Este señor se mete con su público. El público (preferiblemente, mayor de edad) ya sabe a lo que va. El espectáculo está contraindicado para cualquier persona que entre en la categoría de ‘ofendidita’, y su esquema de actuación -actualmente muy en boga- le ha hecho triunfar en toda España, sobre todo el último lustro. Juan Dávila (Madrid, 1978) es expolicía, se formó como intérprete en el Estudio Corazza para el Actor y posee la sonrisa burlona y el humor macarra más populares del país. Actuará en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza el 9 de septiembre (coincide con el segundo día del Vive Latino en Zaragoza) y, tras agotarse todo el papel, también el día siguiente con su espectáculo ‘La capital del pecado 2.0’.

Las entradas para la primera fecha han salido a la venta este miércoles 12 de abril a las 12.00 en Entradas a Tu Alcance, y se han agotado al instante: un verdadero aluvión de adquisiciones en todas las zonas de la sala, en apenas 2 minutos. El humorista, abrumado por la circunstancia, ha anunciado acto seguido en su cuenta de Twitter una nueva oportunidad para el público zaragozano: otro show el día siguiente, 10 de septiembre, en el mismo lugar.  

Aunque la dificultad para conseguir boletas era previsible, dada la popularidad del artista, la rapidez con la que se han agotado igualmente las del día 10 ha sorprendido a todo el mundo, dado que el aforo de la Mozart es de 1.992 personas. Las entradas para la segunda fecha se han puesto a la venta a las 13.30, y se han terminado en 10 minutos. 

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Dávila llena todos sus espectáculos en el Cine Gran Vía Capitol de Madrid esta primavera, y en otoño pasará al Arlequín, simultaneando sus presentaciones en la capital de España con salidas a otros puntos del país. Su fama se cimentó en siete temporadas de éxito en La Chocita del Loro de Madrid. En este espectáculo repasa los siete pecados capitales, pero el libreto de su monólogo es una mera guía, un punto de apoyo para mover el mundo de sus espectadores. 

Este ángel caído que disfruta con tal categorización se nutre de una gran capacidad para coger el rábano por las hojas, y avergonzar a su público más sensible con burradas que siempre acaba coronando con risas cómplices. Porque también se ríe de si mismo; disfruta con su papel de bufón, aunque reparta ese disfraz con quienes acuden a verle. Entre su audiencia no suele faltar el famoseo, desde actores y actrices a deportistas, incluyendo internacionales de fútbol como el madridista Carvajal o el levantinista Soldado, entre muchos otros.

Dávila también ejerce de casamentero y detective sobre el escenario. No faltan las sugerencias espontáneas, ni las preguntas inquisitorias a parejas presentes sobre la naturaleza de su relación. También es muy popular entre sus antiguos compañeros de trabajo y los miembros de las fuerzas del orden en general.