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El zapatero prodigioso de Fuentes de Ebro: "Solo la artesanía es sostenible, lo demás es postureo"

Ignacio Aldanondo dejó atrás 12 años al frente de su propio estudio de arquitectura para aprender las bases del oficio de zapatero y montar junto a su compañera Catuxa Fernández, un taller, Aldanondo&Fdez, que ha obtenido el Premio Nacional de Artesanía en dos ocasiones, en 2019 y el 2022, en este caso al Objeto Artesanal Producido. 

El zapatero de Fuentes de Ebro, Ignacio Aldanondo, y una de sus creaciones
El zapatero de Fuentes de Ebro, Ignacio Aldanondo, y una de sus creaciones
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En 2008, Ignacio Aldanondo decidió junto a su compañera Catuxa Fernández aprender a hacer zapatos. Lo hizo de la mano de un maestro artesano, en el corazón de Barcelona, donde este aragonés, nacido y criado en Fuentes de Ebro, regentaba un estudio de arquitectura desde hacía 12 años. "No fue algo vocacional, solo queríamos volver trabajar a mano en lo que fuera, como terapia", asegura.

Quince años después, Aldanondo&Fdez es una firma de referencia en zapato artesanal, un rango reconocido no solo por una creciente clientela, mucha de ella internacional,  sino también oficialmente, con el Premio Nacional de Artesanía que el taller ganó en 2019 y en 2022, en esta ocasión en la categoría de Objeto Artesanal Producido.

El reconocimiento tuvo para estos arquitectos reconvertidos en artesanos gran importancia a nivel profesional: "La artesanía es en realidad una disciplina bastante desconocida. Otros Premios Nacionales son muy celebrados y hasta el premio en metálico es mayor, y me alegro, pero la artesanía pasa desapercibida porque al final son técnicas centenarias pero que están ligeramente enfermas, habría que rescatarlas", sostiene Aldanondo. Para él, además, el galardón supuso un espaldarazo personal. Cuenta: "Es una certificación que te dice: 'Lo tuyo está bien' y yo soy de los que necesito que alguien me diga que lo que hago es bonito. Me anima a seguir". Peor hay más: "Cuando les dije a mis padres que iba cerrar el despacho de arquitectura por hacerme zapatero casi les da un soponcio. Les parecía que estaba bajando la escalera entera en los peldaños sociales. El premio fue un "Papá, mamá: no me estaba equivocando".

Además de la marca, que fabrica a medida y solo por encargo zapatos que llevan dos meses de trabajo a mano, ambos son profesores en varias universidades y mantienen una escuela abierta con la esperanza de que el oficio no se pierda. En el futuro, la publicación de un libro, 'Historia de la incomodidad', sobre el devenir del calzado.

Dice que la artesanía está enferma. Pero sus valores están más de moda que nunca: la sostenibilidad, lo local...La artesanía y la sostenibilidad van de la mano de manera congénita. Son técnicas centenarias y a veces milenarias que nos civilizaron, nos han hecho ser lo que somos, que elaboran con materia prima los productos de mayor calidad que hayan existido:  antes de la revolución industrial todo debía ser duradero. Los saberes de la artesanía no tienen que perderse y deberían aplicarse de alguna manera en la ejecución de productos seriados.

"Antes de la revolución industrial todo debía ser duradero. Nuestros zapatos se fabrican como hace 200 años y duran hasta 60".
"Los zapatos siempre han sido un objeto caro, desde tiempos de los romanos"

Para la industria textil la sostenibilidad es ahora un argumento de venta.Gran parte de la filosofía artesanal se ha perdido. Cualquier emporio de la moda que enuncia el término sostenibilidad es en realidad 'greenwashing' (postureo medioambiental) porque solo lo artesanal es sostenible. Si tú produces en un lugar en el que ni siquiera conoces a tus empleados, si solo hay objetivos por volumen de ventas y hay que rendir cuentas antes los inversores, es materialmente imposible que puedas ser sostenible. Sostenible solo es la artesanía. Nosotros no tenemos stock, solo fabricamos a demanda. No tenemos almacenes como Amazon, produciendo cosas que no se sabe si se van a vender o no y que necesitan del marketing para crear esa necesidad.

