La jota española inicia oficialmente la carrera para ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

La presentación a la Unesco de la candidatura, que involucra a 15 comunidades autónomas, fue aprobada ayer en Zaragoza y se formalizará previsiblemente en 2024.

Gala de la Jota en el Auditorio de Zaragoza
Miguel Ángel Berna, en el centro de la imagen, durante uno de los números que protagonizó en el espectáculo ‘El arte de la jota’
Guillermo Mestre

El Consejo de Patrimonio Histórico, entidad que convoca el Ministerio de Cultura y Deporte, y que integran los directores generales de Patrimonio de todas las comunidades autónomas, dio ayer el pistoletazo de salida para que la jota española sea declarada por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

"Este ha sido el paso definitivo -señalaba este martes por la noche el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci-. Queríamos que la reunión fuera en Aragón y en ella se ha aprobado. El Ministerio de Cultura se ha comprometido a presentar la candidatura, que además ha definido como “de éxito”, porque ha conseguido el consenso de 15 comunidades autónomas". Lo que hizo el citado consejo, que se celebró en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli presidido por el director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, Isaac Sastre de Diego, fue aprobar que la jota española se declare Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, el último paso previo a la presentación de la candidatura.

Según precisaba Marisancho Menjón, directora general de Patrimonio del Gobierno aragonés, previamente estaba aprobada la presentación a la Unesco de la cultura de la candidatura de la sidra asturiana. "Tenía que haberse realizado en 2022 pero no pudo ser, así que se presentará en 2023. A la jota le tocará en 2024. Mientras tanto seguiremos trabajando y organizaremos distintas actividades".

Alegría en la Academia

Satisfecho se mostraba también Carmelo Artiaga, presidente de la Academia de las Artes del Folclore y de la Jota de Aragón. "Nada de esto hubiera sucedido sin la Academia -subrayaba-. Lo pedimos en las Cortes regionales en 2018 y en el Parlamento español en 2019. Así que la noticia nos llena de alegría. Pero vamos a seguir trabajando sin descanso para que todo llegue a buen puerto. El colectivo de la jota remará siempre a favor de la candidatura".

Según aseguraba el Ministerio de Cultura en una nota, el propio proceso desarrollado para declarar la jota como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de España y como candidatura a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, apoyado por las distintas comunidades autónomas, demuestra "el profundo calado que tiene en la sociedad actual y en el imaginario colectivo".

La Academia de las Artes del Folclore ha recogido en los últimos años decenas de adhesiones a la candidatura, tanto a título individual o por parte de colectivos. Así, entre las últimas, destacan las del músico Santiago Auserón o la de la Red de Escuelas Asociadas de la Unesco (Red PEA), que agrupa a casi 12.000 escuelas de todo el mundo, 165 de ellas españolas.

Coordina el ministerio

La coordinación de la candidatura de la jota la ejerce el Ministerio de Cultura y Deporte, que ha elegido como cabeza visible del proyecto a Julio César Valle, toledano licenciado en Historia del Arte. Preside la Asociación Coros y Danzas Rosa del Azafrán de la localidad de Consuegra, en Toledo.

Otro de los temas centrales que se han abordado en la reunión del Consejo del Patrimonio ha sido la presentación de iniciativas relacionadas con la sostenibilidad y la gestión del patrimonio cultural. Por un lado, el Ministerio de Cultura y Deporte ha compartido los avances en la redacción del ‘Libro verde para la gestión sostenible del patrimonio cultural’, que se está desarrollando a través de grupos de trabajo en el que participan distintas asociaciones e instituciones relacionadas con la gestión del patrimonio cultural. Por otro, se ha presentado el grupo de trabajo coordinado por el ministerio y en el que participan distintas comunidades autónomas, que está discutiendo el impacto de las energías renovables en el patrimonio cultural y cómo gestionarlo en relación con los paisajes culturales y cascos históricos.

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