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Anna Saura relata el homenaje a su padre en Cannes: "Estaba abarrotado y se respiraba el respeto"
El festival francés recordó a Carlos Saura con la proyección de 'Carmen' en una sesión nocturna en la playa.
La noche del pasado martes la coqueta playa de Macé, una de las joyas de la Croisette, se vistió de emoción y sentimiento para recordar a un cineasta para quien el Festival de Cannes fue su casa, un escaparate fundamental para explicar su exitosa carrera.
El legado de Carlos Saura fue reivindicado en el certamen galo con la proyección de una copia restaurada de 'Carmen', película estrenada en 1983, en el ciclo 'Cinéma a la plage', una de sus secciones más mimadas y curiosas. Una pantalla enorme y centenares de sillas se dispusieron sobre la arena para visionar el filme.
El acto contó con la presencia de dos de los hijos del oscense, Antonio y Anna, y con María Esteve, hija del protagonista de la cinta, Antonio Gades. Los tres se dirigieron desde el escenario al entusiasta público congregado. Un intenso intercambio de afectos en memoria del director y del bailarín.
Ya de vuelta a Madrid, Anna Saura trata de procesar lo vivido en tierras francesas y lo comparte con HERALDO. "El pase fue precioso y fue realmente mágico ver la película ‘Carmen’ en un entorno tan especial como el del ‘Cinéma a la plage’ de Cannes. Fue un homenaje tanto para mi padre como para Antonio Gades en ese súper festival que tantas alegrías le dio y que le proporcionó una posición privilegiada en Francia. Cannes fue muy importante en su carrera, en pleno franquismo, para que pudiera seguir haciendo cine", explica.
La benjamina de la familia disfrutó de la posibilidad de revisitar uno de los títulos más queridos por su progenitor y por ella misma. "Fue muy emocionante ver 'Carmen' en ese marco. Para mí es una de sus grandes películas y para él fue muy importante porque le situó en el género musical. Tuvo una gran repercusión a nivel internacional, incluida una nominación al Óscar. Verla en esa megapantalla en la playa fue tremendamente especial. Y mucho más al compartirlo con mi hermano Antonio y con María Esteve, hija de Antonio Gades", relata.
Anna, que fue la mano derecha artística de Saura en sus últimos años de vida, se retrotrae a una velada en la playa que permanecerá incrustada en su disco duro vital a perpetuidad. "Estaba abarrotado, no había ningún asiento libre, con cientos de personas disfrutando de la proyección. Se respiraba el cariño y el respeto que sigue generando su trayectoria. Además, fue una noche preciosa, un homenaje en toda regla a mi padre. Estoy segura de que le hubiera encantado. Es el tipo de homenaje que él hubiera querido. Además, le agradecemos a Enrique Cerezo haber puesto a disposición del festival una copia impecable", concluye.