¿Y lo sigue siendo la resistencia? Que un par de zapatos apenas duren ya es lo normal.Nosotros hacemos los zapatos como hace 200 años y pueden durar entre 40 o 60 si se cuidan bien. La gente dice: "No sé lo que es pero este zapato es diferente". Lo que hace perdurable un zapato está entre el forro y el corte. En el chasis, para entendernos.

Y eso tiene un precio. Sus zapatos no bajan de los 400 euros.Hay algo realmente objetivo y es que nuestro oficio ahora mismo es elitista. En realidad, ya en el tiempo de los romanos los zapatos eran caros, no se los podía permitir cualquiera, entre el 80 y el 90% de la gente iba descalza. Porque es muy difícil elaborar un producto que sea altamente funcional, duradero. Y además la piel es una materia prima que siempre ha sido cara. Nuestros zapatos son de piel y a medida, como los vestidos de Balenciaga que al igual que los edificios tenían una estructura interna que es clave pero no es vislumbrable. Por eso hay que explicarlo. Hay que tener 15 minutos para entender el trabajo que hay detrás, que es lo que explica el precio. Es un zapato seriado, con unos componentes que se monta como un puzzle artesanalmente.

"En la escuela se debería enseñar el valor del trabajo con las mano, para que los chavales no solo conocieran el marquetin"
"Ningún tacón es bueno: el calzado tiene que replicar lo más posible el ir descalzo"

Que cierta artesanía, como la suya, sea algo hoy en día algo elitista, ¿no es la gran paradoja?A la artesanía el lujo le ha pillado a contrapié. No ha decidido entrar en el lujo, sino mantener las horas que se necesitan para hacer los productos de calidad y son las horas las que van subiendo de precio debido a la revolución industrial. En Aldanondo&Fernández creemos que si bajamos de las 40 horas de trabajo baja la calidad nuestro productos. El precio son 10 euros la hora.


¿La mano de obra ya no está en la cabeza del consumidor a la hora de valorar las cosas?
Somos conscientes de los precios, a veces tengo ese conflicto interno de cómo yo, que vengo de una familia de clase media-baja, estoy haciendo zapatos que parecen destinados a gente con mucho dinero. Pero mi maestro zapatero me dijo que la artesanía no ha decidido esta situación, que no puede recaer sobre ella el peso porque si rebajamos el precio va a ser perjudicada. Lo que hemos hecho en este sentido es crear una pequeña escuela para que estos procesos centenarios civilizadores y culturalmente muy valiosos pasen a otras personas. Otra cosa que me dijo la persona que me enseñó el oficio es que tengo una catedral entre las manos y que tenemos la responsabilidad de conservarla. Ahora, te digo que la mayoría de nuestros clientes hacen un esfuerzo, que vienen tras ahorrar el dinero.

"Para nosotros el lujo es calidad honesta. El de ahora es una 'logotomización'".
"En las tiendas de lujo hay zapatos hechos en Alicante o en Italia cuyo precio de coste es de 44 euros y se venden por 900".
"En el caso de la artesanía, hay que dedicar 15 minutos para entender el trabajo que hay detrás y que explica el precio".

Hablamos de lujo y elitismo, pero tengo la impresión de que son precisamente las marcas asociadas a estos conceptos, que nacieron con la calidad por bandera, son las primeras que están abandonando el barco de la artesanía.Para nosotros el lujo es la calidad honesta. Los primeros talleres de Chanel o de Dior eran de calidad honesta. Eran elitistas pero sabías que lo que comprabas tenía detrás cientos de horas de trabajo y los mejores materiales: que ese vestido lo podrían heredar tus descendientes. Pero eso ya no existe. En las tiendas de lujo de las grandes paseos de la moda -no digo nombres porque son todos- hay zapatos hechos en Alicante o en Italia cuyo precio de coste es de 44 euros y se venden por 900. Esos zapatos no están ni siquiera cosidos, sino cementados, pegados.

