Muel se encuentra con los vestigios de su historia alfarera

Una excavación saca a la luz los restos de un horno del siglo XVII, primero que se estudia arqueológicamente en la localidad

Aspecto que presentaba ayer la excavación en Muel
Aspecto que presentaba ayer la excavación en Muel
Francisco Javier Gutiérrez

La localidad zaragozana de Muel se ha encontrado en las últimas horas con su pasado alfarero. Un equipo arqueológico dirigido por Francisco Javier Gutiérrez acaba de sacar a la luz los restos de un horno para cerámica encontrado en Muel durante una excavación, primero que se va a documentar científicamente con métodos modernos.

Hasta ahora, los testimonios sobre el hallazgo en el pasado de alguna instalación industrial de este tipo eran imprecisos. Martín Almagro y Luis María Llubià, en su libro de 1952 sobre la cerámica de Muel, dan referencias de que José Galiay había excavado un horno del siglo XVI en 1924, pero no se documentó ni publicó nada. El hallazgo actual ha llegado en la calle de Miguel Fleta y, desgraciadamente, el horno de cocer cerámica no está completo. Lo que ha aparecido corresponde a la cámara de combustión.

"Muel es rico en yacimientos arqueológicos de muy diferentes épocas, pero este es especial desde el punto de vista histórico –señala el alcalde, Israel Remón–. Los especialistas nos dicen que sería bueno extraerle toda la información posible al yacimiento, y así lo vamos a hacer. Los vecinos tendrán que esperar algo más de lo previsto a ver terminada la calle. Las obras allí las iniciamos para renovar el saneamiento y el pavimento y para soterrar las línas de telefonía. Las calles se levantan cada 50 años y no podíamos perder la oportunidad de ver qué es lo que aparecía".

"En toda esa calle hemos encontrado un montón de fragmentos de céramica –añade el arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez–. La zona parece ser tanto de alfares como de basureros donde se arrojaban los deshechos. Lo que hemos encontrado es la cámara de combustión de un horno de buen tamaño. La cámara de cocción se supone que estaría a uno de sus lados, en alguna de las viviendas actuales que flanquean la excavación".

La cámara de combustión es donde se quemaba la leña para cocer las piezas. En la cámara de cocción, en caso de localizarla y poder estudiarla, es donde se podrían encontrar las últimas piezas llevadas a cocer, lo que daría una importantísima información a los investigadores.

"Estamos empezando a excavar el interior del horno a ver qué nos encontramos –añade el arqueólogo–. Eso nos servirá para datarlo con precisión. De momento, parece que puede ser del siglo XVII".

La tradición ceramista de Muel se remonta al menos al siglo XVI y se sitúa en la minoría morisca de la localidad. Pero logró fama muy pronto. Henrique Cook, arquero de la guardia real de Felipe II, cuando el rey y su séquito hicieron escala en Muel camino de Valladolid, escribió en su diario de viaje: "Todos los vecinos cuasi deste lugar son olleros y todo el barro que se vende en Zaragoça lo más haçen aquí y desta manera y de manos de los moriscos".

La cerámica y los elementos que aparezcan en la cámara de combustión pueden servir para datar más fielmente el horno e incluso aclarar algunas dudas de los especialistas. "Podremos ver cómo se construían los hornos, definir su método de cocción... –concluye Gutiérrez–. Hay que tener en cuenta que en ese mismo siglo XVII hubo un cambio evolutivo en la técnica de elaboración, y lo que encontremos podría servirnos para documentarlo bien. En toda la calle han aparecido restos de cerámica de trazos azules y morados del siglo XVII y algunos fragmentos de escudillas del XVI".

Los vestigios han quedado protegidos y el martes se retomará la excavación.

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