El proyecto de convertir la Lonja de Zaragoza en un espacio para Goya se tambalea

El Ayuntamiento pretendía «romper» parte de una fachada del edificio para poner un ascensor

El Ayuntamiento quiere convertir la Lonja en un centro que difunda la vida y la obra de Goya.
El Ayuntamiento quiere convertir la Lonja en un centro que difunda la vida y la obra de Goya.
Ayúa Carreño

El proyecto de convertir la Lonja en un museo virtual sobre la vida y la obra de Goya se tambalea. Así lo reconocía implícitamente ayer la vicealcaldesa Sara Fernández, al anunciar que la iniciativa se está replanteando. "La Comisión Provincial de Patrimonio echó atrás el proyecto que teníamos y que preveía usar la planta de arriba de la Lonja. Ahora trabajamos en otra propuesta. En cualquier caso, tengo claro que la Lonja debe cuidarse, como todo el patrimonio municipal, pero también que hay que intervenir en ella porque su estructura es muy mejorable. No hace mucho tuvimos que cerrarla temporalmente para realizar obras que no se podían demorar, no tiene baños públicos y es preciso mover canalizaciones... Requiere una intervención para poder disfrutar de ella. Y lo que se haga tiene que pasar los filtros de Patrimonio", dijo.

Preguntada Sara Fernández sobre si ese replanteamiento del proyecto se hace sobre la base de acogerlo en la Lonja, se mostró elusiva. "Ya estamos llenando la Lonja de Goyas (en referencia a la exposición actual sobre Zuloaga, que tiene varias pinturas del artista de Fuendetodos). Lo que vamos a hacer primero es definir el contenido y luego ya veremos el continente".

Sus palabras resultan especialmente significativas, toda vez que hasta ahora lo único que estaba claro del proyecto (que en su día Javier Lambán calificó como "demasiado virtual") era precisamente el continente, la Lonja. Y del contenido poco o nada se sabía y se hablaba de hacer un concurso de ideas. Incluso en los presupuestos de este año había una partida de 50.000 euros para empezar a trabajar en la Casa de Palafox para que sustituyera a la Lonja como sala de exposiciones municipal. Tanto Sara Fernández como Jorge Azcón han subrayado en los últimos meses la necesidad de convertir la plaza del Pilar en un espacio dedicado a promover la figura y la obra de Goya, aunque no han citado específicamente la Lonja.

De las palabras de Sara Fernández se deduce también que para el Ayuntamiento era clave utilizar la última planta de la Lonja, con lo que doblaría su superficie actual. Se trata de una planta entera, que coincide con la galería de arquillos que se ve desde el exterior y que en su día fue armero de la ciudad. A ella se accedía desde una torre exterior, ya desaparecida, y lleva sin uso más de un siglo. La negativa de la Comisión de Patrimonio parece haber sido un duro revés al proyecto, aunque desde la DGA se asegura que el Ayuntamiento no llegó a pedir autorización para ampliar el espacio para usos culturales ni se presentó el proyecto, sino que solo "se realizó una consulta previa".

"El objetivo de la propuesta que planteaba el Consistorio –añaden fuentes del Departamento de Cultura– era habilitar para uso expositivo y cultural la sala superior de la Lonja. La propuesta municipal contemplaba importantes afecciones en el interior del edificio y la necesidad de ampliar el inmueble con la construcción de una serie de anexos para garantizar el acceso desde la parte exterior. Desde la Comisión de Patrimonio, a esta consulta previa, se avanzó un criterio desfavorable al considerar que las actuaciones propuestas alteran la configuración del BIC, el carácter del área y su imagen exterior por la propuesta de colocación de un ascensor (que además requeriría la ruptura de varios de los arquillos del último piso, constituyendo una agresión al propio BIC)". La Lonja fue declarada Monumento Nacional en 1931 y es por tanto Bien de Interés Cultural. Sorprende que el Ayuntamiento desconozca que no se puede limitar la visión de sus fachadas y mucho menos romper varios arquillos para colocar un ascensor.

Las declaraciones sobre la Lonja las hizo Sara Fernández en la presentación de ‘Goya a tu aire’, una guía sobre las casas que el pintor habitó en la ciudad y que ha elaborado Samuel Ortiz.

