“Qué bonita es la primavera, cuando llega” cantaba el grupo Triana en los años 70. Y ha llegado, a lo grande y rebosante de flores, de música, de luz y de deseos de salir a la calle, a cuerpo (como cantaba Paco Ibáñez), con la sonrisa en los labios. Natalia Chueca, consejera de Servicios Público y Movilidad el Ayuntamiento de Zaragoza, dice que con la primavera y la música la ciudad vibra. 

Y lo ha dicho en la presentación en el Puente del Emperador Carlos V del Parque José Antonio Labordeta del ciclo de conciertos ‘Bienvenida Primavera’, que se desarrolla hoy y mañana en cuatro espacios, distribuidos a lo largo de las paradas del tranvía, desde las Murallas Romanas al Parque Labordeta, pasando por la plaza de Aragón y Fernando el Católico. Se trata de un proyecto municipal que se realiza en colaboración con Heraldo, con Avanza y con los Tranvías de Zaragoza, a los que representaron, respectivamente, Eliseo Lafuente (gerente), Ana Rodríguez (directora de Comunicación) y Ana M. Moreno (gerente).

Imágenes de los conciertos con los que se da la bienvenida a la primavera en Zaragoza

Natalia Chueca explica que se trata de animar la ciudad con música para todos los públicos en espacios ciudadanos, en un acto que no deja de ser festivo pero también emotivo e incluso espiritual. ‘Bienvenida Primavera’ empezaba a las once de la mañana en las Murallas Romanas, al lado de la estatua de César Augusto y el Mercado Central, que concibió Félix Navarro, muy cerca de la parada del tranvía. 

El escenario parecía ideal, mágico, de poderosa evocación, y allí tocaba a las 11.00 el Dúo Valast, formado por el violinista valenciano Paco Mayor y la pianista asturiana Marta Cocaña. Llevan un año y medio juntos, y han ofrecido un menú que rendía homenaje a Antonio Vivaldi y a mucha música clásica que forma parte de la banda sentimental de nuestra vida: se oían fragmentos del ‘Canon’ de Pachelbel, la ‘Ave María’ de Schubert , el ‘Vals de las flores’, ‘Cisne’ de Saint-Saens, ‘Serenade’ de Schubert, ‘Danubio azul’ de Johann Strauss o el ‘Himno a la alegría’ de Beethoven, entre otras piezas.

“Estamos muy contentos. Habíamos tocado en otros formatos y lugares, pero nunca en la calle, y nos ha encantado. La gente ha sido muy respetuosa. Quería oír y ha disfrutado de la música”, decían Paco Mayor y Marta Cocaña, que llevaba un teclado y debutó como solista al piano en 2019. Efectivamente, el público seguía con atención, grababa fragmentos de melodías, tomaba fotos, pero también había una gran cantidad de público -entre 100 y 150 personas- que se olvidó de todo para disfrutar de piezas preciosas. 

A la misma hora, a las 11.00, en la plaza de Aragón, comenzaba su concierto de casi una hora la instrumentista Pilar Almalé, que también es compositora y pintora, con su característica viola da gamba, un instrumento de gran personalidad y exigencia al que ella se entregó con delectación, emoción y virtuosismo. Toca piezas medievales, obras sefarditas e invita a viajar en el tiempo. Hace poco en Heraldo.es explicaba cómo era su instrumento: “La viola da gamba llegó a mí de casualidad. Es un instrumento que con el paso del tiempo me ha ido enamorando cada vez más: su misterio, los lenguajes de la música antigua, su sonido, sus muchos tipos de construcción, etc. La viola da gamba, aunque hay varias teorías, parece que surgió entre España e Italia. En 1492 el valenciano Rodrigo Borja es elegido Papa y va a Roma en un barco con un séquito de músicos, muchos de ellos con vihuelas de arco (precursor de la viola da gamba)”.

Ese misterio del instrumento se alía con las partituras, su concentración y la belleza intemporal de la música, y la gente lo disfruta. Hoy, dicho sea de paso, era el cumpleaños de Pilar. Los dos escenarios estaban llenos de flores: lujosas de color, casi ilimitadas de forma y galanía, vaporosas, un perfecto acompañamiento para la vista y para el olfato.

A la 13.00, Pilar Almalé siguió derrochando sensaciones gratas con sus notas en Fernando en Católico, y en el Puente del Emperador Carlos V lo hacían los dos instrumentistas, que fueron invitados por Natalia Chueca a decir unas palabras. Paco y Marta recogieron el mensaje y empezaban con la ‘Primavera’ de Vivaldi. El escenario también era muy acogedor: al fondo se alzaba la torre de la Cámara de Comercio; la música, como una bandada de gorriones preñada de felicidad, trepaba entre los árboles. Una niña danzaba. Y una mujer le decía a su pareja: “¿Te atreves a bailar conmigo este vals?”. En las Murallas Romanas alguien habían anunciado algo parecido: “Voy a sacar a bailar a mi dama”.

Zaragoza se anima

La consejera Natalia Chueca, que rivalizará en las elecciones a alcaldesa con Lola Ranera, avanzó que la música va a acompañar a los zaragozanos las próximas semanas, porque también comienza un nuevo ciclo, ‘Zaragoza se anima’, «de varios grupos», en escenarios como las remodeladas plaza de las plazas de la Magdalena, los Sitios, Giesa (Las Fuentes), Reina Sofía (San José), Salamero, Santa Engracia y en el parque Pignatelli, en horario de mañana y tarde durante los fines de semana. Ahí se contará con artistas callejeros, compañías de circo, cuentacuentos, magos y grupos de música consolidados actuarán a lo largo de los próximos meses, entre otros estarán Diego Meléndez, Copacabana, Modelo, Los Roncheti, Sara Gale Band, Circo La Raspa, Delacueva, Circomotix, Laura Cebrián ‘Elem’ y Get Back Beatles for Kids. Esto se completa con las actividades de Las Tribus del Parque, que realizan una animación en dos partes: a las 11.00 a 12.00, con eco-talleres, y a las 12.00 con un montaje para todos (ayer fue en el parque Grande, hoy domingo en el parque del Agua), con bailes, juegos e invitados especiales.