Ana Santos: "La Biblioteca Nacional trabaja ya con inteligencia artificial"

La zaragozana, que ha cumplido 10 años al frente de la institución, se jubila. En la Biblioteca Nacional, modernizada bajo su mandato, trabajan 450 personas. Recibe una media de 500.000 libros y otros documentos al año.

La directora de la Biblioteca Nacional, la zaragozana Ana Santos, este martes en la librería Cálamo de Zaragoza
La directora de la Biblioteca Nacional, la zaragozana Ana Santos, este martes en la librería Cálamo de Zaragoza
Guillermo Mestre

Habla con tanto entusiasmo de la biblioteca, que la jubilación le habrá supuesto un disgusto.Me gusta mucho mi trabajo pero llega un momento en que hay que dejar paso a la gente más joven. Me voy agradecida por el regalo que ha supuesto trabajar con un equipo tan profesional en una institución como la Biblioteca Nacional de España.

Cuando llegó a la biblioteca, ¿cuáles eran sus prioridades?La principal era conseguir una ley reguladora como las que tenían el Prado o el Reina Sofía, una ley, desarrollada luego por un estatuto, que nos dotara de patronato y de comisión permanente; que estabilizara el puesto de dirección.

También apostó por la digitalización y ha puesto al centro por delante de las bibliotecas nacionales de muchos países europeos.La principal función de una biblioteca es poner al alcance de todo el mundo el legado que atesora en cualquier tipo de soporte. Y el acceso ha cambiado mucho en los últimos años, por eso la digitalización es tan importante. En el último año hemos tenido 86.725 préstamos físicos, en sala, y las descargas de documentos han sido casi ocho millones.

"Me gusta mi trabajo pero llega un momento en la vida en el que hay que dejar paso a gente más joven. Pero no me voy a ir hasta que no se elija a mi sustituto. Es obligatoria una transición tranquila"

Custodiando 35 millones de libros y documentos, la digitalización parece difícil de completar.Pero en algún momento se acabará. Tenemos ya más de 230.000 títulos digitalizados, y algunas de las colecciones, como la cervantina, o la del Siglo de Oro, completas ya en formato digital. De prensa histórica nos queda mucho por hacer pero se le está dando un impulso importante.

Ha prestado especial atención a soportes distintos al libro tradicional, como los ‘ephemera’, los folletos, programas... todo ese material impreso sin vocación de pervivir. O los discos antiguos.La historia de la Biblioteca Nacional es sobre todo la de sus propias colecciones y de los distintos soportes que han recogido la capacidad de creación del ser humano. Por eso hay que dar la debida importancia a las colecciones especiales, como la de ‘ephemera’, que tiene un valor cultural enorme: refleja la capacidad de sentir de la sociedad.

Tienen conservadores web.Desde hace años. Pero ya los hay en todas las bibliotecas regionales. Se trata de conservar lo más importante de lo que se ha contado sobre un tema concreto a través de internet o las redes sociales. Hacemos ‘recolecciones’ por temas, como la covid o la abdicación de Juan Carlos I. Ahora, por ejemplo, vamos a hacerlo con las elecciones. Debemos mejorar aún el buscador que tenemos para bucear en esta ingente información. Es necesario.

A lo mejor puede ayudarles la inteligencia artificial.Estamos trabajando ya con ella, es el futuro. Tenemos en marcha un proyecto para el reconocimiento de imágenes y hemos hecho una prueba con fotografías sacadas de revistas de cine. Y funciona. Y vamos a firmar un convenio con el Centro Nacional de Supercomputación, que dirige un aragonés, Mateo Valero, para mejorar el desarrollo de nuestras herramientas. Nosotros vamos a facilitarles contenidos para proyectos de inteligencia artificial.

"En la administración pública gestionar obliga a un esfuerzo titánico; la burocracia es tremenda. Si quieres eficiencia cuando dependes de un presupuesto público, necesitas agilidad"

Usted ha logrado revitalizar la institución y ha multiplicado las actividades culturales.Creo que era otra tarea pendiente. Enseguida vi que había que impulsar una programación que fuera para todos los públicos. Pero lograr que la Biblioteca Nacional sea un institución viva se consigue también por otras vías, como la digitalización, que hemos impulsado últimamente gracias a la llegada de los fondos del Plan de Recuperación. Y también en lo físico: vamos a hacer obras en la sede de Recoletos. Si todo va bien, se iniciarán el prósimo año y terminarán a finales de 2026. Entre otras cosas, vamos a ampliar la zona pública incorporando espacios interiores, como un par de patios, hermosísimos, que se convertirán en cafetería-restaurante, uno de ellos, y en un espacio pedagógico y de usos múltiples, el otro. Y se va a reformar el jardín.


También ha cambiado el panorama laboral.
Creo en el empleo público y en la importancia de los trabajos bibliotecarios. Cuando llegué a la institución había más de 300 trabajadores externos con funciones bibliotecarias y hoy son solo 90, porque el resto está siendo sustituido por empleados públicos. La externalización nos hacía perder un valor y un conocimiento que la Biblioteca Nacional no se podía permitir.


En estos 10 años usted ha sido más administradora y jefa de personal que bibliotecaria.
En la Administración pública gestionar embrutece mucho porque obliga a un esfuerzo titánico; y es que la burocracia es tremenda. Pero para tomar algunas decisiones en una biblioteca necesitas un tipo de conocimiento que solo has podido adquirir cuando has sido bibliotecario de base. Quien me sustituya, tendrá que intentar agilizar la gestión porque, si quieres lograr eficiencia cuando dependes de un presupuesto público, necesitas agilidad.

A su gestión se le quiso poner un lunar hace un par de años, cuando saltó la noticia del robo o cambiazo de una obra de Galileo de la Biblioteca Nacional. Se le acusó de haber intentado ocultar lo ocurrido.Esa acusación era falsa y se demostró rápidamente porque yo misma había interpuesto una denuncia ante la Brigada de Patrimonio dos años antes de que el caso saltara a la prensa. Lo único que quiero decir de este tema es que, si fuera cierta la acusación, no hubiera seguido en el cargo. El Ministerio de Cultura comprobó que las acusaciones eran falsas.

"Ahora quiero dedicarme más a las personas que quiero. Tengo ya tres nietos y me apetece mucho estar más con ellos. En lo cultural, colaboraré altruistamente con quien lo necesite".

¿Volverá a vivir en Aragón?Mi primera casa está en Madrid, la segunda en Beceite, y en Zaragoza tengo a la familia y a muchos amigos. Cuando vengo, quedo con las antiguas amigas del colegio Sagrado Corazón o del Mixto 1, con los compañeros de la Facultad de Filosofía y Letras o con los que en el 81 hice las oposiciones a auxiliar de la Biblioteca Universitaria. Ahora quiero dedicarme más a las personas que quiero. Tengo ya tres nietos y me apetece mucho estar más con ellos. En lo cultural, colaboraré altruistamente con quien lo necesite.

La jubilación, en cualquier caso, no es inmediata.No me voy a ir hasta que no se elija la persona que me sustituya. En instituciones como la Biblioteca Nacional, creo que es obligatorio hacer una transición lo más tranquila posible. Espero que la plaza se convoque este mismo mes.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión