"La fotografía no puede cambiar el mundo, pero lo cuenta y puede mejorarlo"

Estela de Castro, autora del retrato oficial de los Reyes, muestra en Spectrum una selección de imágenes de su serie dedicada a colegas de profesión

Estela de Castro, este miércoles en la galería Spectrum, ante algunas de las fotografías que expone allí.
Estela de Castro, este miércoles en la galería Spectrum, ante algunas de las fotografías que expone allí.
Guillermo Mestre

"He hecho muchos trabajos movida por las ganas de cambiar el mundo y luego he descubierto que no, que la fotografía no lo cambia. Pero lo cuenta y puede mejorar, no el mundo en sí, sino el de algunas personas". Estela de Castro (Madrid, 1978) inauguró ayer una exposición de su obra en la galería Spectrum de Zaragoza. Una muestra, ‘Miradas cruzadas’, que recoge parte de su trabajo más conocido, la serie de retratos a fotógrafos españoles, en la que está inmersa desde hace 12 años y en la que figuran ya 126 artistas. En la última temporada de Spectrum como galería, la selección se ha hecho con el criterio de presentar retratos de los fotógrafos que en algún momento de los 46 años de trayectoria de la sala hayan celebrado una exposición allí. La muestra es, así, un resumen de lo que ha sido Spectrum y de la la historia de la fotografía en España en las últimas décadas. Y es que cada retrato remite a la obra de su protagonista.

Entre los 126 creadores que han posado para Estela de Castro están aragoneses como Gervasio Sánchez, Rafael Navarro, Pedro Avellaned, Ana Palacios o Judith Prat. "Contra lo que pueda parecer, no es difícil hacerle un retrato a un fotógrafo: el colectivo es muy accesible. La serie empezó de una forma casual. Leopoldo Pomés y Eduardo Momeñe vieron un autorretrato mío, quisieron hacerme uno a mí y luego yo a ellos. Tengo un procedimiento establecido: les pido una hora y media de su tiempo y, si no pueden dármela, no les hago el retrato. Saco mi Hasselblad, el trípode, la película, el fotómetro... Esos gestos me acercan a ellos. Intento que se sientan cómodos, todo tiene que ser muy fluido. Tiro tres carretes de 12 fotos y de esas 36 imágenes ‘sale’, una, la elegida". Solo en un par de casos o tres ha tenido que repetir la sesión fotográfica.

Habitualmente los modelos se reconocen en el trabajo de Estela de Castro. Y, si no es así, tampoco es problema porque "quien tiene que reconocerse en la fotografía soy yo. Soy la que en realidad está ahí". Asegura la fotógrafa que trabaja igual con los modelos que conoce previamente que con los que no, que no necesita bucear previamente en su biografía o en su obra. "Funciono muy bien desde la improvisación", asegura.

Hace un par de años, Estela de Castro protagonizó numerosos reportajes en prensa, radio y televisión, al ser la elegida por la Casa Real para hacer las nuevas fotografías oficiales de los Reyes. Tomó las imágenes en el Palacio Real y en el de la Zarzuela. La experiencia fue muy gratificante.

"Fue un trabajo de once meses y, aunque me dejaron libertad para hacer lo que quisiera, se trataba de unas fotos oficiales y tenían condicionantes: debían ser en color, verticales, y con el modelo mirando a la cámara –relata–. Pero a las infantas les hice una horizontal, en blanco y negro y sin mirar al frente. Todo el mundo me habla y me pregunta por esas fotos, pero no puedo decir que hayan cambiado mi vida. Se publicaron en febrero de 2020 y un mes más tarde el país se cerró por la pandemia. Los proyectos y encargos que pudieran haberme salido a partir de ellas se quedaron ahí". Reconoce, también, que le gustaría hacerle un retrato no oficial a la reina, con la que congenió especialmente.

Hace tan solo unos meses, la artista madrileña presentaba en PhotoEspaña su exposición ‘The Animals’, una serie de retratos en los que denuncia el maltrato animal. "El proyecto surgió a raíz de que un coche atropellara y matara a mi gata, que me había cambiado la vida. Luego estuve tres años en un zoo, documentando la zoocosis (el síndrome de angustia que desarrollan los animales al estar encerrados), y más tarde empecé a trabajar en esta exposición. Todos los animales que aparecen en ella han sido víctimas de maltrato terrible, rescatados de la muerte.Y he querido captarlos en su dignidad".

Durante la pandemia Estela de Castro se fijó en la belleza de lo cotidiano, de todo lo que le circundaba, e hizo fotografías que se alejan de su faceta más conocida. Pero el retrato es su género. Explica su dedicación remontándose a la infancia. "Mi padre nos hacía retratos familiares y yo empecé tomando ese tipo de imágenes. Así que siempre he pensado que la fotografía es, sobre todo, retrato. Eso era para mí cuando decidí dedicarme a ella hace ya 32 años. Y es lo que sigo haciendo».

Ahora elige familias de su entorno cercano para que posen para ella. Familias con animales domésticos que sean un miembro más, no una mascota.

"La familia de mi madre no tenía mucho dinero y hacerse una fotografía era un acontecimiento especial. Ahorraban para pagarla, elegían muy bien la ropa que se ponían... La foto, en aquellas familias, era un objeto de valor. Hoy eso se ha perdido. Y un retrato, en realidad, es un encuentro con alguien. Ahora me gusta ver cómo una familia se emociona después de haber posado para mí, y me da un abrazo, y ve que esa fotografía que acabo de hacerles tiene un valor. Porque esa familia no será eterna, cambiará, alguien fallecerá, se convertirá en un recuerdo y no podrá repetirse la misma imagen. Yo veo ahora retratos de familias de hace 40 años y no puedo evitar emocionarme. Y creo que las imágenes que estoy tomando ahora podrán emocionar también a alguien dentro de unos años. Quizá no dentro de 10, tal vez sea dentro de 20 o incluso más. Pero no tengo prisa".

La exposición de Estela de Castro se enmarca dentro de la programación especial organizada por Spectrum en su despedida como galería. A partir de junio del año que viene el espacio seguirá abierto al público, en principio como escuela de fotografía y con la fotoperiodista Cris Aznar al frente. Julio Álvarez, el fundador de la galería, se jubila.

Pero, antes de que llegue ese momento, va a programar varias exposiciones más como despedida.

Empezó la temporada con Eduard Ibáñez y, tras la clausura de la muestra de Estela de Castro llegará otra de Javier Cámara. El actor es un gran fotógrafo y ya ha mostrado su obra en anteriores ocasiones. Noemi Pujol presentará también su obra en la sala. 

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