literatura. ocio y cultura

Marilar Aleixandre narra en Xordica el viaje hacia la dignidad de las presas del XIX

La editorial aragonesa publica la traducción al castellano de ‘Las malas mujeres’, la novela con la que ganó el Premio Nacional de Narrativa de 2021

Marilar Aleixandre es una escritora muy versátil: poeta, novelista, narradora juvenil, ensayista...
Marilar Aleixandre es una escritora muy versátil: poeta, novelista, narradora juvenil, ensayista...
Xoán Álvarez

La intuición y el azar nunca duermen, y a menudo se alían. Le sucedió al editor de Xordica Chusep Raúl Usón: tras publicar ‘Virtudes (y misterios)’ de Xesús Fraga, Premio Nacional de Literatura de 2020 y premio Blanco Amor de 2019, en su edición original en gallego, decidió mirar quién había ganado la edición del año siguiente de uno de los máximos galardones de la narrativa en gallego. Era ‘As malas mulleres’ (Galaxia, 2021) de la escritora y profesora de ciencias Marilar Aleixandre (Madrid, 1947). “Me interesó la sinopsis y contacté con Marilar en junio de 2022. Le pedí un ejemplar, y le pregunté si tenía una versión en castellano. La tenía y me interesó mucho la novela por varias razones. La primera porque es una novela donde las protagonistas se redimen de su miserable existencia a través de los libros y la cultura”, dice Usón. Pero encontró muchas más cosas: era un libro sobre las mujeres, el feminismo y una época compleja. “Las mujeres son las principales lectoras. El debate sobre la igualdad de la mujer y el feminismo está muy vivo. Y me parecía que serían muchas mujeres las que se sentirían concernidas por este libro”.

Contrataron la edición, que saldría para febrero o marzo de 2023. El 24 de octubre pasado, ‘As malas mulleres’ de Marila Aleixandre ganaba el Premio Nacional de Narrativa por su «original estructura híbrida que la convierte en una singular novela histórica sobre la situación carcelaria de las mujeres en el siglo XIX, con un admirable dominio del diálogo y del lenguaje. Recupera la memoria de una forma brillante en diálogo con la tradición literaria», explicó el jurado tras el veredicto. Y agregaba en unos segundos matices: «Un coro de voces femeninas de diversas clases sociales introduce elementos de la poesía popular y la cultura oral. La autora pone el acento en las desigualdades y a la vez ofrece una mirada esperanzadora: la capacidad de resiliencia y emancipación del ser humano, destacando la importancia de la sororidad y del compromiso con los demás».

"Es una novela donde las protagonistas se redimen de su miserable existencia a través de los libros y la cultura (...) Las mujeres son las principales lectoras. El debate sobre la igualdad de la mujer y el feminismo está muy vivo. Y me parecía que serían muchas mujeres las que se sentirían concernidas por este libro”.

Chusep Raúl Usón está muy feliz: “No es frecuente que dos novelas en gallego ganen ese galardón en 2021 y en 2022. Ese golpe de suerte nos llevó a adelantar la publicación. Salió principios de diciembre y la primera edición de 2.000 ejemplares está casi toda vendida”, dice el editor, que en su sello, junto a autores de referencia para él (Fernando Sanmartín, Julio José Ordovás, José Luis Melero o Severino Pallaruelo, son algunas de sus referencias entre los aragoneses), ha mostrado un gran interés por las lenguas hispánicas: ha publicado al mequinenzano Jesús Moncada, al catalán Joan Perucho, al gallego Xosé Luis Méndez Ferrín, al portugués Gonçalo Tavares, al asturiano Xuan Bello y al vasco Bernardo Atxaga.

La edición de ‘Las malas mujeres’, traducida por la propia autora, lleva una ilustración de portada del gallego Diego Estebo. Aunque es una novela de ficción, tiene un sustrato real. Es una narración coral que tiene cuatro focos distintos: por un lado, es la historia de la joven Sisca, de quince años, que vive en la prisión de La Galera en La Coruña, en 1863 (el año que se publicó ‘Cantares gallegos’ de Rosalía de Castro, muy presente en el libro), aunque debiera estar en otra parte. La autora recuerda que “galera es la casa de reclusión donde se encierra por castigo a las mujeres sentenciadas a aquella pena”, dice que no existe memoria escrita de ello pero Marilar tuvo la suerte de hallar “unos documentos inéditos”.

