Hollywood se asoma al abismo de una huelga de guionistas

Expira el convenio de los escritores, que apoyan masivamente el paro para mejorar sus condiciones en la era del 'streaming', donde las plataformas juegan un papel determinante.

Los guionistas no solo quieren salarios más altos y jornadas más cortas, sino que se regulen aspectos como su capacidad para trabajar al mismo tiempo en diferentes producciones.
Los guionistas no solo quieren salarios más altos y jornadas más cortas, sino que se regulen aspectos como su capacidad para trabajar al mismo tiempo en diferentes producciones.
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La fuerza de los sindicatos en la principal industria de entretenimiento del mundo no se discute. A diferencia de un rodaje en nuestro país, donde la división del trabajo es más laxa, en Estados Unidos la filmación de una película o una serie está perfectamente reglada: solo el técnico designado para ello puede golpear la claqueta; una silla con el nombre detrás es exclusivamente para esa persona.

El combustible que mueve todo son los guiones, tanto en los productos de ficción como en los programas que se emiten en directo. Por eso, Hollywood puede parar si se hace efectiva la huelga convocada para el 1 de mayo, fecha en la que expira el convenio de los guionistas, vigente estos últimos tres años. El 98% de los integrantes del Writers Guild of America (WGA) ha votado a favor del paro ante el nulo avance de las negociaciones. En total, el sindicato agrupa a 11.500 escritores, la mitad de ellos en series de televisión.

En el recuerdo, la huelga iniciada en noviembre de 2007, que duró cuatro meses e hizo perder a la economía de California casi 2.000 millones de euros. En 2017 se volvió a votar a favor de la huelga por amplísima mayoría, pero un acuerdo de última hora con los productores, la Alliance of Motion Picture and Television Producers, la evitó. 

Lo que ocurra estos días en Hollywood resultará trascendental porque las reglas del juego han cambiado debido a las plataformas de 'streaming'. En los dieciséis años transcurridos desde la última huelga, la industria del cine y la televisión tiene nuevos actores: ya no son los estudios los que tienen la sartén por el mango, sino las empresas tecnológicas como Netflix, Amazon y Apple.

Los guionistas no solo quieren salarios más altos y jornadas más cortas, sino que se regulen aspectos como su capacidad para trabajar al mismo tiempo en diferentes producciones, los derechos de autor que cobran cuando sus obras se emiten en 'streaming' o el uso de la inteligencia artificial en el proceso de escribir un guion. 

El presupuesto para series de televisión ha crecido un 50% en la última década, mientras que el salario promedio de los guionistas ha disminuido un 4%. Cuando una película estrenada en cine tiene éxito o se emite en una televisión en abierto, su guionista sabe perfectamente los 'residuals' o compensaciones que va a recibir, en proporción a las entradas vendidas o las cifras de audiencia.

Un momento «trascendental»

Sin embargo, nadie conoce cuántos espectadores tiene una serie en Netflix, Prime Video, HBO o Disney Plus porque las plataformas no dan a conocer esos datos. Y sin el número concreto de espectadores, los escritores no reciben esos beneficios. De hecho, la eliminación de algunas series de los catálogos de plataformas se explica para ahorrarse el pago de estos derechos. Se rueda sin parar sí, pero las series cada vez tienen menos capítulos y temporadas (de veintitantos episodios se ha pasado a una media de entre 8 y 12). Asimismo, están de moda las llamadas series de autor, lo que significa que el número de guionistas que ha participado en ella es menor.

La WGA constata que estamos en un momento "trascendental" y que las compensaciones a los guionistas se han estancado a pesar de que sus creaciones se vean más que nunca. Profesionales experimentados, afirman, tienen dificultades para salir adelante. ¿Qué ocurrirá a partir de hoy sin guiones? En 2017, series míticas como 'Perdidos' o 'The Office' tuvieron que recortar el número de capítulos esa temporada. Se dejaron de emitir los 'late shows' nocturnos y se aplazó la celebración de la gala de los Globos de Oro. Los únicos beneficiados de la anterior huelga fueron los programas de telerrealidad, como 'Cops'. La producción global de las plataformas, que ya ruedan en todo el mundo, podría aliviar los efectos del paro.

Esta movilización llega además en un momento de crisis para las plataformas, a las que Wall Street presiona para que reduzcan costes tras invertir cifras millonarias en títulos que sirvieron de gancho para ganar suscriptores. Si los guionistas ganan, después habría que pagarles más a los directores y los actores, cuyos respectivos convenios vencen el 30 de junio.

Disney acumula una deuda de 45.000 millones de dólares y en dos meses eliminará 7.000 puestos de trabajo. Su plataforma, Disney Plus, sigue sin ser rentable. La deuda de Warner Bros Discovery es de 47.000 millones. Sin embargo, no todos se aprietan el cinturón. Netflix revela que su CEO, Ted Sarandos, recibió en 2022 un bonus de 50,3 millones de dólares. «¿Queremos cambiar las cosas? Unidad, fortaleza y solidaridad», recuerda el sindicato español de guionistas Alma, que apoya a sus colegas estadounidenses.

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