Ahora precio y calidad ya no van de la manoLa calidad que tiene ahora mismo Inditex es muy parecida a la de Gucci. La diferencia está en los alquileres de los locales, las campañas de marquetin... Su lujo no se sustenta en los dos pilares que nosotros creemos básicos y que son tangibles, el material y la ejecución. Pero hay otro que es sintético, construido por el ser humano, esa idea de exclusividad a través de la marca o de las ediciones limitadas.

Los logosEse es lujo actual nosotros lo llamamos 'logotomización'. Importa más el logo que la calidad honesta. Por ejemplo, unas zapatillas de deporte de ediciones limitadas suelen tener un precio de producción de unos 20 euros. Pero como solo se han hecho diez porque a ti te ha dado la gana se cobran a 1.300 euros.

Entonces, cómo se reconoce un buen zapato.La Primaria debería implementar asignaturas que tuvieran que ver con el trabajo real para que nuestros chavales no solo conocieran el marketing. De la misma manera que desde pequeños recibimos nociones de cuestiones básicas: en el instituto de Fuentes me enseñaron asignaturas que son obligatorias porque hay consenso en que nos construyen como humanos. Podrían ser obligatorias asignaturas que sirvan para reconocer la importancia de lo que se hace con las manos. En realidad, en el caso de los zapatos es difícil porque todo lo que hace que un zapato marque la diferencia se ventila en su interior. Eso sí, desde hace unos tres años a los artesanos nos lo están poniendo cada vez más fácil: es tan, tan, tan malo lo que se hace ahora que por la mera observación, por el brillo de la piel, ya se aprecia.

"Desde hace unos tres años a los artesanos nos lo están poniendo cada vez más fácil: es tan, tan, tan malo lo que se hace ahora que por la mera observación, por el brillo de la piel, ya se aprecia".
"En los años 50 se dio la cumbre de la hormería".

Y luego está la comodidad.El calzado tiene un gran componente simbólico, por lo que casi nunca suele ser funcional. Solo el calzado popular ha sido tradicionalmente cómodo, el resto suele ser con tacones y hormas extrañas por esta pulsión que tiene el humano por hacer cosas diferentes.

Hay gente que dice que va cómoda con tacones o que no puede ir de plano.Ningún tipo de tacón es bueno. El mejor caminar sería andar descalzo y por eso el calzado tiene que replicar lo más posible esa circunstancia. Lo ideal es posar sobre duro, en una suela de piel que además es transpirable. Pero lo importante es la dureza.

¿Qué opina del uso masivo de zapatillas de deporte?Lo veo como algo positivo en el sentido de que se asume que lo importante es la comodidad. Pero el problema está en las suelas, que son demasiado blandas y acaban causando la fascitis plantar. Casi todas las enfermedades del pie vienen de ir mal calzado.

¿Siguen las tendencias?No, sobre todo porque nuestros zapatos tienen que ser duraderos. Lo que hacemos es asirnos a los cimientos históricos del calzado y modificar ligeramente los patrones existentes que están en el universo mental de todo el mundo, de tal manera que si no es este año será el siguiente que la tendencia lo recuperará. Mi maestro por ejemplo llevaba siempre cangrejeras. En invierno, con calcetines.

¿Hay algún tipo de calzado que sea su favorito?En Aldanondo&Fernández preferimos trabajar con hormas clásicas: las nuestras son de los años 40, 50, 60 y 70, las que nos han legado nuestros maestros. Pero para nosotros en los 50 se dio la cumbre de la hormería: sus siluetas, su volumetría, las proporciones son tan bellas y tan bien construidas... 

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