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Antonio Buil: "En las Hermanitas, giré la vista y descubrí un cuadro que jamás había visto de Julia Aguilar"

El anticuario y biógrafo, con Antonio Abarca, de la pintora y harapienta de Barbastro, habla de un cuadro y una foto que se han encontrado hace poco

El anticuario Antonio Buil en su biblioteca, al lado de un bodegón de Julia Aguilar.
El anticuario Antonio Buil en su biblioteca, al lado de un bodegón de Julia Aguilar.
Archivo Buil.

Uno de los personajes más fascinantes de la pintura aragonesa contemporánea es Julia Aguilar, famosa como Julieta Always. Nació en Barbastro en 1899 y murió en 1979. De ella se ha escrito mucho: su infancia y juventud en Huesca y Barbastro, sus años en Madrid y París, si fue o no amante de Miguel Primo de Rivera; su retorno a la ciudad del Vero, los años que dedicaba a la pintura y a la vez su vida casi mendicante, su descubrimiento por Modest Cuixart, que la llamó y la pintó como ‘La bruja de Barbastro’, los textos que le dedicó Luis García Bandrés en HERALDO, la novela y el cuento que le dedicó Ana María Navales. En 2014, el arquitecto Antonio Abarca y el anticuario Antonio Buil, ambos apasionados del arte, le dedicaron un libro biográfico que también presentaba la mayor parte de sus cuadros. Recientemente ha habido dos novedades: ha aparecido un cuadro nuevo y una foto donde se la ve con un fajo de periódicos.

Algunos años después de publicar su biografía, ¿cree que ha cambiado algo en la percepción y consideración de la pintora? ¿Diría que la conoce más gente, que interesa más, o qué ha caído, de nuevo en el olvido?

Sin duda, el conocimiento de sus obras y de su vida ha traspasado nuevas fronteras. El aprecio de sus trabajos ya no se circunscribe a unos cuantos apasionados que, con mayor o menor acierto, la hemos reivindicado, sino que alcanza a voces autorizadas de la investigación artística como Pilar Bonet, profesora de Crítica de Arte de la Universidad de Barcelona que, entre otras cosas, elaboró en el año 2019 un artículo para la revista ‘Observatorio Outsider Art’ de la Universidad de Palermo en el que analizaba los trabajos de Nina Karasek, Clara Schuff y Julia Aguilar.

Haciendo balance, ¿qué fue lo que más le impresionó de aquella mujer moderna y osada que acabó viviendo como una auténtica pordiosera?

Por supuesto, su misterio: de su vida y de sus obras, y, además de ello, la fortaleza y dignidad con las que afrontó los diferentes avatares que tuvo que sufrir, algunos son conocidos y, tal vez, los más terribles ignorados. Dejó dicho Curzio Malaparte en ‘La piel’ que no basta perder una guerra para sentirse vencido. Creo que con la ayuda de sus cuadros no sucumbió a esa intima capitulación que conduce al abismo.

En la Fundación Joan Brossa, una actriz disfrazada de ella, le rindió homenaje.
En la Fundación Joan Brossa, una actriz disfrazada de ella, le rindió homenaje a Julia Aguilar, más conocida por Julieta Always..
Archivo Buil.

No le ha perdido nunca la pista. Tanto usted como Abarca han seguido rastreando huellas. Por ejemplo, interesó en otros lugares y se expuso con la pintora Josefa Tolrá. ¿Cómo vivió aquello y cómo se percibió fuera de Aragón su obra?

He de confesarle que cualquier acto de reconocimiento hacia ella en el que yo haya participado, incluso esta entrevista, lo vivo con sentimientos ambivalentes. Por un lado, me produce una gran satisfacción y por otro, me hace sentir como un intruso: alguien que de algún modo ocupa un lugar que no le pertenece. A Julia le importaba poco o nada lo que los demás dijeran de sus obras y de ella misma. Su arte no estaba destinado a la exhibición, sino al encuentro con su esencia más íntima, con lo trascendente, con un concepto singular de lo divino. Hay algo asimilable al misticismo en sus obras y ese estado solo se hace posible cuando uno se aleja de todo.

Dicho esto...

Sí. Tanto en la exposición de Les Bernardes de Salt como en Es Baluard de Palma de Mallorca sus obras causaron gran impacto, especialmente sus textos: los grandes desconocidos. Fruto de ello, un tiempo más tarde, en la Fundación Joan Brossa se realizó un acto en el que se leyeron algunos de sus escritos por una actriz ‘disfrazada’ de una Julia joven y hermosa.

"Julia Aguilar es una artista que desciende a los primitivos orígenes de la expresión artística donde se aunaban la simplicidad, la magia, la revelación… lo trascendente"

Julia Aguilar es una artista naïf, una artista esotérica, una artista expresionista. ¿Cómo la ves desde un punto de vista estético?

Todas las clasificaciones no dejan de ser simplificaciones, y más en el caso de Julia. Tiene algo de todo lo que ha citado. Si tuviera que asignarle un calificativo sería el de original, pero no solo en el sentido de singularidad, sino en el etimológico: una artista que desciende a los primitivos orígenes de la expresión artística donde se aunaban la simplicidad, la magia, la revelación… lo trascendente.

