música

Los años zaragozanos de Diego 'el Cigala'

El cantaor celebra este jueves las dos décadas del disco ‘Lágrimas negras’ con un recital en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza.

Diego 'el Cigala' y José Barrés en 1995 en una actuación en Zaragoza.
Diego 'el Cigala' y José Barrés en 1995 en una actuación en Zaragoza.
Familia Barrés

Hay discos que nacen con la categoría de clásicos. Este fue el caso de ‘Lágrimas negras’, el resultado de la providencial colaboración del pianista cubano Bebo Valdés y del cantaor madrileño Diego 'el Cigala'. Dos mundos aparentemente remotos se fundieron para deleite de los amantes de la música: el bolero y el flamenco; la finura caribeña y la fuerza desbocada española.

Han transcurrido 20 años de aquella confluencia mágica y para celebrarlo El Cigala se ha embarcado en una gira que este jueves (20.30) recala en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza. No será una estación más en este itinerario que ya le ha llevado por Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, Chile, Perú y México, entre otros muchos destinos. Y es que la capital aragonesa fue refugio y hogar del intérprete en la segunda mitad de los 90, en la antesala de que adquiriera fama y notoriedad internacional.

El concierto donde comenzó todo

La génesis de esta historia se produjo en octubre de 1995, cuando fue contratado como uno de los dos cantaores que acompañaron al bailaor Jesús Rondeño en su actuación como telonero de José Mercé en el pabellón Príncipe Felipe. Un elenco en el que también se hallaba, con apenas 14 años, el percusionista zaragozano Josué Barrés. “Ese fue mi primer concierto profesional, siendo un chavalillo. Mi padre, José Barrés ‘El niño del Lunar’, tocaba la guitarra y el uruguayo Coco Fernández los teclados. Los cantaores fueron Jesús Tejero ‘El Harry’ y El Cigala”, recita la alineación.

La voz y el arte del Cigala no pasaron desapercibidos para los flamencos zaragozanos. “Ya se le veía que era un cantaor estratosférico. Nos impresionó a mí y a todos los gitanos de la ciudad. Tenía otro nivel. Yo no había ni he visto en vivo a nadie así, fuera de lo normal. Es una barbaridad lo que hace”, rememora Barrés con emoción.

Desde ese momento las estancias del cantaor en tierras aragonesas fueron habituales y prolongadas, siendo acogido en casas particulares. “Vivió a temporadas en Zaragoza. Venía durante un mes, se marchaba y regresaba unas semanas más. Se sintió muy bien recibido y tratado, muy a gusto".

Unas estancias en las que El Cigala daba rienda suelta a su talento en actuaciones en ‘petit comité’ en locales privados, como uno que José Antonio Hernández ‘El Fortuna’ -fue presidente de la Asociación de Promoción Gitana y un histórico del Rastro- regentaba por la zona del canal. Como el concierto de la fotografía que ilustra este artículo y que ha sido rescatada de su álbum por la familia Barrés. “No eran conciertos propiamente dichos, no se anunciaban, eran para aficionados del flamenco, al estilo de las peñas flamencas que existen en Andalucía. Cantó muchas veces con mi padre a la guitarra y yo a veces les acompañaba. Eran maravillosos, pura energía y disfrute para todos. Y, claro, aquella voz impactaba mucho. Hay que tener en cuenta que en aquella época no había tanta gente de flamenco en Zaragoza como hay ahora gracias a las escuelas que se han abierto y a otras actividades. Era otro mundo y allí destacaba con luz propia El Cigala”, comparte Josué Barrés.

Fue en aquella etapa en la que el cantaor editó su primer disco, ‘Undebel’ (1998), que no trascendió al público masivo como sí sucedió un lustro después con ‘Lágrimas negras’, el álbum que este jueves se celebra en el Auditorio. “Con Bebo la fusión fue preciosa. La tesitura de voz del Cigala, tanto en los agudos como en los medios y los graves es maravillosa y le permite fundirse con cualquier música. Es un metrónomo. Un nexo que se inicia con el ritmo, que es lo más tribal. Él puso al proyecto la capacidad rítmica del flamenco y dio con otro genio como Bebo Valdés, que incorporó el bolero. No es de extrañar que 20 años después aquel prodigio siga rodando e iluminando el mundo”, proclama el percusionista.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión