teruel
El plan de llenado del embalse de Lechago amenaza un extenso poblado rural romano
Los vecinos reclaman una solución para proteger el yacimiento arqueológico.
La aparición a finales del año pasado de un extenso asentamiento rural de época romana en la zona de cola del pantano de Lechago complica el plan de llenado de este embalse, terminado de construir hace ya diez años. La presa se mantiene al 50% de su cota para permitir la continuidad de las excavaciones arqueológicas en el yacimiento, en zona inundable.
El alcalde de Lechago, José Manuel Roche, reclama "una solución" que permita preservar el poblado romano y, a la vez, desatascar la puesta en marcha del pantano, que con una inversión de 60 millones de euros anegó buena parte del término municipal turolense sin que por ahora se haya podido obtener apenas rendimiento del mismo. "No todos los días aparece una ciudad romana, creemos que esos restos deben protegerse y dar luz verde, por fin, al funcionamiento del embalse", insiste el regidor.
La directora de la excavación, María Negredo, explica que el yacimiento es un poblado artesanal de 7.000 metros cuadrados del que se han conservado estructuras de viviendas y talleres así como un horno en el que se cocerían las tejas de las casas. Se han encontrado, además, abundantes restos de vasijas cerámicas decoradas del tipo ‘Terra sigillata’, característico de la época romana. El asentamiento, que perviviría hasta el siglo V después de Cristo, se levantó sobre otro poblado anterior celtíbero que igualmente podría revestir interés histórico y patrimonial.
Precisamente, desde el área de Patrimonio Cultural del Gobierno aragonés se entendió necesario investigar los restos de los estratos celtibéricos para poder documentar toda la serie de sucesivos procesos de ocupación en el lugar. La medida, sin embargo, ha generado preocupación en la zona ante la posibilidad de que esta investigación conlleve la destrucción del poblado rural romano para poder llegar hasta las capas inferiores.
El portavoz de la Asociación Cultural Amigos de Lechago, Agustín Martín, calificó ayer de «barbaridad» que "se tiren los muros romanos para poder sacar a la luz lo que hay debajo y dar por finalizada la excavación". Subrayó que lo encontrado hasta ahora "tiene valor y debería mantenerse". Martín opina que el hallazgo podría convertirse en un atractivo turístico y que, por tanto, debería estudiarse cómo poner en valor este patrimonio.
"El asentamiento romano era una especie de área industrial con casas vinculadas a sus talleres y reviste un gran interés", sostiene Martín, quien subraya que la zona excavada podría suponer solo la mitad del poblado existente. A su juicio, el primer paso es "no destruir" los restos de época romana y, a continuación, buscar la forma de salvaguardarlos. El portavoz de la asociación cultural considera que, aún cuando no pudiera evitarse la inundación del yacimiento arqueológico por el llenado del pantano, los restos romanos podrían verse cuando bajase el nivel de agua, algo que ocurrirá cada primavera y verano, cuando los riegos agrícolas hagan descender las reservas del embalse.
Valoración
Desde el área de Patrimonio Cultural del Gobierno aragonés anunciaron ayer que, "de momento", y dado que la situación de las obras del embalse de Lechago que lleva a cabo la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) "todavía no lo exige", se han dado indicaciones de que "no se deben retirar aún los restos encontrados". La decisión permitirá valorar la importancia del hallazgo, si bien las mismas fuentes oficiales de la DGA afirmaron que los restos encontrados hasta ahora "revisten un interés más científico que arqueológico".
Fuentes de la CHE destacaron que no se tiene constancia "de ningún incumplimiento ni desviación de las condiciones de ejecución de los trabajos". Desde el organismo de cuenca, que lleva a cabo la excavación bajo la supervisión y las condiciones marcadas por la DGA, se pedirá, no obstante, información al facultativo director de las obras para corroborar que la actuación discurre según lo previsto.
