LETRAS ARAGONESAS. OCIO Y CULTURA

López Serrano: “Cierto arte de hoy se ha convertido en un circo capitalista de payasos sin gracia"

El poeta y narrador de Épila (Zaragoza) publica la novela 'La piel muda', con la que ganó el premio València de narrativa en castellano 

Manuel Vilas dice que López Serrano es el autor secreto de las letras españolas.
Manuel Vilas dice que Francisco López Serrano es el autor secreto de las letras españolas.
Archivo López Serrano.

Francisco López Serrano (Épila, Zaragoza, 1960) es narrador, poeta y traductor. En una ocasión, le dijo al escritor y crítico literario Pedro M. Domene que le motivaba la indignación. Posee una escritura muy peculiar, que le permite frecuentar diversos géneros y líneas de trabajo, con humor, sarcasmo, ironía u osadía.

Hablemos de su novela ‘La piel muda’, galardonada con el premio València de narrativa en castellano. ¿Qué ha querido hacer?

Como se deduce de su título ‘La piel muda’ (Versátil) juega con la ambigüedad de la palabra “muda” como adjetivo y como verbo, y hace referencia tanto a la situación del protagonista, al que un infarto cerebral ha convertido en un ser enclaustrado y condenado al silencio, como a la necesidad de mudar como hace la serpiente y escapar de la propia piel. Es por tanto un trasunto o metáfora de un malestar y del deseo desesperado de desprenderse de una piel que se ha convertido en tumba. En ese sentido, el tema central de la novela sería el dolor mudo, un dolor que no puede expresarse.

Sí, ese dolor indecible es el asunto central. Hablemos del protagonista, que es tan complejo como atípico.

"El 23 de abril es el día más cruel del mes más cruel, pues se nos llevó a tres escritores tan insignes como Shakespeare, Cervantes y Garcilaso"

En cuanto a su protagonista y narrador, se trata de un personaje cuya vida está basada en el engaño, en la mentira, en la traición, de un asesino que ni siquiera es sincero a la hora de asesinar y al que la muerte se la escapa de las manos como sin querer, que mata por omisión y que quizás su único momento de grandeza, al menos él así lo cree, sea el sacrificio artístico al que se entrega.

Así dicho da un poco de miedo. ¿Es parodia o es un ejercicio sincero, como suelen ser algunas de tus ficciones?

Aunque la novela es terriblemente dramática y en algunos momentos puede resultar espeluznante, el elemento humorístico y paródico están presentes en ella, especialmente en su crítica al arte contemporáneo (el protagonista es un galerista), que da lugar a las situaciones más esperpénticas del relato. Cierto arte contemporáneo, no todo, se ha convertido en una especie de circo capitalista lleno de payasos sin gracia, y algunas de sus manifestaciones (pienso en el accionismo vienés o en el llamado arte abyecto) persiguen provocar en el espectador reacciones extremas de horror y de rechazo. Yo he tratado de llevar esas propuestas hasta sus últimas consecuencias, pues la literatura permite llegar allá donde ese tipo de arte, sus ‘performances’ y realizaciones, código penal mediante, jamás podrá llegar.

¿Cuánto hay de sinceridad, de dolor propio por decirlo así?

Pero la novela es también un ejercicio sincero, pues hay diseminados en ella muchos elementos, situaciones y rasgos personales. Fue escrita hace tres años, cuando yo atravesaba una situación complicada en términos de comunicación, y quizás la creación de un personaje en el que tal situación resultaba extrema constituyó una forma de catarsis, de terapia o, por decirlo en términos psicoanalíticos, de transferencia.

"Ganar premios honestos, premios que no son operaciones de márquetin editorial, al margen de su cuantía económica que nunca es desdeñable, no sirve para otra cosa que para publicar en pequeñas editoriales que apenas dan visibilidad a tu obra de cara al lector y a la crítica", dice López Serrano

¿Cómo vive un narrador y poeta que gana bastantes premios? Más allá de lo económico, siempre tan necesario como útil, ¿sirven para algo, acrecientan su prestigio? Usted ha ganado en poesía, cuento y novela, y ya lleva más de 40 libros editados.

Ganar premios honestos, premios que no son operaciones de márquetin editorial, al margen de su cuantía económica que nunca es desdeñable, no sirve para otra cosa que para publicar en pequeñas editoriales que apenas dan visibilidad a tu obra de cara al lector y a la crítica. Pero sobre todo te proporcionan la satisfacción de haber convencido a un jurado independiente, cosa que no ocurre con los premios de las grandes editoriales donde es el agente literario el que convence no a un jurado sino a un editor interesado sobre todo en rentabilizar una inversión. Creo, por tanto, que son estos pequeños o medianos premios honestos los que premian (y no lo digo por mí) la buena literatura.

¿Qué es para Francisco López Serrano el 23 de abril?

Thomas Stearns Eliot decía que abril era el mes más cruel. Habría que añadir que el 23 de abril es el día más cruel del mes más cruel, pues se nos llevó a tres escritores tan insignes como Shakespeare, Cervantes y Garcilaso. En ese sentido, y puestos a elegir una fecha, palmarla un 23 de abril debería ser (y toco madera por la proximidad) la aspiración de cualquier escritor que se precie.

¿Se siente el escritor secreto de las letras españolas?, como dice Manuel Vilas. 

Más que secreto me siento anónimo, ignoto, a veces enigmático e impenetrable, llevo casi treinta libros publicados, han hecho sobre mi obra una tesis doctoral en la universidad norteamericana de Stony Brook y un trabajo fin de máster en la Universidad de Mons (Bélgica), he ganado innumerables premios y, en más de un sentido, soy un completo desconocido. Pero no me quejo, por lo menos escribo lo que quiero sin hacer la menor concesión a nada ni a nadie.

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