Sin un solo traspiés en la montaña

Los expertos insisten en la necesidad de organizar las excursiones con antelación y siempre pendientes del tiempo

Unos senderistas en plena travesía, con todo el equipamiento en sus mochilas.
Sin un solo traspiés en la montaña
LUIS ÁNGEL TEJEDOR

Prevención y prudencia. Estas son las claves para disfrutar de un día en la montaña en cualquier momento pero, sobre todo, en verano, que es la época del año en la que más personas, muchas de ellas sin experiencia, aprovechan el buen tiempo para disfrutar del contacto con la naturaleza. 


A estas dos claves hay que añadir una serie de normas básicas para que la salida resulte un éxito y no haya que lamentar incidentes. Los expertos insisten en la necesidad de preparar la actividad con antelación, teniendo en cuenta el tiempo que va a hacer, el nivel físico de los excursionistas y, sobre todo, la dificultad de la ruta. Además, hay que equipar la mochila adecuadamente con ropa de abrigo, chubasquero, gorra, protección solar, agua y comida suficientes, mapa, brújula, GPS, teléfono móvil con la batería cargada, botiquín, una linterna y silbato.


En todos los casos, hay que actuar con sentido común. En este sentido, se recomienda «iniciar la actividad a una hora prudente, no separarse de los compañeros ni dejar a nadie solo, beber y comer adecuadamente, protegerse del sol, utilizar los mapas, tener en cuenta el horario y comprobar que la meteorología no supone un riesgo para la buena marcha de la actividad», matizan desde Montaña Segura, el programa sobre seguridad en montaña puesto en marcha por el Gobierno de Aragón, la Federación Aragonesa de Montañismo, Aramón e Ibercaja. 


Por último, pero no menos importante, «conviene dejar dicho dónde se va y el horario previsto de regreso, así como confirmar el regreso a la vuelta. Eso facilitará las labores de ubicación o de búsqueda si por cualquier motivo sufriéramos algún percance durante la actividad», apuntan desde Montaña Segura. 


Siguiendo estas recomendaciones, se podrían evitar muchos accidentes de fatales consecuencias, muchos de ellos localizados en nuestros Pirineos. De hecho, Aragón encabeza un doloroso ranquin, el de la Comunidad con más accidentes de montaña. 


Según los últimos datos facilitados por el Servicio de Montaña de la Guardia Civil, el año pasado se rescató, en España, 3.187 personas, de las que la mayoría, 2.618, resultaron ilesas, mientras que 475 estaban heridas y 94 fallecieron. De todos estos incidentes, 892 estuvieron motivados por extravíos y tropiezos en la mayor parte de ocasiones, aunque también los incidentes por práctica del esquí de montaña y la escalada.


La Guardia Civil asegura que estos accidentes ocurren «principalmente por sobrestimar sus posibilidades al afrontar la actividad, así como por no planificar dicha actividad, motivos que están detrás del 40% de las intervenciones», recuerdan.


Además, en muchos casos los excursionistas accidentados carecían de la preparación físico-técnica adecuada para realizar la actividad y, sobre todo, no habían hecho caso de la predicción meteorológica que Aemet publica en su web y en los medios de comunicación.