Las excavaciones en Los Bañales sacan a la luz fragmentos de esculturas romanas


Los trabajos en el yacimiento de Uncastillo, iniciados en junio, prevén rescatar más trozos de estatuas en los próximos días

Los arqueólogos han llegado a un nivel en el que aparecen numerosos fragmentos de esculturas romanas. Cada uno de ellos es extraído con cuidado. Todo el proceso se documenta.
Las excavaciones en Los Bañales sacan a la luz fragmentos de esculturas romanas
Los arqueólogos han llegado a un nivel en el que aparecen numerosos fragmentos de esculturas romanas. Cada uno de ellos es extraído con cuidado. Todo el proceso se documenta.

 El yacimiento de Los Bañales en Uncastillo se ha convertido en una de las estrellas de la arqueología aragonesa. Las excavaciones iniciadas a finales de junio en el enclave ya están dando resultados importantes, especialmente en una zona en la que el año pasado se encontró una especie de ‘depósito’ de fragmentos de esculturas romanas. Para sorpresa de los investigadores, en las últimas horas están apareciendo allí más trozos de esculturas, lo que no hace sino elevar la importancia del enclave para el conocimiento de la cultura romana en Aragón.


«Los Bañales no dejan de ofrecernos novedades cada año –subraya Javier Andreu, director científico  del proyecto de investigación-, precisamente en los años más difíciles para la arqueología aragonesa». Junto a Andreu, forman parte del equipo investigador Juan José Bienés, director técnico; y Ángel A. Jordán, epigrafista. Las excavaciones, iniciadas a finales de junio, durarán hasta el 30 de este mes. Participan en ellas una treintena de alumnos. «Este año queríamos acabar de delimitar el foro, especialmente en su fachada oriental –relata Javier Andreu– y seguir estudiando una zona urbana artesanal en la que ya habíamos trabajado. La sorpresa ha sido encontrarnos con nuevos fragmentos de estatuas en la zona en la que ya hallamos algunos el año pasado. Hay piezas de una calidad artística extraordinaria». 


Los descubrimientos son ya   una larga lista: varios fragmentos de una estatua femenina, trozos de la escultura de enormes proporciones de un personaje togado, piezas de un grupo escultórico, una mano, el medallón del faldellín de una posible escultura de Domiciano... Ayer mismo apareció parte de una cabeza femenina.   Si el año pasado se pensó que se había dado con el almacén de un horno al que se habían llevado las esculturas para convertirlas en cal, ahora los especialistas tienen otra hipótesis de trabajo. «Aún es pronto y hay que estudiar bien todo lo que aparezca  –señala Andreu–, pero da la sensación de que las esculturas no fueron rotas para el horno sino que más bien estamos ante un episodio de iconoclastia». Es decir, que en torno al siglo III de nuestra era fueron derribadas y abandonadas. Su ubicación original no   está clara. «Podrían ser del foro, de una basílica, de un templo... de momento no lo sabemos», concluye Javier Andreu.


La excavación, impulsada por la Fundación Uncastillo; la comarca de las Cinco Villas; los Ayuntamientos de Biota, Sádaba, Layana y Uncastillo; y General Eólica Aragonesa, puede seguirse en facebook. El 27 de julio celebrará una jornada de puertas abiertas.