Resulta reconfortante echarse a la calle una lluviosa noche de puente en una Zaragoza semivacía y toparse con una banda diferente, que escapa de los parámetros habituales, muestra un sonido personal y además empapa sus canciones en abundantes dosis de ironía y sentido del humor.

Se hacen llamar Chaqueta de Chándal, vienen de Barcelona y el jueves presentaron en La Lata de Bombillas su segundo álbum, titulado ‘Futuro, tú antes molabas’.

Las canciones del trío formado por Guillem Caballero (voz y teclados), Natalia Brovedanni (guitarra y voces) y Alfonso Méndez (batería y voces) combinan melodías pop, actitud punk, destellos psicodélicos, influjos del rock alemán de los 70 (Can, Neu!), incluso ciertos toques progresivos. Todo ello embadurnado con unos textos entre mordaces y provocadores; así, presentan ‘¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir Bezos?’ como «una crítica despiadada del materialismo».

El tono cáustico prosigue, en este caso hacia los festivales indies y el underground, en ‘A moderno resabiado no le mires el dentado’; y lo mismo puede decirse de piezas como ‘Firme usted aquí’, ‘Cayetana’ (inspirada por la política del PP), ‘Queremos ir a misa’ o ‘La insoportable levedad del ser rico’.

Entre bromas y veras, el trío se atreve a lanzarse en temas de largo desarrollo y ambientes lisérgicos, como ‘Bajón en El Masnou’, ‘El amigo del mal’ o ‘Maldito parné’, y en líneas generales dejan entrever que bajo una apariencia superficial y un tanto gamberra hay unos tipos con recursos, capaces de enredarse en estructuras más complejas de lo que parecen a primera vista.

Su actitud en escena contribuye lo suyo a dejar esa sensación de que divierten al público porque se divierten ellos mismos, como sin tomárselo muy en serio. Sin embargo, uno apostaría a que si profundizan en la línea emprendida nos pueden deparar gratas sorpresas.