Una de las grandes novedades en torno a ella es que se halló un cuadro suyo en Hermanitas… ¿Cómo fue el hallazgo y qué tiene de especial el cuadro?

Como todo lo relacionado con ella tiene algo de mágico. Andreu Aguilar, sobrino nieto de Julia, había viajado hasta Barbastro para que sus hijos, y él mismo, conocieran los lugares donde ella vivió, paseó…. En las Hermanitas de los Ancianos, su última residencia, nos dirigimos a la sala donde actualmente están expuestos los óleos que todavía conservan. Nada más cruzar el umbral de la puerta, giré la vista y descubrí, al fondo, un cuadro que jamás había visto y que sin lugar a duda era de ella. Me invadió ese suave escalofrío que producen algunas emociones placenteras. Julia se había vuelto a aparecer.

El cuadro que se ha encontrado en Las Hermanitas de Barbastro.
El cuadro que se ha encontrado en Las Hermanitas de Barbastro.
Archivo Toni Buil.

¿En qué estado estaba la obra?

Como muchos de sus obras, necesitaría una limpieza que permitiría apreciar mejor sus detalles. Es un cuadro misterioso, como todos los suyos. Un sinuoso flujo blanco y ocre divide un paisaje tenebroso. A la izquierda una especie de gruta con un extraño punto de luz al fondo, y a la derecha un personaje vestido con túnica blanca que en su mano izquierda sujeta un libro y con la derecha levanta una especie de pala de mango dorado. Por todo lo dicho, Antonio Abarca lo ha llamado ‘La aparición’.

Hace unos días, Jorge Mayoral, también conocido como ‘el centinela de los Pirineos’, le pasó una foto. Se ve poco a Julia pero se le ve, y lleva un montón de periódicos de ‘La Vanguardia’ o quizá de HERALDO. ¿Qué aporta esta foto, cómo la lee usted, qué ve ahí? ¿Es cierto que voceaba la prensa?

Es una foto inédita, seguramente tomada por el fotógrafo Salas en alguna mañana de diciembre de los años 50. La protagonista es una camioneta Dodge del Ejército de Tierra conocida como la 3/4, el mismo vehículo que utilizaba el general Patton en sus desplazamientos por el frente de guerra. La camioneta está cargada de productos para la Operación Pañuelo, una campaña navideña de Radio Juventud de Barbastro que destinaba lo obtenido a las Hermanitas de los Ancianos y a la Casa de Amparo. Julia y el señor de la boina son los únicos ajenos a la fascinación que producen el vehículo y las mercancías. Ella permanece indiferente a todo el revuelo. Es la imagen de la soledad, con su fajo de periódicos y su gorro con orejeras. Cuánto frío debió de pasar durante tantos crudos inviernos. Más que vocear, repartía algunos periódicos para la Imprenta Santamaría.

"Con mi amigo Antonio Abarca hemos hablado muchas veces de que su vida es digna de un documental o incluso de una película. A ver quién se atreve. Además, me gustaría que hubiera un espacio en Barbastro donde se expusieran permanentemente obras suyas y pudiera darse a conocer su figura"

¿Qué hizo en los últimos años, rodeada de gatos, Julia Aguilar para sobrevivir?

Lo más importante es que, como antes le he dicho, no capituló nunca, no se sintió vencida. En lo material tuvo siempre la ayuda de su hermano Mariano y de muchos barbastrenses, algunos lo hicieron con sincero y respetuoso cariño y otros desde una conmiseración distante.

La famosa foto. La mujer que sale con los periódicos bajo el brazo es Julia Aguilar.
La famosa foto. La mujer que sale con los periódicos bajo el brazo es Julia Aguilar.
Archivo Jorge Mayoral.

Fue reivindicada por los pintores, especialmente por Modest Cuixart, ha sido objeto de novelas y cuentos de Ana María Navales, escribió mucho de ella Luis García Bandrés, le dedicaron Abarca y usted una biografía, ha tenido varias exposiciones. ¿Se puede hacer algo más por ella?

Yo invertiría la pregunta: ¿qué puede ofrecernos todavía Julia Aguilar? Creo que mucho. Es necesario un análisis más profundo de sus cuadros y textos. Con mi amigo Antonio Abarca hemos hablado muchas veces de que su vida es digna de un documental o incluso de una película. A ver quién se atreve. Además, me gustaría que hubiera un espacio en Barbastro donde se expusieran permanentemente obras suyas y pudiera darse a conocer su figura. No un museo, pero sí un digno espacio para su recuerdo. Sé cuál debería ser ese lugar. Le cuento por ultimo que junto con Antonio Abarca y la colaboración de Mármoles Zamora hemos conseguido reparar ‘in extremis’ el descuidado nicho donde descansan sus restos y los de su padre, y así evitar que se depositaran en una fosa común.

¿Dónde están sus obras y cuántas piezas hay de ella en Barbastro…?

Las que conocemos se encuentran repartidas entre Barbastro, Barcelona, Jaca, Madrid y Zaragoza. Por cierto, me gusta que la llame Julia. Julia Aguilar.

El nicho de la familia Aguilar y suyo también.
El nicho de la familia Aguilar y suyo también.
Archivo Antonio Buil.
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