La iglesia de la Magdalena de Zaragoza lleva más de una década cerrada

La primera fase de restauración del templo concluyó en 2009 pero su recupración requiere más inversiones.

Iglesia Parroquial de Santa Maria Magdalena
La iglesia de la Magdalena de Zaragoza lleva más de una década cerrada
P. Z. D.

La iglesia de la Magdalena de Zaragoza es una de las joyas del mudéjar aragonés, un templo que se distingue por una bella torre que sigue el modelo de las turolenses de San Martín y el Salvador. En su interior, destaca el retablo mayor y las imágenes situadas en la nave, obra de José Ramírez de Arellano, y entre sus tesoros figura el retablo realizado por Damián Forment, que se conserva troceado en dos capillas.


Sus puertas se cerraron hace más de una década al culto y a las visitas para someterse a un proceso de restauración en dos fases (2002-2003, 2007-2009) para consolidar el edificio. El coste de esta recuperación fue aportado a partes iguales por la CAI, el Arzobispado de Zaragoza y el Gobierno de Aragón por importe de 1 y 1, 3 millones de euros, y el Ministerio de Fomento, a través del 1 por ciento cultural.


Las obras de restauración dirigidas por Fernando Aguerri devolvieron a la iglesia de la Magdalena gran parte de su esplendor. Sin embargo, todavía queda por recuperar su interior y permanece cerrada.

Silencio administrativo

Ernesto Meléndez, ecónomo diocesano del Arzobispado de Zaragoza explica que la última fase de restauración  "se presentó a la Comisión del 1% Cultural en Madrid y fue aprobada en la última comsión que se celebró con el anterior Gobierno. Tuvimos carta de aprobación por parte del Ministerio para completar la firma del convenio en que se subvencionaría con cerca de 900.000 euros -recuerda-. Se había decretado un informe favorable por parte del Ministerio de Economía y Hacienda. Pero hubo un silencio administrativo que coincidió con el cambio de Gobierno. Al final esos expediente se anularon y perdimos la financiación".


Vecinos y comerciantes del entorno de la Magdalena llevan años con la incertidumbre de si algún día la iglesia volverá a abrir sus puertas. Chus Castejón, propietaria de la tienda Tribandrum, en la calle de Martín Carrillo es una de las primeras que se estableció en la renovada zona comercial de la Magdalena, en 2006. Castejón afirma que su establecimiento "se ha convertido en un punto de información. Entran muchos turistas que piden información sobre por qué la iglesia está cerrada. Incluso ha venido gente a preguntar por una partida bautismal o un entierro".

Abrir "cuanto antes"

Meléndez señala que tras varios contactos la pretensión siempre ha sido la de que se admita de nuevo a trámite "pero se ha quedado en palabras". "Como el tema no avanzaba, lo que se ha decidido es hacer una separata de esa tercera fase con lo que sería lo fundamental para reabrir el templo: instalaciones electricidad, calefacción, cambio de suelo algunos cambios estructurales y pintar, dejando un poco fuera del proyecto lo que no es básico (instalación de retablos, limpieza de la torre...)", apunta.


El ecónomo diocesano afirma que la intención del Arzobispado es licitar esa separata cuanto antes. "Nuestra intención es reabrir el templo lo antes posible, sobre todo al culto".