Ainkaren Casa Cuna celebra este año su 25 aniversario, así que en la cena benéfica que este viernes organizó la asociación hubo muchos motivos para brindar. Por ejemplo, por los cerca de mil niños a los que ha ayudado a nacer en este tiempo. “Con ese objetivo empezamos y sigue siendo nuestra razón de ser –comentó la presidenta, Teresa González–, apoyar a las mujeres embarazadas o con niños menores que no disponen de recursos económicos, familiares, personales y sociales”.

La velada se celebró en el Gran Hotel y contó con la asistencia de 270 invitados. La mayoría conocía bien este proyecto, pero la presidenta dio cuenta de algunos detalles sobre su funcionamiento. Y es que no solo se atiende a mujeres embarazadas. “Nos llegan muchas madres desorientadas, que no saben dónde acudir, derivadas del Instituto Aragonés de la Mujer, la Casa de la Mujer, servicios sociales, maternidad o de otras entidades privadas, a las que ayudamos con una silla para el bebé, pañales o cualquier necesidad que tengan, y esos casos son muchos más de los que tenemos registrados en nuestras fichas”, explicó la presidenta.

Pero además de intentar cubrir sus carencias materiales, Teresa González comentó durante la cena que “tan importante o más es el apoyo psicológico y la orientación laboral que reciben para que cuando salgan de la casa tengan recursos suficientes para valerse por sí mismas”. También hay servicio de guardería y otros recursos a los que pueden acudir como trabajo social y acompañamiento.

En un vídeo se mostró toda esta labor que se lleva a cabo en la casa cuna, ubicada en la calle Fray Julián Garas. En ella se atiende a una media anual de 170 madres con sus hijos, acogiendo habitualmente a 40 personas en las 17 habitaciones con las que se cuenta.

Antes de la cena hubo un cóctel de bienvenida en la rotonda del Gran Hotel. Allí se juntaron todos los invitados. Entre otros, asistió el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, que dirigió unas palabras de apoyo a este proyecto. No se pudieron quedar a cenar los políticos Jaime Mayor Oreja, María San Gil y Mario Garcés, pero sí estuvieron en el cóctel previo agradeciendo al equipo de Ainkaren Casa Cuna su trabajo.

En la cena benéfica también participaron el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón; los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza, Carmen Rouco y Julio Calvo; el vicepresidente segundo de las Cortes de Aragón, Ramiro Domínguez; las diputadas de las Cortes, Mar Vaquero y María Ángeles Orós, y el alcalde de Calatayud y senador, José Manuel Aranda.

Pero, sin duda, una de las grandes protagonistas de la velada fue Wafa y su hijo recién nacido Gabriel. La suya fue la sorpresa de la noche. Durante el cóctel, hubo un momento en que se apagaron las luces y el foco se centró en los dos. La joven explicó las dificultades y el escaso apoyo que recibió tras quedarse embarazada hasta que supo de la existencia de Ainkaren.

Tras la cena, se realizó el sorteo de numerosos regalos donados por empresas aragonesas y de ámbito nacional.