El Museo de Huesca permite volver a pisar las huellas escondidas de la urbe romana

Una gran maqueta localiza los vestigios de esa época hallados en los últimos 40 años de excavaciones.
La muestra, abierta hasta noviembre, se incluye en los actos del bimilenario del emperador Augusto

Las autoridades, con la consejera Serrat a la cabeza, pasearon por encima de la gran ortofotografía que rememora la Osca romana.
El Museo de Huesca permite volver a pisar las huellas escondidas de la urbe romana
Fernando Paúles

El teatro romano de la calle Canellas, el foro de la calle Alfonso I, la domus y el templo del Círculo Católico, las puertas de la ciudad... El Museo de Huesca permite hasta el 23 de noviembre volver a pisar todas estas huellas de la antigua ciudad romana a través de una gran maqueta de 54 metros cuadrados sobre la que se han situado los principales restos hallados durante las excavaciones llevadas a cabo en los 40 últimos años en el casco histórico de la capital oscense.


Esta es la principal atractivo de la exposición ‘Urbs Victrix Osca. La huella de Augusto’, que rinde homenaje al primer emperador de Roma coincidiendo con el bimilenario de su fallecimiento y que fue inaugurada ayer por la consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte, María Dolores Serrat, junto a la alcaldesa Ana Alós, y el director del Museo de Huesca, Julio Ramón Sanz.


El comisario de la muestra, José Fabre Murillo, aseguró que esta exposición permite al museo "saldar una deuda" con los oscenses "para hacerles llegar toda la información y la historia que posee esta ciudad de su fase romana". Y destacó a este respecto que fue precisamente con la llegada del emperador César Augusto cuando Huesca pasó de ser una ciudad aliada del imperio a una ‘municipium’ de pleno derecho.


Fabre hizo especial hincapié en el trabajo realizado por los arqueólogos "día tras día y en pequeñas catas de pequeñas obras" y lamentó que no siempre sean capaces de trasladar a los ciudadanos todo el conocimiento científico que ellos generan. "Y con esta exposición teníamos la oportunidad de agradecerles a todos ellos acercando ese párrafo del libro sepultado que es la historia arqueológica de Huesca que tenemos bajo nosotros", señaló. 

Partiendo de esos hallazgos, la muestra trata de explicar "con rigor" cómo era la vida en la Osca romana. Para ello, además de la ortofotografía colocada en el Salón del Trono, se pueden ver varias piezas originales, una de ellas expuesta al público por primera vez después de que fuera descubierta en 1958 durante unas obras en el entorno del Palacio Real. 


Se trata una lápida de piedra con una inscripción conmemorativa de finales del siglo I o inicios del siglo II que recuerda a Marco Mario Nepote, uno de los pocos magistrados romanos que se le conocen a Osca en esta época. Un personaje que acumuló en su carrera política el máximo poder civil y religioso de la ciudad.


A ella le acompañan dos piedras armeras, de época medieval y moderna, en las que el visitante podrá ver la inspiración clásica de la heráldica de Huesca. En el recorrido se muestran también dos monedas de plata, una acuñada entre el 2 a.C. y el 14 d. y otra del 39-37 a.C. Esta última se caracteriza por ser la primera vez que aparece en una moneda el nombre de la ciudad con la grafía latina ‘Osca’. La primera, en cambio, es un denario acuñado en Lugdunum (actual Lyon–Francia), para celebrar la designación como herederos al trono de los nietos de César Augusto, Cayo y Lucio.


Además, en el patio del museo se expone un pedestal dedicado a la "victoria augusta" hallado en su día en el entorno de la iglesia de San Vicente, donde algunas teorías ubican el foro de la ciudad. 


La consejera Serrat valoró la importancia de esta muestra "porque aunque es modesta, va a servir para que los visitantes puedan conocer cómo vivían los oscenses en la época romana, sus religiones y ritos funerarios, sus celebraciones, su política, su economía...". Además, resaltó que este tipo de exposiciones también ayudan a reforzar la identidad aragonesa "porque es imposible querer aquello que no se conoce".


Mientras, Alós destacó la labor de los arqueólogos en las últimas décadas "porque nos permite poner en una foto actual lo que fue la Osca romana". Y afirmó que esta exposición es un punto de partida "imprescindible" para lograr que la historia sea un atractivo turístico para la ciudad.