'Vía Crucis' llena de emoción y sentimiento el altar mayor del Pilar
Ochocientas personas, en buena parte jóvenes, han asistido este viernes a la primera de las funciones del musical
La basílica del Pilar se ha adelantado este viernes a la Semana Santa con la programación de 'Vía crucis', un musical del sacerdote salmantino Toño Casado que se ha convertido en los últimos meses en un fenómeno religioso y cultural. Más de 800 personas, en buena parte escolares, han disfrutado de la función de mediodía, e igual número de adultos lo harán en las previstas para las 19.00 y 21.00. Esta última, a la que asistirá el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, será la más especial de todas porque el templo estará ya a oscuras y la iluminación es uno de los aspectos más cuidados de la obra. Además, el tema principal, 'Hoy te levantas con su amor' se bisará, en una interpretación a la que, además de los infanticos, se sumará el órgano de la basílica, con su titular, Juan San Martín, al teclado. El popular locutor radiofónico Luis del Val y Laura Hernández serán los lectores de los textos.
La sesión matinal estaba dedicada a estudiantes, aunque también había adultos en buen número. Pero en las localidades estaban sentados escolares de colegios zaragozanos como Marianistas, Santa María Reina, Claretianas o Montearagón. Junto a ellos había alumnos de institutos de fuera de la comunidad (Ólvega, Burgo de Osma y Vitoria, entre otras ciudades). Todos ellos siguieron atentamente la función de una obra en la que el peso de la doctrina religiosa es muy superior al del teatro musical. Aunque la interpreten grandes voces.
Como espectáculo, la obra sigue fielmente las estaciones del Vía Crucis y tiene varios momentos especialmente emocionantes, como la octava estación, cuando Jesús consuela a las mujeres, que se convierte en un homenaje colectivo a las féminas, todas en pie. O, por descontado, el número final, 'La fuerza de la Cruz', con un estribillo que acaba coreando todo el público: "Hoy te levantas con su amor/manos abiertas de Jesús./Comparte vida y corazón/siente la fuerza de la luz".
'Vía Crucis', según lo define su autor, "es un musical de estilo pop, con cinco actores cantantes sobre el escenario, que encarnan a Jesús (papel interpretado por Adrián Salzedo), la Verónica (María Virumbrales), la Virgen María (Laura González), el Cireneo (Cristian Escuredo) y el Narrador (Toño Casado). A lo largo de la obra se interpretan 15 temas musicales, cinco de ellos acompañados por la Escolanía de Infantes del Pilar.
Entre el público adulto reinaba la satisfacción. "Conseguí sacar entrada por internet para esta función y gracias, porque ya solo quedaban cuatro -señalaba al acabar la representación Sagrario Bel-. Me ha gustado mucho, sobre todo la iluminación, que logra crear un ambiente especial. Y también cómo han cantado la Virgen y Jesús".
Juana Beltrán también aplaudía la iniciativa del arzobispado de traer la obra a Zaragoza. "A mi me ha gustado el conjunto de la obra en sí, no podría destacar nada por encima del resto. Todo está muy armonizado. Emociona".
‘Vía Crucis’ es un musical pensado para ser representado en las distintas catedrales españolas y, por su temática, en el entorno de la Semana Santa. Próximamente se presentará en Madrid.
Sergio Pérez, vicario episcopal, tomó la palabra al terminar la función y se dirigió especialmente a los numerosos jóvenes que llenaban las localidades. "Esta historia es vuestra historia y mi historia -dijo-. Jesús asumió su dolor con libertad y amor. Y esta historia se repite, también, en la guerra de Ucrania; en María, una chica que sufre 'bulling'; en Carmen, una mujer maltratada; o en una pareja que no llega a fin de mes. Acoged el ejemplo de Jesús, que nos enseña a abrazar nuestros miedos y a ponerlos al servicio del amor".
La música en directo fue interpretada por Adrián Rivas, al teclado, y María Romero, en la batería eléctrónica, que dio aroma a procesión de Semana Santa a varios pasajes de la obra. El altar mayor se enriqueció con dos obras de arte, el 'Cristo de la Expiración en el Misterio de la Séptima Palabra', de Juan M. Miñarro, que cedió la Cofradía de las Siete Palabras y San Juan Evangelista de Zaragoza; y 'Nuestro Padre Jesús Cautivo', de Mario Zambrano, cedido por la Real y Calasancia Cofradía del Prendimiento del Señor y el Dolor de la Madre de Dios, también de la capital aragonesa.
