TAL DÍA COMO HOY
El nuevo Teatro Parisiana, después Teatro Argensola, se abrió al público en 1935
El 28 de marzo de 1935 abrió sus puertas al público el Teatro Parisiana, tras una reforma total, 25 años después de su primera inauguración.
El Parisiana forma parte de los teatros ya desaparecidos de la escena zaragozana, como el Iris, el Fleta o el Circo, entre otros. Su primera inauguración fue en 1910, pero se decidió su derribo y nueva construcción en 1934. Terminó sus días como Teatro Argensola. A continuación, desgranamos la historia del que fue considerado uno de los teatros más bonitos de Zaragoza a través de la hemeroteca de HERALDO DE ARAGÓN.
Después de 25 años en funcionamiento, HERALDO daba la noticia el 10 de febrero de 1934: "El día quince cerrará sus puertas el Teatro Parisiana, por no reunir las mínimas condiciones que exige el Reglamento de Espectáculos. La orden de cierre ha sido ya comunicada a la empresa del teatro.
Tres días después, los lectores conocían más detalles sobre la nueva obra: "Ya es un hecho la reconstrucción del Teatro Parisiana. El proyecto del nuevo teatro es bonito. Se busca un contratista que efectúe las obras con máxima garantía y rapidez, y existe el propósito de que comiencen antes de final de este mes.
El nuevo teatro tendrá unas 750 butacas, seis palcos y luego entre delanteras y sillas, unas 1.300 localidades. El nuevo teatro puede ser un coliseo de lucha y competencia".
Ante la inminente desaparición, el misterioso redactor de HERALDO 'Don Q.' apela el 14 de febrero de 1935 a la nostalgia, y recuerda los mejores momentos vividos en el recinto: "Al decir adiós al simpático y popular Parisiana, hemos de dedicar un recuerdo a su historia artística. Abrió sus puertas al público el 30 de abril de 1910. La inauguración estuvo a cargo de la compañía de Vigo y Barraycoa, que puso en escena 'El abolengo', de Linares Rivas, y 'Francfort'.
Desde aquella fecha, pocas han sido las compañías de comedia o de zarzuela que han dejado de desfilar por Parisiana, y en ella artistas de todas las categorías.
El que va a dejar de ser Parisiana fue construido por don Félix Navarro, padre del actual arquitecto municipal de Zaragoza. Se construyó en lo que fueron los jardines del café Iberia, y se emplearon en su construcción materiales y obreros únicamente aragoneses.
El nuevo escenario de Parisiana tendrá de embocadura 10 metros, por 14 y medio de anchura y un fondo de 10 metros y medio. Habrá 16 cuartos para artistas, cómodos y capaces, con luz y ventilación directas".
Las obras se realizaron con gran celeridad, ya que poco más de un año después se anunciaba la inauguración, la primera con una función benéfica extraordinaria el día 27, para abrirse oficialmente al público al día siguiente, 28 de marzo de 1935.
HERALDO no escatima en elogios: "El nuevo Teatro Parisiana, que se abrirá hoy al público, ha quedado convertido en una de las salas más bonitas de España". El teatro fue diseñado por el arquitecto Teodoro Ríos y construido bajo la dirección del constructor Gregorio Lapuente Mañez, para los que también se suceden los parabienes.
Continúa el redactor ahondando en las maravillas de la nueva instalación: "La sala está montada con verdadero lujo. Magníficas alfombras recorren las escaleras y los pasillos, ricos cortinajes entonando con el decorado de conjunto ponen una nota maravillosa de gusto y distinción en el salón.
El magnífico tapizado de las butacas, pasamanos de palcos, sillas y divanes de las salas de espera, de riquísima pañería, ha sido obligatorio buscarlo en los mejores almacenes nacionales.
El patio de butacas del nuevo Teatro Parisiana, aparte de la belleza de su conjunto, ofrece a los espectadores la máxima comodidad y está su situación estudiada perfectamente para obtener la máxima visibilidad.
Al frente figura una empresa emprendedora, activa, dispuesta siempre a satisfacer a quienes la han distinguido siempre con su asiduidad. Se puede enorgullecer Zaragoza de ello y se pueden felicitar los zaragozanos y el teatro con esta inauguración de que damos cuenta".
Sin embargo, no terminaría sus días conocido con este nombre. El 23 de marzo de 1938, en plena Guerra Civil, HERALDO anuncia el cambio a un nombre con menos evocación extranjera: Teatro Argensola, en honor a los hermanos con el mismo apellido y destacados poetas e historiadores españoles del Siglo de Oro oriundos de Barbastro.
Así, leemos en nuestras páginas sobre el teatro ubicado en el paseo de la Independencia, 23: "Parisiana ha pasado a la historia. Desde ahora el teatro que llevaba ese nombre, por decisión de la empresa, con asesoramientos de eminentes hombres de letras, queda dedicado a honrar la memoria de los hermanos Argensola.
Le ha correspondido el bautizo a la compañía de la ilustre actriz Carmen Díaz. Con motivo del cambio de nombre del teatro, se rindió homenaje a los hermanos Argensola. La propia Carmen Díaz leyó, con perfecta entonación, unas cuartillas de un eminente poeta contemporáneo, José María Pemán, dirigidas a la empresa".
El cierre definitivo del teatro se hizo efectivo en abril de 1987. El día 9, Carmen Puyó se despedía con estas palabras: "El Teatro Argensola ha cerrado sus puertas definitivamente. Su desaparición, anunciada hace unos meses, tuvo lugar el pasado lunes, día en que el nombre de la sala ya no ocupó su espacio habitual en la cartelera zaragozana y fecha en la que comenzó su desmantelamiento".
Terminaban tristemente 77 años de historia de un teatro por el que pasaron incontables figuras del teatro y el espectáculo: Lilian de Celis, Antonio Machín, José Sazatornil 'Saza', Antonio Garisa, Gila, Cassen, Juanita Reina, Alfonso Sastre o Lola Flores, por nombrar algunos.
