Un libro recupera la figura del militar monegrino Mariano Bercero: "Su deseo era conocer mundo"

José Luis Doménech ha rescatado del olvido la figura de su tío abuelo, que nació en la localidad de Grañén y participó en las últimas guerras coloniales.

Doménech, junto a la casa natal de su tío abuelo, donde el consistorio ha colocado una placa en su memoria.
Doménech, junto a la casa natal de su tío abuelo, donde el consistorio ha colocado una placa en su memoria.
P.P.A.

El abogado y escritor José Luis Doménech Bercero ha rescatado del olvido la figura de su tío abuelo, Mariano Bercero Laguna (1863-1953), un militar que nació en la localidad de Grañén y que participó en las últimas guerras coloniales del siglo XIX en las Islas Filipinas, Puerto Rico y Cuba.

‘Fragmentos de una vida (Diarios)’ es el título del libro donde recoge una parte de su periplo vital, a través de un complejo proceso de investigación que se prolongó alrededor de dos años y que le llevó a bucear en diferentes archivos. También a descubrir nuevos familiares en tierras lejanas y adentrarse en el mundo de la escritura.

La historia de la publicación comienza en el año 2008. Haciendo limpieza, Doménech se encuentra con la correspondencia entre su tío abuelo y la madre de este, María Laguna. Las cartas, que habían sido conservadas por otro familiar, se correspondían con su andadura militar, que se alargó entre 1883 y 1898, año en el que vuelve repatriado a Barcelona. Al revisarlas, el abogado se encuentra con un hecho impactante, ya que en una de sus misivas su tío abuelo le cuenta a su madre que ha tenido un hijo en Puerto Rico, nacido el 23 de abril de 1895, del que ha tenido que despedirse ese mismo día al estallar la Tercera Guerra de la Independencia en Cuba y tener que partir su batallón con destino a Manzanillo.

"Me quedé impactado y me propuse averiguar qué había sido de ese niño", explica Doménech. Para ello, se puso en contacto con un antiguo compañero de estudios, natural de Puerto Rico, con el que no había hablado en años, pero que se mostró dispuesto a ayudarle y dio con el paradero de los descendientes de su tío abuelo. Tras contactar con ellos, se mantuvo firme en su propósito e hizo las maletas rumbo al Caribe. "A los cuatro días de mi llegada, ya nos tratamos como lo que somos, familia. La respuesta fue estupenda, intercambiamos información y fotos y finalmente, surgió la idea de escribir el libro", explica Doménech.

El proceso de investigación fue arduo, pero satisfactorio, ya que le permitió dar forma a algunas de las experiencias de la vida en campaña militar de su tío abuelo, del que "tan apenas sabíamos nada hasta entonces". "Ahora puedo decir que era un hombre de espíritu aventurero, muy inquieto, con ansias de viajar y conocer mundo, y con una enorme capacidad de supervivencia", dice. Durante sus 15 años como militar, obtuvo cinco cruces militares, una de ellas pensionada con 25 pesetas, solo sufrió dos heridas y superó una malaria, explica. "Mariano era un aventurero y un soñador; su deseo era conocer mundo", asegura.

Aunque se integró en el ejército como reemplazo, y sin posibilidad de eludir el llamamiento, Mariano Bercero disfrutó de esa labor y además, eligió desarrollarla en tierras lejanas. De Grañén, partió hacia Logroño y después, a Pamplona. 

"Pero aquello se le quedaba pequeño y quería ver más", señala su sobrino. Por ello, a los 21 años, respondió a la búsqueda de soldados voluntarios para Filipinas, donde se mantuvo seis años en el archipiélago de Joló. A su vuelta, fue enviado al Palacio de la Aljafería de Zaragoza, entonces convertido en acuartelamiento, donde no encontró su sitio, lo que le llevó a pedir de forma voluntaria su integración en el ejército de Puerto Rico, según explica Doménech. Allí estuvo destinado en la pequeña isla de Vieques, en la que vivió sus años "más placenteros y tranquilos", cuenta, hasta el estallido de la Tercera Guerra de la Independencia de Cuba, que le alejó del amor de su vida y de su hijo recién nacido.

A través de cartas, diarios de campaña y diversos documentos, Doménech, natural de Barcelona y asentado en Tenerife, ha logrado dar forma a las experiencias de la vida militar de su tío abuelo durante su paso por Puerto Rico, Filipinas y Cuba, personalizando algunos de los hechos históricos de los que formó parte. La reconstrucción de su vida prácticamente finaliza con su llegada a Barcelona en 1898, repatriado y miembro de un ejército derrotado.

Al no ser militar de carrera, entró en la reserva y fue retirado un año después. Al cumplir los 39, se encuentra en la calle y sin empleo, después de haber logrado ascender de soldado a teniente primero. "Solo sabemos que murió en un asilo de Valencia, con 92 años, y que tuvo varios domicilios en Zaragoza, al finalizar su carrera militar. También que en el año 1937 un tribunal franquista le incoa un proceso cuando ya tenía 75 años, aunque desconocemos los motivos y la resolución", explica Doménech.

El libro se publicó en 2010 y de forma reciente, fue presentado en la localidad de Grañén, un acto que su autor entiende como la culminación de un recorrido realizado a la inversa y enriquecedor. El Ayuntamiento de Grañén también se sumó a la recuperación de la memoria colocando una placa en la fachada de la casa natal de este desconocido militar, que, aunque fue un hombre inquieto y aventurero, "siempre mantuvo apego por la localidad de Grañén", señala Doménech.

El libro ya fue presentado con anterioridad en Isla Vieques (Puerto Rico), Cuba, Santa Cruz de Tenerife y Castelldefels (Barcelona) y además, animó al autor a dar continuidad a su nueva faceta de escritor con la publicación de nuevas obras: ‘Saudades de amores rotos’, ‘Crónicas lisboetas’, ‘La traición del inquisidor’, ‘Tebas y Troya’, ‘Poemas naufragos’ y ‘Lisboa en abril’.

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