. No sabemos si volveremos a tocar juntos: ahí radica parte del encanto. El cuerpo pide otras aventuras, cosas nuevas, y no solo musicales. 


¿Cuál será el reverso Jekyll de Mister Hyde para los cuatro miembros del grupo?

Cada uno de nosotros tomará caminos distintos. Por desgracia, ninguno pudimos ser Mister Hyde a tiempo completo. Creo que todos, en mayor o menor medida, seguiremos ligados a la música.  


¿Con qué momento se queda de esta larga etapa?

Me quedo con la magia que surgía en los ensayos cuando terminábamos una nueva canción, cuando sabíamos que la teníamos. Ese momento es insuperable. También queda la amistad que ha habido siempre entre los miembros del grupo, todo lo que hemos vivido entre bambalinas. Al fin y al cabo, hemos sido un colectivo de creadores, y en esa creación estaba la magia. 


¿Qué supone este nuevo disco en el aspecto puramente sonoro?

Como todos nuestros discos, se trata de un paso adelante. Incorpora nuevos elementos sonoros, más sintetizadores, otros punteos de guitarra, otras distorsiones, otras formas de cantar, muchos más coros, otras estructuras de canción... Renovarnos siempre ha sido nuestro reto, y creo que lo hemos conseguido a lo largo de nuestros discos. En ‘Tabaco y mezcal’ está la prueba: no se parece a nada de lo que hemos hecho anteriormente.


El mercado cambió para siempre. ¿Es la superabundancia de oferta (más alcance, más atomización, más competencia) una bendición o una maldición para los músicos?

Siempre ha habido superabundancia de músicos y de artistas. También hay superabundancia de médicos, fontaneros y taxistas. El problema de nuestro oficio es que no hay clase media, no todos pueden sobrevivir. Habrá que inventarse algo para ser el mejor... o ser el que más ruido hace. Bowie lo consiguió. Se pintó la cara con un rayo y el pelo de color naranja en los 70. Quizá deberíamos ir pensando todos en ir por ahí, en transgredir.  


¿Cómo ve el momento creativo de la música aragonesa? ¿Qué le interesa más de los actuales estandartes de la tierra?

Es magnífico, como siempre. Teniéndolo todo en contra, siempre hemos sido una de las comunidades con más artistas de éxito a nivel internacional. El artista nacido en Aragón que más me interesa es Juan Perro. 


¿Y el concierto propio que nunca olvidará?

El primero que hicimos en la plaza del Justicia de Zaragoza, en las Fiestas del Pilar del 2010. Fue el concierto perfecto.


¿Cómo se han manejado los egos en el grupo? ¿Llevan todos bien que Alejandro Elías sea la cara reconocible?

Cada uno tiene su parcela. Yo he llevado la voz cantante de cara a los medios de comunicación y a las relaciones sociales, pero... bueno... también me gusta. Jamás hemos tenido ningún problema en el grupo, ni por este tema ni por ningún otro. 


¿Con qué persona del negocio musical se queda de entre las que han apoyado al grupo todos estos años?

Hemos conocido a unas cuantas en Zaragoza y en toda España, pero me quedo con Chema Fernández, sin duda. Ha sido nuestro mánager mucho tiempo, terminó siendo un buen amigo y lo será siempre.


Hay indicios de que el fin del mundo está cerca. ¿Irá al concierto de Leticia Sabater, Rebeca, la Pelopony y Kiko Rivera en el Pilar? Expláyese...

No, no iré... pero no critico estos conciertos, ni los defiendo. Simplemente entiendo que es lo que la mayoría de la gente quiere. Pasa igual con la telebasura: si la gente no la viera, no se emitiría. Si la gente no votara a Rajoy, no gobernaría Rajoy. Si la gente no fuera a ver a Kiko Rivera, no lo contratarían. El problema no es que se celebre ese concierto: el problema es que estará lleno.