Por
  • Enrique Abenia

'Bajo terapia': hábil sesión grupal

Malena Alterio, Alexandra Jiménez y Eva Ugarte, en 'Bajo terapia'
Malena Alterio, Alexandra Jiménez y Eva Ugarte, en 'Bajo terapia'
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Las historias en torno a los encuentros grupales y a las conversaciones encierran sugerencia por lo que se va detectando y lo que aflora. ‘Bajo terapia’ no involucra a amigos, sino a tres parejas que no se conocen y que participan en una atípica sesión conjunta para abordar sus respectivos problemas. Una premisa y un marco con el atractivo de los elementos inspirados en factores como el lugar ajeno a los implicados (aquí un llamativo estudio), las reglas que deben seguirse (los sobres numerados que indican lo que toca tratar en cada momento, la corneta para dar por terminado un bloque) y la ausencia de quien ha orquestado todo (la terapeuta). Gerardo Herrero, prolífico productor también dedicado a la dirección, aplica un tratamiento revestido además del interés que surge cuando en la forma se palpa el origen teatral (en este caso la obra de Matías del Federico) y se moldea levemente y con tino. Su habilidad y agilidad expositivas y las estupendas actuaciones de Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Eva Ugarte, Antonio Pagudo, Juan Carlos Vellido y Malena Alterio sumergen en lo que las actitudes, reacciones y gestos de los personajes dicen en términos descriptivos.

‘Bajo terapia’ ***
Dirección y guión:Gerardo Herrero (obra teatral: Matías del Federico).
Fotografía:Juan Carlos Gómez.
Intérpretes:Malena Alterio, Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Antonio Pagudo, Eva Ugarte y Juan Carlos Vellido.

La comedia, premio especial del jurado en el Festival de Málaga, muestra el resentimiento entre casados, juega con la singularidad (el gracioso), remite a los aspectos que se esconden por lo que cuesta verbalizarlos y lleva a analizar la relación del hombre controlador que habla por su mujer, tímida y sometida. Las interacciones retratan de hecho dos posiciones masculinas con resonancias machistas, contestadas por medio de la natural afirmación femenina.

En medio del humor de los ‘dardos’, los roces y los reproches aparecen los temas serios y delicados, reflejo de que el discurso social puede canalizarse de otras maneras. Lástima que el giro sorpresa final, con significado pero a la vez forzado, contradiga en parte la vía adoptada.

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