Albert Boadella: "No me gusta la música ligera, ya no me complacía antes"

El dramaturgo estrena este jueves 23 de marzo en el Teatro Principal de Zaragoza ‘Malos tiempos para la lírica’, escrita junto a Martina Cabanas; estará en cartel hasta el próximo domingo

Albert Boadella, en la platea del Teatro Principal, en 2021.
Albert Boadella, en la platea del Teatro Principal, en 2021.
Oliver Duch

Siempre ha hecho usted guiños a la música. Ahora el guiño es continuo.

Es una constante en los últimos 14 años de mi vida. Me he centrado en un teatro en el que la palabra hablada y la cantada mantienen una armonía mutua. La idea es que se pase de una a otra sin una ruptura difícil o incómoda, algo que sí observo en ocasiones en los musicales, la zarzuela o una opereta.

La pareja protagonista de esta obra le conoce a usted muy bien, y viceversa.

Definitivamente, este trabajo, el último en el que me involucrado, no sería posible sin los dos intérpretes que tengo. La soprano y actriz María Rey-Joly y el tenor, pianista y actor Antonio Comas llevan muchos años trabajando conmigo, y han sido aliados valiosos a la hora de resolver esos problemas de los que hablo, las transiciones del canto al habla en la actuación. Son muy versátiles. En este tiempo de 14 años del que le hablo me he centrado en aportar todo lo que puedo a mi oficio, el cual entiendo desde una óptica artesanal. Busco una fórmula que resulte agradable, armoniosa y bella, o al menos con una cierta belleza que emana de la música.

La palabra provocación se asocia a Boadella. Aquí pisa usted líneas delicadas, desde el elemento lolitesco a la lucha de egos.

La provocación de la belleza me importa más ahora; quiero que la parte artística, el teatro, tenga más potencia que la psicológica o sociológica en mis obras. Colar un contenido duro, agresivo incluso, y trasladarlo de forma emotiva, es algo muy interesante. De ahí mi casamiento fiel y total con la música, el arte más puro.

¿Se juega con fuego en ‘Malos tiempos para la lírica’?

Me gusta jugar, me gusta la intensidad. El trasfondo de la trama lo veo como un enfrentamiento generacional, que se circunscribe a lo artístico en principio, porque chocan dos formas de entender la música; por un lado están el reguetón, el rock o el pop, y por el otro, la zarzuela o la ópera. Más allá de hecho, chocan dos personas con carácter, nacidos con una distancia tremenda de años, algo que provoca que las formas e ideas de vida sean muy distintas, incluso totalmente opuestas.

'malos tiempos para la lírica'
DramaturgiaAlbert Boadella y Martina Cabanas.
DirecciónAlbert Boadella
IntérpretesMaría Rey-Joli y Antonio Comas

¿Ha mirado dentro de usted para analizar ese choque generacional con los creadores jóvenes?

Sí, claro. Tengo casi 80 años y hay modismos en las generaciones posteriores con las que no tengo, obviamente, un acuerdo. No obstante, como artista estoy obligado a mirar el mundo de manera amplia, siempre trato de no refugiarme en los tópicos de la edad. Rechazar a una generación posterior porque no es la mía sería un grave error.

Pero sí hay choque, aunque no llegue a colisión frontal.

Voy a algo más profundo contra la generación de los consentidos que ha traído la sociedad del bienestar en el aspecto formativo. Hacer las cosas fáciles a los viejos me parece correcto, pero no es lo ideal para los jóvenes. Ahí sí pongo el dedo en la llaga, pero entiendo que es una crítica fundamentada, no rabieta del viejo frente al joven.

La música suele ser un punto de confrontación intergeneracional. ¿Han cambiado sus gustos personales con la edad?

Pues no. No me gusta nada la música ligera, ya no me complacía antes. Muchos de mis intereses en cuanto a compositores tienen que ver con la ópera, por el punto teatral y dramático, y también con la zarzuela, como se aprecia en esta obra. Me gusta la música inteligente: Bach, Schubert, Stravisnki, Prokofiev… cuando me toque desaparecer de este mundo querría escuchar algo de ellos para que me acompañe en el viaje. No soy original: un primo hermano, gran violonchelista, pidió un aria de Bach cuando vio que se moría.

Boadella no se muerde la lengua en el análisis sociológico. ¿Cómo valora el momento actual de la política española?

La mejor España de la historia en cuanto a libertad e igualdad se dio entre los años 80 y el 2000. Fue una etapa formidable en todos los sentidos, solo empañada por la tremenda tragedia del terrorismo. No puedo decir lo mismo de la España de los últimos 15 ó 20 años; echo en falta la libertad e igualdad que soñamos, trabajamos y conseguimos. Todo se ha desmembrado en luchas sectarias; tenemos una generación de políticos endeble, con falta de formación humanística. La democracia se mueve por la solidaridad, y hay una degradación del sistema porque los pilares esenciales están muy tocados, incluyendo la judicatura. Se legislan ocurrencias en vez de cosas fundamentales para los ciudadanos.

¿Nota un desapego popular hacia lo político?

¿Desapego? Al ciudadano le importa un comino lo que sucede en el plano político, está desvinculado de todo eso, y me parece muy grave; se pierde la condición de ciudadano a la hora de reclamar derechos, y se olvida que esos derechos vienen con obligaciones.

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