El segundo foco es el relato de Concepción Arenal, visitadora de las cárceles, y también cronista y reformadora de sus injusticias y miserias. Otro foco se centra en la escritora, activista social y benefactora Juana de Vega, que se empeñó en enseñar a leer y lideró la defensa de la formación de la mujer

El segundo foco de la narración es el relato de Concepción Arenal, visitadora de las cárceles, y también cronista y reformadora de sus injusticias y miserias, de acentuados sentimientos religiodos. Otro foco se centra en la escritora, activista social y benefactora Juana de Vega, que se empeñó en enseñar a leer y lideró la defensa de la formación de la mujer, y la cuarta parte es un “mudo coro de las malas mujeres”, que entona cantos y denuncias de los abusos sexuales de los señoritos, caciques y otros depredadores; entre esos cantos, llama la atención la pieza ‘A xustiza pola man’, ‘La justicia por la mano’, de Rosalía de Castro. De la poeta dice la autora, también poeta y reconocida autora infantil y juvenil, que “tan fielmente retrató la vida y penas de las gallegas en poemas que las mujeres -y no solo mujeres- hicieron suyos”. Un personaje, por cierto, explica muy bien la actitud de Juana María de Vega: “Mucha gente cree que las mujeres no necesitan leer. La señora Juana María no está de acuerdo, por eso me enseñó a mí y yo puedo enseñarte ahora”.

Marilar Aleixandre, desde La Coruña, dice que “una escribe para que los libros perduren y no piensa en los premios ni en los jurados. He estado en alguno varias veces, por mi condición de escritora de literatura infantil y juvenil y como académica, y sé que es un premio limpio. Estoy muy contenta. Llama la atención que se premien dos novelas gallegas. Cuando se llegan a las eliminatorias finales nadie piensa en el libro que ganó el año anterior”, dice la escritora, que está muy contenta de la edición en castellano de Xordica. “Chusep Raúl Usón es muy encantador y profesional. Hemos trabajado hasta la última coma. Se preocupa no solo del contenido sino también del contenedor, es consciente de que el libro es un objeto perfecto, de arte, y se desvive por ello”.

La autora explica que siempre le han gustado los libros mestizos y desea que en sus novelas haya un conflicto. Ella se ha mostrado interesada en diversos aspectos del feminismo, ha estudiado a Pardo Bazán. “Y un día, leyendo la biografía de Concepción Arenal que escribió Anna Caballé, leí que ella se había iniciado como visitadora de cárceles en La Galera, en la Coruña. Me di cuenta de que había una historia en la que se mezclaban otras cosas: la enseñanza, los libros y la cultura como elementos de transformación”, explica.

La Galera estaba al lado de la Calle Real de La Coruña, se sabe que hubo unas 300 mujeres y que la idea de encarcelarlas -es decir, de crear estas prisiones femeninas- fue de una monja del siglo XVII que le sugirió a Felipe III la creación de unas galeras en tierra como las que tenían los hombres en el mar. “¿Quiénes iban allí? Mujeres de toda condición: que habían hecho un pequeño hurto, prostitutas, mendigas, madres solteras. Y allí algunas aprendieron a leer, que es algo que se plantea en mi novela gracias a Concepción Arenal, la escritora Juana María de Vega, etc.”, dice Marilar Aleixandre.

"Yo quería que estas mujeres de las que sabemos muy poco, o casi nada, tuvieran una voz, una respuesta, ante una vida marcada por la injusticia, la miseria o el abuso de poder. Y la voz que yo les doy es la voz de los poetas: de Rosalía de Castro, principalmente, o la de Eduardo Pondal”, dice Marilar Aleixandre

“¿Dónde está el conflicto? Hay varios. Concepción Arenal era una defensora de la libertad de la mujer, y a la vez por su temperamento religioso creía en algunas formas de justicia divina. “Sí, ella es una mujer paradójica con un dilema moral. Y dentro está Sisca, de quince años, y no sabes por qué. Seguramente lo esté por haber ayudado a su madre. No sabemos bien cuál era la culpa de estas mujeres”. Marilar Aleixandre, en paralelo a estos caminos de su invención, añade “el mudo coro de las mujeres malas”. “Me siento satisfecha de estas historias. Yo quería que estas mujeres de las que sabemos muy poco, o casi nada, tuvieran una voz, una respuesta, ante una vida marcada por la injusticia, la miseria o el abuso de poder. Y la voz que yo les doy es la voz de los poetas: de Rosalía de Castro, principalmente, o la de Eduardo Pondal”, dice. 

Recuerda Marilar que ‘As malas mulleres’ ya va por la sexta edición y que vendrá a Zaragoza a presentarla. “Hay algo muy importante en mi vida: me interesan mucho la investigación y el pensamiento crítico, y aquí hay una defensa del acceso al conocimiento de la mujer. Creo que es un tema capital”. Una última revelación. Marilar Aleixandre sabe que en La Galera (“En España podía haber 40”) había unas 300 mujeres, “y el único nombre del que estoy seguro es el de la bandolera Pepa a Loba. Toda una leyenda de Galicia”, concluye.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión