DÍA DE SAN VALENTÍN

Del "estudias o trabajas" al 'match' en Tinder: "Ahora es más fácil acercarse, pero también irse"

Las redes sociales y las aplicaciones, así como los nuevos valores sociales, han cambiado la manera en que se establecen las relaciones: el compromiso ya no está en el centro y se filtra más al elegir.

Nuevas relaciones: el príncipe azul está en peligro de extinción.
Nuevas relaciones: el príncipe azul está en peligro de extinción.
H. A.

En la segunda década del siglo XXI, internet, las redes sociales y la proliferación de aplicaciones para encontrar pareja han revolucionado la manera de mover ficha en el tablero del amor. El "estudias o trabajas" como frase para romper el hielo descansa hace años en el trastero del ligoteo y el mundo virtual compite con los bares como escenario principal para que surja la chispa. El "a mi amiga le gustas" podría estar perfectamente en vías de extinción en favor de los "me gustas" de las redes sociales. Que "te dejen en visto" es el nuevo levantar el teléfono fijo para ver si daba señal cuando se empezaba a perder la esperanza de recibir la llamada del amado.

Pero no solo la tecnología nos ha cambiado. También otras cosas. Han caído muchos tabúes y evolucionado las sensibilidades. No digamos el papel de la mujer en la sociedad, gracias al empuje de las nuevas olas del feminismo.

"A día de hoy las relaciones comienzan de manera más informal, ya no se está con la mirada puesta únicamente en lo que va a pasar a continuación", opina la psicóloga María González. El largo plazo ya no es un valor en sí mismo en las relaciones: "Antes el objetivo a la hora de iniciar una relación era más claro mientras que ahora hay más lugar incluso para confusiones entre la amistad y el amor". Otra psicóloga, Ana Notivoli, acostumbrada a trabajar con adolescentes lo sabe bien: "Ahora todas las relaciones, también las adultas, se empiezan de manera más casual. Pero son los más jóvenes los que van más allá en este terreno: te hablan de rollo, lío, 'crush', novio... Hay muchas variantes".

Lejos de verlo como un problema, para González es una oportunidad "para sacar algo bonito, porque sea una cosa u otra, de lo que se trata es de que haya unos sentimientos compartibles para aprovechar y exprimir".

En una sociedad más libre y desprejuiciada en la que la mujer ocupa un papel muy diferente la idea misma del romanticismo está en entredicho.

"El estereotipo romántico en torno a la pareja se está perdiendo", dice Notivoli. Se lo explica por el cada vez más amplio abanico de maneras de abordar una relación y que van desde la más clásica -con pedidas formales de mano incluidas- a aquellas personas a las que ni les pasa por la cabeza casarse. "Se han roto muchos tabúes y el príncipe azul no existe", añade María González. "Hay más libertad; los caminos del amor son variadísimos, todo es más natural", sostiene.

En este sentido, González cree que "la tecnología nos limita, pero también da la oportunidad de conocer más cosas, más gente". Coincide en este punto la también psicóloga Laura Balsa: "Las aplicaciones de relaciones han venido para quedarse". En todo esto influye una sociedad en la que cada vez hay menos tiempo y más diversidad en las relaciones o en los tipos de familia. Por no hablar del gran empujón extra que a juicio de todas estas expertas ha supuesto el covid en estaa nuevas formas de relacionarse.

Optimizar el tiempo

Balsa encuentra en las relaciones a través de la redes sociales una forma de "optimizar" el tiempo, como "una previa de la relación" que permite "conocer más gente en menos tiempo". "Es algo que se ha normalizado completamente, de la misma manera que antes para salir había que trasnochar y ahora existe el tardeo", añade. Otra ventaja a su juicio: "Que a muchas personas les permite exponerse menos".

Justamente, a juicio de Notivoli, los tímidos están entre los principales beneficiados de las crecientes métodos no presenciales para ligar.

"Con las aplicaciones, la timidez desaparece o se enmascara. Se les facilita el relacionarse los menos lanzados, que pueden expresar emociones de forma más adaptativa, es decir, mucho menos traumática, no han de decir el "me gusta" a la cara. También se produce todo más adecuadamente a otros parámetros como la edad o el tipo de relación que se desea".

Es en este punto donde, reconocen las profesionales, las ventajas para unos pueden ser un problema para otros: "Con las relaciones a través de internet es más fácil acercarse, pero también irse". Notivoli: "Hay gente tímida que, amparada por la distancia que generan las redes, tiene más tendencia a ilusionar a otras personas, a hablar con varias personas a la vez o, incluso, a engañar a otros para aumentar ese ego".

Ante esta situación, González recomienda "analizar ese vínculo, ver cómo empieza, cómo sigue, estar atento a esos contratos que de manera informal se van establecimiento, plantear unas normas de convivencia...". Y estar atento a los riesgos señala los riesgos que también existen por el uso de estos métidos: "Puede haber pérdida de empatía, comunicar cara a cara, riesgo de dar con personas que no son lo que parecen".

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