La genialidad y sus sombras
Detenerse en la carrera de Todd Field lleva a lamentar que en veinte años solo haya firmado tres películas. Sorprendió con la apreciable ‘En la habitación’, atrajo con ‘Juegos secretos’ (2006) y ha regresado con ‘Tár’, nominada a seis premios óscar y construida sobre la formidable interpretación de Cate Blanchett, que apunta a ganar su tercera estatuilla. Field describe el perfil y la vida de una directora de orquesta de impresionante trayectoria y ahora al frente de la Filarmónica de Berlín. Durante la primera hora se dedica a ofrecer un retrato casi integral de la mujer mientras desliza e introduce detalles que asoman de fondo y anuncian el camino que va a seguir la historia. Desde lo que evoca la figura encarnada por Blanchett, el autor hace pensar en la genialidad y en la posición que favorece así como en sus sombras, en la trastienda, y escenifica el esplendor máximo y la caída. En esta aparece el tema la cancelación, muy actual y del que lanza una interesante consideración previa (lo que le dice a un alumno).
El magnetismo que ejerce la brillantez de la actriz tiene su efecto en la narración, revestida de por sí de la sugerencia del singular mundo de la música clásica y a la que no le pesa la abultada duración. Field se muestra inspirado en el manejo expositivo, en lo que logra transmitir mediante el tono, la puesta en escena, los aspectos sutiles, los expresivos (las miradas, en especial las de la esposa y las de la asistente) y los concisos.
El desarrollo incide en las consecuencias de lo ocurrido con una expupila, en las cosas que empieza a sentir en esa coyuntura (vertiente con ecos fantasmales y enigmáticos), en la llegada de la joven chelista que le cautiva, en las decisiones que toma y en su efecto en el seno de la orquesta. Tras el potente clímax, el tramo final puede parecer accesorio, sensación disipada por su lectura y por el gráfico contraste que implica la última secuencia.
