'Los reyes del mundo': hijos del abandono

En el último Festival de Cine de San Sebastián, la Concha de Oro fue a parar a una película colombiana sobre el desarraigo, el abandono y la marginación. No sé si fue la mejor de las producciones a competición en dicha edición, pero lo que sí se puede decir de ‘Los reyes del mundo’ es que ofrece un crudo y realista retrato de la vida de aquellos chicos que han tenido las calles por cuna y escuela.

Dirigida por una realizadora habitual en series de televisión y que debutó en 2017 con ‘Matar a Jesús’, Laura Mora Ortega construye lo que se conoce como película de carretera con cinco protagonistas. Los cinco se han criado solos en los barrios de Medellín, sin más familia que ellos mismos. La posibilidad de recuperar un pedazo de tierra heredado y, sobre todo, la perspectiva que se abre antes ellos, que sueñan con encontrar un lugar en el que recuperar su dignidad y no ser nunca más humillados, les lleva a iniciar un largo viaje.

‘Los reyes del mundo’ es una película tan interesante y enérgica como trágico es el periplo de sus protagonistas. La realizadora, también coguionista, no hace concesiones en el desarrollo de un recorrido que muestra las grietas, las heridas y la miseria que acompañan a los personajes. Unos chicos que no han cumplido veinte años y a los que tanto se puede temer como compadecer, porque han crecido en la soledad y en la violencia. Y algo de todo eso esperan descubrir en ese viaje hacia un futuro en el que, al menos, creen que podrán vivir mejor.

Película dura, en la que Laura Mora Ortega exhibe todo un muestrario de comportamientos humanos y en la que la maldad compite a ratos con la bondad, ‘Los reyes del mundo’ es cine a pie de calle. Es decir, cine sobre problemas reales con personajes reales, sobre situaciones que tienen poco de ficción y mucho que ver con el mundo de hoy, como sabemos por las noticias de cada día. Una buena muestra de realismo, que al cine le sienta muy bien.