Ava Gardner, cien años de una leyenda que cautivó con su belleza y su personalidad

La actriz estadounidense nació un día como hoy, hace un siglo, en Grabtown, Carolina del Norte, y vivió una intensa parte de su vida en España e Inglaterra.

Ava Gardner en la plaza de todos de la Misericordia de Zaragoza.
Ava Gardner en la plaza de todos de la Misericordia de Zaragoza.
Luis Mompel

Una de las figuras mas cautivadoras de la historia del cine, Ava Lavinia Gardner (Grabtown, Carolina del Norte, 1922-Londres, 1990), nació un día de Nochebuena hace hoy cien años. La actriz de películas como ‘Forajidos’, ‘Mogambo’, ‘55 días en Pekín’, ‘Las nieves del Kilimanjaro’ o ‘La condesa descalza’ fue una reina con alma de campesina, con una existencia llena de amores, excesos y tropiezos. La segunda mitad de su vida transcurrió en Madrid, donde residió durante más de una década, y Londres, donde falleció en 1990, a los 67 años.

Sus matrimonios con Mickey Rooney, Artie Shaw y Frank Sinatra, sus romances con Robert Taylor, Howard Hughes y Robert Mitchum y sus amoríos con los toreros Luis Miguel Dominguín y Mario Cabré, entre otros, alimentaron su imagen estereotipada de ‘femme fatale’ incandescente e indomable. En realidad fue un ser independiente que se anticipó a la liberación de la mujer y que vivió sin ataduras.

Nacida en un entorno rural en Grabtown, una pequeña localidad estadounidense de Carolina del Norte, su familia, dedicada al cultivo de tabaco y algodón, sufrió las estrecheces provocadas por el Crack del 29. Ava era la menor de seis hermanos y su mundo cambió a los 18 años, cuando fue descubierta por la Metro- Goldwyn-Mayer gracias a unas fotos que le había hecho su cuñado. Su rotunda belleza natural y su fotogénico rostro no pasaron inadvertidos a los estudios de cine, que le hicieron un contrato por siete años, sin que por entonces supiera actuar ante la cámara.

Entre 1941 y 1946 hizo una veintena de filmes, apareciendo en papeles secundarios, hasta que interpretó el papel de Kitty Collins en ‘Forajidos’ (1946), la película con la que alcanzó la fama. Su consagración total llegaría con ‘Una vida y un amor’ (1947) y ‘Venus era mujer’ (1948). Para entonces ya se había casado dos veces, la primera en 1942, con el actor Mickey Rooney, un matrimonio que se rompió en apenas un año, y la segunda en 1945, con el músico Artie Shaw, un enlace que duró aproximadamente lo mismo que el anterior.

Rumbo a España

El rodaje de ‘Pandora y el holandés errante’ (1951) en la localidad gerundense de Tosa de Mar fue uno de los trabajos más importantes de su carrera y marcó un punto de inflexión para la actriz. «Salí de Estados Unidos y conocí Inglaterra y España, donde pasé casi toda mi vida», contaría años más tarde.

En 1951 se había casado con Frank Sinatra, un cantante que por entonces atravesaba un mal momento profesional. Su matrimonio, con idas y venidas, y con algunos viajes de Sinatra a España, preso de los celos por los romances que la actriz mantuvo en aquel tiempo con Mario Cabré y Luis Miguel Dominguín, se disolvió oficialmente en 1957, aunque ya habían roto su relación unos años antes.

"España el único lugar del mundo en el que sentí algo parecido a la felicidad"

Se arrepintió de inmediato de su desliz con Mario Cabré, a quien consideraba un «pesado» que quería llevar más allá de la pantalla su papel en ‘Pandora y el holandés errante’. Sin embargo, con Dominguín tuvo una relación más duradera, entre 1952 y 1954, pero el diestro, uno de las grandes figuras de la época, no estaba dispuesto a seguir el ritmo de alcohol y desenfreno de Gardner. Su relación terminó y el torero se casó finalmente con Lucía Bosé en 1955.

En el Madrid de los 50 y 60

Hacia mediados de los 50, la actriz fijó su residencia en Madrid. Vivió en La Moraleja y en El Viso (Chamartín), donde tuvo como vecino al expresidente de Argentina, Juan Domingo Perón, quien se quejaba de los frecuentes alborotos en el piso de la artista. La serie ‘Arde Madrid’, de Paco León, refleja aquel momento en el que la estrella disfrutaba junto a una élite de artistas y aristócratas en coctelerías y tablaos de la noche madrileña. Paradójicamente, Ava Gardner había escogido pasar sus mejores años de libertad plena en un país donde imperaba una dictadura. Pero España fue para ella el escenario de una fiesta permanente, «el único lugar del mundo en el que sentí algo parecido a la felicidad», confesaría hacia el final de su carrera.

A finales de los 60 se instaló en Londres, aunque regresaría a España para filmar uno de sus últimos títulos, ‘Harem’ (1986). En 1964 rodó ‘La noche de la iguana’ (John Huston) y a partir de entonces apareció en trabajos menores (‘El hombre que decidía la muerte’, ‘The sentinel’...). Su filmografía abarca alrededor de 60 películas, una nominación al Óscar por ‘Mogambo’, y la Concha de Plata a la mejor actriz por ‘La noche de la iguana’. Detestaba el apodo de ‘animal más bello del mundo’ y añoraba su infancia, la inocencia de aquella niña que no pretendía ser actriz y que disfrutaba correteando descalza por los campos de su Grabtown natal.

La actriz en Zaragoza, captada por Luis Mompel

Ava Gardner estuvo en la plaza de Toros de Zaragoza a mediados de los 50, según dos documentos gráficos de HERALDO. Uno es la famosa imagen del fotógrafo Luis Mompel, que no llegó a publicarse en las páginas del periódico. «Al principio no reconocí a Ava Gardner. Simplemente vi a una hermosa mujer entre la gente y disparé. Descubrí luego quién era», explicaba Mompel sobre la instrahistoria de esta icónica fotografía en la que también aparece, en primer término, el entonces alcalde de Herrera de los Navarros, Saturio Bedoya. No se sabe con certeza cuándo se captó esta instantánea, pero sí la fecha de otra foto de la actriz en el coso zaragozano, el 14 de octubre de 1955, firmada por Miguel Marín Chivite.

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