El rock, carrera universitaria

El primer grado universitario en Rock de España inicia sus clases en Barcelona.

La Facultad del Rock arranca en Barcelona
La Facultad del Rock arranca en Barcelona
Elena Vilà

El mundo de la música está de enhorabuena con la creación de los estudios universitarios de Rock, Nuevas Tendencias y Músicas Urbanas, un grado homologado que constituye el primer título superior en esta especialidad musical.


La Escuela Superior de Música Jam Session de Barcelona es la encargada de impartir la enseñanza superior que inicia su primer curso en este mes de septiembre, tras las pruebas de selección, con 30 plazas universitarias. Para acceder a estos estudios los requisitos son los mismos que para cualquier otra carrera universitaria, y también se puede cursar si se ha superado el Grado Profesional de Música. En las pruebas de acceso se requiere saber leer y escribir música, hacer dictados y arreglos y dominar el software de nueva generación.

Algo más que tres acordes

Los estudios están sujetos a la regulación oficial universitaria dentro del espacio europeo, de forma que alumnos y profesores se podrán mover por todas las universidades europeas que imparten esta especialidad. “Ha habido muchas inscripciones pero el rock no son solo tres acordes, hay que saber escribirlo, hacer partituras, arreglos. Aquí es cuando se ve el nivel”, explica Luis Blanco, director de la Escuela.


Esta formación universitaria constituye el único título superior de música en las especialidades de Interpretación, Pedagogía y Sonología en el ámbito del rock, las músicas urbanas y las nuevas tendencias. Hasta ahora, lo único que existía en enseñanzas superiores de música era jazz y música moderna y música clásica, pero no había ninguna formación superior en rock, como las que existen desde hace tiempo en otras ciudades europeas y norteamericanas.


Blanco incide en la necesidad de incorporar esta nueva titulación ya que “lo que había hasta ahora era un título que se denominaba Jazz y Música Moderna pero el rock no estaba contemplado. Abrimos nuestra escuela con profesores formados en jazz pero con vocación rockera. Docentes y alumnos eran rockeros y sin embargo estábamos haciendo jazz. Hace seis años tuvimos una reunión y vimos que había que plantear a la Generalitat la creación de una carrera nueva porque veíamos que aquello no era lo que los alumnos demandaban. Se hizo el proyecto académico, pasó por la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña y finalmente fue aprobado”, explica el director de la Escuela Superior de Música Jam Session de Barcelona.

Dignificar una profesión

En cuanto a las salidas profesionales, señala que tiene las mismas que el resto de carreras: “Hoy en día, tener un carrera no va a hacer que consigas trabajo pero las estadísticas dicen que las personas con estudios superiores tienen más posibilidades. Hacer una carrera de nueva generación llenará un espacio que está muy demandado porque muchos profesores de música en escuelas que tocan o producen y no tenían hasta ahora ningún tipo de regulación en este sentido. La creación del grado universitario en rock sirve para poner de manifiesto y dignificar una profesión que vivía de forma suburbial, y también abre una puerta a la investigación académica.


A lo largo de los cuatro cursos existen tres especializaciones: interpretación, pedagogía y sonología. Lo que se estudia durante el primer año es el rock y sus movimientos hermanos: jazz rock, rock sinfónico, punk, el heavy metal con todas sus variantes y los movimientos sociales que hubo detrás de cada corriente musical. A lo largo del curso, el alumnado recibe conocimientos fundamentales sobre historia del rock. El segundo, está más enfocado al virtuosismo musical: “Hay que ser virtuoso en un instrumento pero también dominar otros”, advierte Blanco.

Nuevos sonidos, nuevo futuro

El tercer año de carrera está dedicado a la investigación de nuevas tendencias, debido a que las nuevas herramientas interactúan en la relación entre el público y el artista: “El publico está demandando interactuar con sus artistas, tener un protagonismo. El yo toco y tú me aplaudes es una relación que ha caducado y pertenece al siglo XX”. Blanco pone como ejemplo el caso de la cantante islandesa Björk y su disco 'Biophilia', el primer álbum en formato app en el mundo. “Te puedes bajar el disco y cambiar las pistas, interactuar con las melodías, remezclarlo, compartirlo, y ocurre en directo. El futuro nos lleva hacia la investigación de nuevos modus operandi entre la relación del artista y el público”, añade.


En el cuarto y último año, se presenta el proyecto de fin de carrera ante un tribunal de nuevas tendencias compuesto por profesores de escuelas europeas. El alumno debe demostrar cómo va a presentar un proyecto futurista y conseguir que se pueda vender en una nueva industria musical. “En lugar de los conservatorios que tienden a conservar, la escuela se orienta hacia las facultades, cuyo afán es investigar. Por eso, aunque empezamos con rock, realmente lo que se estudia es el futuro, las nuevas tendencias y las nuevas herramientas”.


"Estamos recibiendo solicitudes de muchas escuelas de música. El objetivo es crear una red de contactos con otros centros", afirma Blanco. No es una actividad cerrada exclusivamente a Cataluña. De hecho, hay aragoneses en el equipo docente: “Contamos con un doctorado de la Universidad de Zaragoza en la especialidad de 'trac', miedo escénico en los músicos; y con profesorado proveniente de varias regiones españolas. Aunque haya nacido en Cataluña, está es una iniciativa abierta a todas las comunidades".