Además, se presentaba también el segundo ciclo de conferencias sobre ‘Goya y Zaragoza’, que el Ayuntamiento organiza en colaboración con la Academia de San Luis. Su presidente, Domingo Buesa, destacaba ayer que "Goya fue un genio universal que se creó y creció en Zaragoza" y, respecto al ciclo, que "nos ha interesado la persona, su forma de vida, la manera en la que entendió la ciudad". El ciclo, que se desarrollará en los museos del Teatro y Pablo Gargallo, se iniciará el 24 de octubre, con Luis Antonio González y Nacho Martínez, que hablarán sobre ‘La comparsa de Gigantes y Cabezudos de Zaragoza’. Luego intervendrán Carlos González e Inés Turmo (‘Baile a orillas del Ebro. Música y danza en la época de Goya’, 28 de octubre), Magdalena Lasala (‘Mujeres de Aragón en Goya, 3 de noviembre), Carlos Corbera (‘Francisco de Goya y su pasión por ennoblecerse’, 10 de noviembre); Fernando Maneros (‘Indumentaria en la época de Goya en Aragón’, 17 de noviembre), Armando Serrano (‘Los animales en la obra de Goya, 22 de noviembre), Carmen Abad (‘Las artes de la mesa en la época de Goya’, 1 de diciembre) y Joaquín Callabed (‘La infancia de Goya’, 7 de diciembre’)

El Ayuntamiento reconoce ahora la casa de Goya en Salamero

La presentación de la guía tuvo una noticia colateral. Y es que ahora, cuando el subsuelo de la plaza de Salamero está cubierto, el Ayuntamiento sí tiene claro dónde estaba la casa de Goya que hace meses se negó a estudiar. Como se recordará, en marzo las obras en la zona sacaron a la luz algunos restos arquitectónicos en el punto de la plaza donde el historiador José Luis Ona, en su libro ‘Goya y su familia en Zaragoza’, ubica la vivienda familiar del pintor, en la intersección de las calles de Valenzuela y La Morería. Allí, en el año 2000, habían aparecido otros restos que el historiador identificó con la bodega del inmueble que Goya habitó entre 1746 y 1761. Dado que la plaza estaba abierta por las obras, la ocasión parecía propicia para excavar y extraer más información. Varios historiadores solicitaron al Ayuntamiento que así lo hiciera. "Si no lo investigamos ahora luego nos pesará mucho", aseguró Arturo Ansón. Incluso la entidad colegial de los arqueólogos ofreció su ayuda si era necesaria.

Foto de los restos de la bodega de Goya publicada en la guia 'Goya a tu aire'
Foto de los restos de la bodega de Goya publicada en la guia 'Goya a tu aire'
José Miguel Marco

El Ayuntamiento eludió la cuestión porque le incomodaba, pese a que podía hacerse sin molestias para el ciudadano y con un gasto nimio. Urbanismo empezó negando que allí estuviera la casa, y a lo largo de las semanas esgrimió variopintos argumentos. A fines de marzo decía que de lo único que tenía constancia es de que "en el 2000 apareció allí una oquedad, pero no se investigó ni se confirmó que perteneciera a la vivienda de Goya ni qué porcentaje del total se conserva". Luego dijo que no se conocía la ubicación exacta, o que había creado una comisión para estudiar el caso (que no consultó con José Luis Ona). Posteriormente, que solo iba a trabajar en la zona por la que discurrirían las conducciones de agua y luz y que si en el resto había algún vestigio no se destruiría. Y finalmente que allí no había aparecido nada de interés. Y lo tapó todo.

En la guía, la primera vivienda que se menciona es la de Salamero y se incluye una foto de lo que se define como "la bodega de la casa de los Goya", los restos hallados en 2000. Y se lee que la casa "estaba justo en la intersección de las actuales calles La Morería y Valenzuela. Tenemos el dibujo de cómo era en aquel momento y una foto de unos años antes de ser derribada en 1946, como consecuencia del plan de modernización y ensanche del trazado de la ciudad. Además, cuando se hacen obras en la plaza de Salamero se puede ver que en el subsuelo se conserva parte de su bodega". 

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