Por los oscuros caminos de un asesino en masa de la España rural de hace cien años

El escritor Luis Roso se sumerge en 'El crimen de Malladas' en los archivos e hipótesis de la masacre de cinco personas, incluyendo dos niñas de 12 años, en Cáceres.

El escritor Luis Roso.
El escritor Luis Roso, junto a sus libros.
@_LuisRoso

Una noche de fiesta religiosa fueron masacrados a hachazos dos mujeres, un hombre y dos niñas de 12 años, dejando con graves heridas a otro niño de cuatro, dentro del casería de la finca de un empresario textil que había comprado su título nobiliario. Ocurrida en Cáceres en 1915 y lo que aconteció a partir de que un aparcero migrante encontrara los cuerpos se relata con agilidad narrativa, con profunda investigación y algo de especulación, en 'El crimen de Malladas. Por vuestra boca muerta' (Alrevés), del escritor Luis Roso.

La crueldad de lo ocurrido sacudió a un país de enorme desigualdad social, atraso económico y turbulencias políticas. Una nación de jornaleros analfabetos, capataces rudos, oligarcas feudales, fuerzas del orden ineptas y corruptas, y juicios que intentaban dilucidar verdades entre pruebas falsas, como la de sostener que una mujer agonizante con el cráneo destrozado había reconocido a sus atacantes varios días después del suceso, habiendo recobrado supuestamente la consciencia con una inyección de suero. Frente a estos desmanes, el abogado defensor, Manuel Telo, intentó recurrir incluso a Miguel de Unamuno, para que intercediera por los reos.

Con destreza Roso, autor de novelas negras como 'Aguacero' o 'Todos los demonios', construye un relato en el que cruza no sólo los datos disponibles, sino también otros casos con juicios similares, como el 'crimen de Cuenca', en el que se obtuvo confesión bajo tortura sobre la muerte de un hombre que solo se había mudado sin decir nada a su familia. Con éste, o el caso de un diputado regional que mató a balazos a un rival y sin embargo se apostaba por su absolución, el autor contextualiza en un crimen que no se llegó a resolver, donde sólo se constató la presencia de dos guardias civiles en las inmediaciones del lugar en el momento de los hechos.

Con actores emergentes en la era de la Restauración, como los masones, la familia real, la Iglesia, los políticos, las feministas de principio de siglo, y asesinos de otros casos, se enhebra la historia de una injusticia contra cinco jornaleros, que fueron condenados a cadena perpetua.

Nacido en el pueblo donde pasó la matanza, Roso evidencia la destrucción de documentos relacionados con la investigación y demuestra cómo los acusadores -las autoridades, el reputado abogado particular Emilio Herreros y el Conde de Malladas-, construyeron una conclusión que fue creída por un jurado popular, para que el caso se cerrara en falso.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión