arte. ocio y cultura
El Ayuntamiento de Zaragoza denuncia el misterioso robo de la lona de ‘Sijena mágica’
La vicealcaldesa Sara Fernández ha puesto el caso en manos de la Policía y se desea instalar un vinilo nuevo
ZARAGOZA. La desaparición de lona de más de 42 metros cuadrados de la muestra ‘Sijena mágica’, que se expone en los Depósitos Pignatelli del parque Pignatelli, va camino de convertirse en uno de los misterios curiosos de la campaña electoral: nadie sabe qué ha sucedido con ella ni cuándo desapareció exactamente ni si fue una broma de mal gusto o el deseo de alguien que «buscaba una inmensa cubierta para el verano», como se ha barajado más de broma que en serio.
La vicealcaldesa Sara Fernández era la primera estupefacta. «Nadie se sabe lo que ha pasado, lo lógico es pensar que la hayan robado, pero no hay certeza. Esta mañana, a primera hora, la directora de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza Elena de Marta ha ido a poner una denuncia a la policía. Estamos pendientes de si dilucidarán algo o no. Nosotros hemos activado el seguro y ahora se está mirando a ver si podemos confeccionar un vinilo porque hacer una lona nueva es difícil».
Agregaba: «Las brigadas municipales están colapsadas, a tope con las elecciones. Queda menos de un mes: a ver si por otros medios se puede poner otro vinilo. Lo vamos a intentar», insistió Sara Fernández.
La sustracción de la lona, que tenía la representación de ‘La tentación de Eva’ de la sala capitular del monasterio de Sijena, ha dejado al descubierto la obra gigante ‘Tres gatitos’, que ha sido realizada por Nieves Berrogain. Se añade, entre otras cosas, que «el mural ha sido pintado por los ilustradores del Taller de Arte y Diseño de Atades».
A Juan Naya, que está estos días en México, le resulta muy difícil «entender un acto así. Esta es una exposición importante, que tiene detrás mucho trabajo y que está consiguiendo una gran aceptación». Concluye el próximo 11 de junio y al astrofísico y coordinador de la muestra –que «ofrece un viaje iniciático en el tiempo y el arte», realmente deslumbrante– le gustaría que ese reclamo tan impresionante pudiera volver a su sitio. Por ahora, por la muestra han pasado 15.000 personas, y esa odisea en la máquina del tiempo culmina con una visión al monasterio en realidad virtual.
«He recibido llamadas de preocupación de colaboradores desde distintos lugares. Sé que se ha hecho la denuncia y tengo mucha curiosidad por saber qué ha pasado», dice Juan Naya, que no descarta ningún móvil. Su sueño, sin duda, es que vuelva a estar allí, dominándolo todo, la gran lana de la fantasía cromática de Sijena.
