Maxwell: "Nunca escribiré una novela que termine mal"

La autora visitó Zaragoza con motivo de la presentación de su último libro: 'Melocotón loco'.

Entrevista a Megan Maxwell
Entrevista a Megan Maxwell

La autora Megan Maxwell, una de las mujeres que más libros vendió en el año 2013 en España, acaba de visitar la capital aragonesa con motivo de la presentación de su último libro, la novela romántica 'Melocotón loco'. Se trata de una publicación catalogada dentro del género 'Chic lit' - término utilizado para hacer referencia a las novelas románticas actuales- que tuvo que sacar una segunda edición tan solo una semana después de salir a la venta el 1 de enero de 2014. 


¿Qué historia cuenta 'Melocotón loco'?


Es una comedia romántica que narra una historia de amor entre un bombero impresionante y una chica muy normalita. Ella tiene un flechazo no correspondido, algo que nos puede pasar muy a menudo a cualquiera, y eso es lo que le pasa a Ana con Rodrigo.

El personaje protagonista, Ana Barners, es el de una chica normal y corriente con la que podría identificarse cualquier joven lectora. ¿Es lo que pretendía?


Sí. En cualquiera de mis novelas aparecen personajes protagonistas femeninos con los que mis lectoras se van a sentir identificadas. Es lo que a ellas les gusta, así sienten más la novela y tienen un disfrute total desde el principio hasta el final de la lectura.


En 'Melocotón loco' se tratan numerosos temas de actualidad como el aborto, los malos tratos, los prejucicios sociales y el amor, acompañados de algunos 'clichés' como el de los bomberos de calendario, ¿cuál es el objetivo?


Bueno, es que la vida está llena de topicazos ¿no?. Es un recurso que utilizo siempre buscando el humor, y los problemas serios los menciono pero muy por encima. A diario muchas mujeres me hacen llegar historias terribles para que las cuente, pero yo escribo novela romántica, es lo que me gusta. 


En la novela aparecen constantemente palabras que parecen pertenecer a un lenguaje propio como el verbo 'almendrarse' en lugar de enamorarse o 'dorotear' en lugar de cuchichear, ¿de dónde surgen estos términos?


Son palabras inventadas por mi que habitualmente utilizo con mis amigas. Para nosotras ya es normal decir "¡Madre mía que almendramiento lleva esta chica!". En cuanto a 'dorotear', en valenciano se utiliza el término 'dotorear' en lugar de charlar, se la escuché decir a una amiga y lo cambié al estilo Maxwell.


Por otro lado, también aparecen referencias constantes a marcas y cantantes famosos, ¿con qué finalidad?


El género 'Chick lit' puro habla constantemente de marcas pero poco de hombres. En 'Sexo en Nueva York', por ejemplo, le dan mucha importancia a la ropa y a las marcas,y tienen una historia de amor pero pequeñita. En cambio yo lo hago al revés. En cuanto a la música que menciono es la que yo escucho, ya que me inspira mucho. Cuando escribo una novela siempre le pongo una banda sonora. La que aparece en el libro es la que me ha ayudado a escribir en este caso aparecen referencias a Pablo Alborán y Amy Winehouse.


Tiene un club de fans que se denomina 'Las Guerreras Maxwell', en referencia a la protagonista de su primera obra. ¿La mayoría de sus lectoras son mujeres o también hay hombres?


Tengo mucho público masculino pero están en la sombra lo que pasa que no se atreven a decirlo, muchos de ellos son los maridos de mis seguidoras. Las Guerreras comparten conmigo las escenas que les gustan a través de las redes sociales; ellos, en cambio, me lo dicen por privado. Parece que el problema hoy en día lo tienen los hombres, nosotras hemos ido evolucionando y ya no tenemos vergüenza por leer novela erótica. Pero, sin duda, ellas son más numerosas. 

¿Y cuánto influyen a la hora de crear su obra?


