El Monegros Desert Festival anuncia que regresará a Fraga el 29 de julio de 2023

Tras ocho años de parón, la cita del hip hop y la música electrónica volvió al Bajo Cinca el pasado 30 de julio, con más de 50.000 asistentes. El 3 de noviembre se ponen 5.000 entradas en preventa

El escenario Elrow en el Monegros Desert Festival, el pasado 30 de julio.
El escenario Elrow en el Monegros Desert Festival, el pasado 30 de julio.
Francisco Jiménez

Ya es un hec ho. Después de amagar varias veces e interpelar incluso a sus seguidores acerca de un retorno en 2023, el Monegros Desert Festival de Fraga (Huesca) ha confirmado que habrá nueva edición el próximo verano, la número 30. La fecha señalada para alzar el telón es el 29 de julio, aunque la actividad continuará toda la madrugada y concluirá al final de la mañana del domingo 30. Todavía no hay avance de nombres en el futuro cartel, ni siquiera como conjetura, pero la garantía de contar con primeros espadas del hip hop y la música electrónica mundial es absoluta, dado que esta cita es la más relevante de ambos género en cuanto a festivales de todas las que se celebran en España, y una de las punteras en el sur de Europa.

La organización ha anunciado que el próximo miércoles 3 de noviembre se pondrán en prevenjta las primeras 5.000 entradas en la web oficial, monegrosfestival.com. El horario será el mismo pautado para la edición de este año: desde las 14.00 del sábado hasta las 12.00 del domingo.  

La decisión no ha sido fácil. De hecho, la familia Arnau (organizadora desde siempre) decidió abrir una serie de encuestas para pulsar los ánimos generales sobre el festival de 2022, que suponía la vuelta de la iniciativa tras ocho años de parón, y la conveniencia de continuar. Esas encuestas arrojaron una conclusión muy clara: había más satisfacción que peros. Así las cosas, se ha tomado una decisión que tiene sin duda algo de romántica.

Una edición muy intensa

El festival fragatino volvió a cobrar vida el pasado 30 de julio tras un largo barbecho, con 22 horas seguidas de música 'non stop' en su localización tradicional, a las afueras de la capital del Bajo Cinca. El montaje, más ambicioso que nunca, no fue sencillo, y hubo quejas de numerosos asistentes por temas logísticos; la escasez de puntos de agua potable gratuitos en el verano más caluroso de las últimas décadas en España fue una de las más repetidas.

Este verano hubo otros problemas. Wu-Tang Clan dio la espantada, cancelando poco antes del festival la que era su única fecha del año en España. La organización reaccionó rápido trayendo a Busta Rhymes (quien había dado a su vez la espantada al Monegros en 2010) y  Psycho Real junto a DJ Muggs. En el resto del cartel brillaron Paul Kalkbrenner, Paul Oakenfold, Chase & Status, Vitalic, los sevillanos SFDK, Basement Jaxx, Richie Hawtin, Seth Troxler, Maceo Plex o el veterano Laurent Garnier, además del oscense Andrés Campo.

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