San Jorge: un libro y una flor... mudéjar

La diseñadora Ana Lapresta lanza para el Día de Aragón una colección de pins entre la tradición el pop.

Un pin con una flor mudéjar para celebrar el Día de Aragón de Ana Lapresta.
Un pin con una flor mudéjar para celebrar el Día de Aragón de Ana Lapresta.
Toni Galán

La mirada de Ana Lapresta sobre Aragón y sobre su ciudad, Zaragoza, es de esas que cambian por el hecho de haber vivido fuera algunos años. Diseñadora gráfica formada en la ESDA, se fue para trabajar primero en Barcelona, luego en Madrid y emprender después una experiencia vital en Australia, Nueva Zelanda y Asia que interrumpió la pandemia.

De vuelta a casa, Ana aplicó su visión de visitante en otros países a aquellas tradiciones con las que creció. El resultado fue, en primera instancia, la propuesta de un cartel para unas fiestas del Pilar que, aunque no resultó elegido, le sirvió como punto de partida para otro proyecto que perdura. Se trata de una colección de pines que lanzó en los pasados Pilares, con la que pretende dar una vuelta a algunos de los elementos clásicos con los que se identifica a la capital aragonesa.

"Lancé una Virgen del Pilar a mi manera, muy sintetizada, y también a uno de los cabezudos, el Morico", cuenta. Muy contenta con la acogida, Ana añade estos días otro pin más a la familia, con la idea de que se conviertan en una colección. La última incorporación es con motivo del Día de Aragón, que se celebra este domingo. Una flor (regalo de típico del 23 de abril junto al libro) con guiños a un arte que enamora a Lapresta: el mudéjar.

La diseñadora gráfica zaragozana Ana Lapresta.
La diseñadora gráfica zaragozana Ana Lapresta.
Toni Galán

"Soy una gran fan de los pines. Para mí, por un lado tienen ese sentido de pertenencia a algo, dan pistas sobre los gustos de una persona o sobre cosas o causas con las que se identifica. Por otro, son una manera de distinguirse pero sin llamar la atención, un elemento diferenciador no estrafalario. Nunca me pondría un pantalón fosforito, pero sí algún detalle». Con sus pines, Lapresta aspira también a darle una vuelta al ‘kitsch’ que a menudo impera en el mundo del ‘souvenir’. También a que con ellos se identifiquen tanto los aragoneses como los de fuera, con diseños sencillos y ponibles que tengan un recorrido también por lo puramente estético.

Los pins se venden en Shuave (Méndez Núñez, 10) y Piedra, Papel y Tijera (Méndez Núñez, 22).

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