Yo siempre digo que mis guerreras son el 50% de mi éxito. Todos los días me levanto y hablo con ellas, me plantean problemas e intento contestar a todas. Son muy importantes poque, después de tantos años, sé lo que ellas quieren y llega un momento en el que ya sabes lo que le gusta a tu público. Nunca escribiré una novela que termine mal. Soy consciente de que las personas que me leen quieren pasar un rato divertido viviendo una historia de amor y que acabe bien. Siempre terminarán bien sean del género que sean


Existen ciertos sectores algo críticos hacia este tipo de publicaciones, ya que las acusan de machistas o incluso de vacías de contenido, ¿qué opina de ello? 


Criticar es muy fácil y barato. Hoy en día gracias a dios cada uno lee lo que quiere.


Se lanza con su primera novela erótica en 2012, ¿por qué?


A raíz del fenómeno Grey mi editorial me lo propone. Al principio no me atrevía ya que nunca lo había hecho. Pero dos días después le dije a mi editorial: "voy a hacer una novela erótica de las mías, y si os gusta bien" y de ahí surgió "Pídeme lo que quieras", el primero de la trilogía. Muchas veces cuando menos te lo propones es cuando aparece.


¿Le gustó la experiencia?


Me encantó.


¿Más que el Chic lit?


Es diferente. La comedia me encanta. Si la lectora se lo pasa bien imaginate yo cuando lo escribo. Lo que pasa es que cuando hago Chic Lit, me pongo un límite en la parte erótica; en cambio en la novela erótica no hay límites y me gusta esa sensación. Al principio me daba un poco de vergüenza y pensaba "¡Ay mi madre cuando lea esto!".


¿Va a repetir próximamente?


Ahora estoy con una bilogía erótica. La primera sale en marzo de 2014, 'Adivina quien soy' y la segunda en junio, 'Adivina quien soy esta noche'. Fuera de este género, en octubre se publicará el tercero de Las Guerreras Maxwell, 'Siempre te encontraré' y se reeditará 'Te lo dije'. Además saldrá un relato corto de género fantástico para 'e-book' llamado 'Un sueño real'.


Qué vende más, el amor o el sexo.


Ambas cosas. A lo mejor si lo haces por separado no vendes tanto como si lo juntas.

Si metes en una coctelera sexo y amor, la agitas bien y sale una combinación explosiva.


¿Vive de sus novelas?


Actualmente sí.


Hablemos de tus comienzos. Estuvo 12 años recibiendo negativas de varias editoriales, ¿cómo empezó su historia?


Todas me decían que no porque, entre otras cosas, creían que las mujeres de mis novelas tenían demasiado carácter. Y yo me negaba. Estaba hasta las narices de leer sobre mujeres sositas. Un día encontré un curso de novela romántica 'on-line' y me apunté para ver qué era lo que hacía mal. La finalidad era escribir los tres primeros capítulos o una novela entera, y yo elegí Chic Lit, -género que nació hace seis años-. Mi profesor me dijo "Hija mía tú no tienes ninguna vista hacia el futuro", y le dije "A mí que más me da si nadie me va a publicar". Al final hice la novela entera pero no se la mandé al profesor y me llamó para pedírmela. Al día siguiente me llamó y me dijo "¿qué tal si te la publico?" Y así empezó todo, cuando menos me lo esperaba.


Y desde ese momento ya son 17 novelas en 5 años, 11 de ellas pertenecientes al género'Chic lit', y tan solo un año después de esta primera  novela recibe el primer premio, que vendría seguido de muchos más, ¿qué significan para usted estos reconocimientos?


Para mi es una maravilla. Es el resultado de todo el duro trabajo y cada premio es una satisfacción personal.


¿Ha probado géneros distintos a la comedia romántica?


Sí. Actualmente tengo un thriller de asesinatos y un drama social sobre el sida que me encantaría que salieran a la luz. Quien me leyera me reconocería pero vería que también tengo otro registro. Además he publicado varios cuentos para niños, así como obras de fantasía medieval, pero a mi lo que me gusta es la novela romántica.