Después de los Oscar: así es la fiesta donde los famosos se desmelenan

La más tradicional  y la que reúne a más estrellas, la celebración tras la ceremonia de la revista 'Vanity Fair' es el entorno en la que premiados, invitados y otros que acuden solo a esta cita aprovechan para destensarse y pasarlo realmente bien.

Vsita general de la alfombra de la fiesta de Vanity Fair.
Vsita general de la alfombra de la fiesta de Vanity Fair.
DANNY MOLOSHOK

Posiblemente, ni siquiera para los más veteranos la ceremonia de los Oscar sea solo un trámite. Ser el foco de las miradas de medio mundo en la alfombra roja es casi un examen, un momento de tensión que, para los nominados, se extiende al patio de butacas del Teatro Dolby. 

La ilusión de verse candidato al más importante reconocimiento del mundo del cine,  y como era el caso ayer de muchos de los contendientes, por vez primera, se comparte con unos enormes nervios.

Así que tras la gala, se haya sido ganador o no, muchos de los rostros más conocidos del 'star sytem' hollywodiense acuden a algunas de las llamadas 'postparties', fiestas posteriores, en las que reunirse con los compañeros, celebrar el premio, consolarse por haberlo perdido , simplemente, dejarse ver.

La que desde hace ya muchos años sigue reuniendo a lo más granado de cada edición de los Premios Oscar es la que celebra la revista 'Vanity Fair'.

La de ayer tuvo lugar en el Centro Wallis Annenberg de Beverly Hills y demostro que sigue teniendo un enorme poder de convocatoria. Hasta allí acudieron gran parte de los premiados (salvo los que expresamente anunciaron que se irían  a casa pasara lo que pasara, como Jamie Lee Curtis). Pero se pudo ver a Michelle Yeoh y Ke Huy Quan, mejor actriz y actor de reparto, respectivamente por 'Todo a la vez en todas partes'.

Junto a ellos, hubo muchos rostros que alargaron la noche desde su paso por la alfombra champán de los Oscar: Ana de Armas, Florence Pugh, Allison Williams. La mayoría, además, se cambiaron de vestido, con lo que se generó una segunda alfombra  en la que, por cierto, pudieron verse vestidos mucho más atrevidos que en la de color champán.

Sin llegar ni de lejos al nivel estrafalario de la Gala Met, la noche se convirtió en un desfile de metalizados (una tendencia que fue la más repetida de la noche), transparencias y cortes que dejaban entrever generosamente algunas esculturales figuras.

Entre los invitados, todos muy conocidos, hubo variados perfiles. Desde riquísimos empresarios, como Jeff Bezos o la reina Midas de la tele, Shonda Rimes. A buen parte del clan Kardashian/Jenner, modelos veteranas como Herzigova o Christensen , cantantes como Billie Eilish o Ricky Martin o diseñadoras de moda como Donatella Versace o Vera Wang.

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