El universo personal de Fernando Botero se desnuda en el Museo Goya

Una exposición reúne en Zaragoza 40 obras, entre pinturas, esculturas, dibujos y acuarelas, que recorren toda la trayectoria del artista colombiano

Hay en las pinturas de Fernando Botero, más allá de sus anatomías 'curvy', tan identificables, tan personales, una ironía subyacente en la que no siempre es fácil entrar. Esos bodegones con moscas, esa 'Familia protestante' que exhibe su desnudez ante un tren de juguete que echa humo, o esos músicos que tocan una guitarra sin cuerda acaban despertando la sonrisa de quien los contempla. De quien tiene la suerte de poderlos contemplar. 

No es fácil organizar exposiciones de un artista contemporáneo cuyas obras se disputan los principales museos del mundo. Pero desde este miércoles, y hasta el próximo 12 de febrero, el Museo Goya de la Fundación Ibercaja ofrece la posibilidad de contemplar una muestra excepcional. 'Fernando Botero. Sensualidad y melancolía' presenta más de cuarenta obras, entre pinturas, esculturas, dibujos y acuarelas, del artista colombiano. Y, entre sus muchas virtudes, destaca una: que reúne piezas realizadas entre 1963 y 2022. Es decir, que se ocupa del llamado 'boterismo' antes de que este existiera (el visitante inicia el recorrido por un 'Bodegón azul' de 1963), que presenta como se fue configurando ese estilo a lo largo del tiempo, y termina mostrando lo que el artista, hoy, a sus 90 años, está haciendo. Hay sensualidad, hay melancolía, pero también muchas cosas más.

La comisaria de la muestra, Marisa Oropesa, responsable de otras exposiciones de calado celebradas en Aragón ('Picasso. Diario íntimo', celebrada en el Patio de la Infanta, por ejemplo) destacaba este miércoles los vínculos que unen al colombiano con Goya, con cuya obra va a dialogar durante unos meses. "En el primer viaje que hizo Botero a Europa, ya en los años 50 del siglo pasado -relataba-, visitó lógicamente el Museo del Prado y se enamoró de él y de Goya. Hay vínculos artísticos entre el pintor aragonés y el colombiano. Goya fue el primer fotoperiodista del mundo. Hasta el siglo XVIII, en general, en el arte solo había espacio para los vencedores. Cuando Goya hizo los 'Desastres de la guerra' mostró una mirada muy distinta. Y Botero la comparte totalmente, como se pudo comprobar cuando a principios de los 2000 dedicó una serie de pinturas, que luego donó a la Universidad de Berkeley, a las torturas de los soldados norteamericanos a los iraquíes en Abu Ghraib". 

La exposición de Botero, que se inaugura este miércoles por la tarde, no explora esos caminos tan sangrantes, sino que se adentra en el universo más conocido y amable, pero no por ello menos rico y sugerente, de la creación del colombiano.  

"Su obra no ha sido muy vista en España -destacaba José Luis Rodrigo, director general de la Fundación Ibercaja-, así que es un día extraordinario para el Museo Goya, que se suma así al elenco de grandes centros internacionales que han dedicado una muestra al artista colombiano. Y nos enorgullece saber que el artista de Fuendetodos ha sido un referente para él".

Las obras resumen todos los temas que el pintor ha tocado, desde el bodegón al desnudo, pasando por el toreo o el carnaval, y todas las técnicas, destacando las esculturas que invitan a la caricia del visitante algo que, obviamente, está prohibido. "A los 90 años, Botero trabaja como si tuviera 15", recordaba Marisa Oropesa, que ha compartido numerosas charlas y vivencias con el artista. Y por eso las acuarelas que representan a parejas que bailan o se intercambian las manzanas del pecado original, tienen tanta importancia, porque están hechas este mismo año y demuestran que ese universo aún está muy vivo. Y porque presentan a un artista que, también como Goya, 'aún aprende'. "Es el artista hispanoamericano de mayor proyección internacional -destacaba Rosario Añaños, directora del Museo Goya-. Es un buen conocedor del arte clásico europeo y tiene en Goya, sus pasiones y sus sentimientos, a uno de sus principales referentes".

La exposición llega acompañada de un bello libro-catálogo que documenta las obras que la conforman y cuenta con textos de Marisa Oropesa y de la directora del Museo Lázaro Galdiano, Begoña Torres.

Además, y como viene siendo tradicional en las exposiciones del Museo Goya, la Fundación Ibercaja ha organizado un amplio programa de actividades complementarias, como visitas guiadas (de martes a sábados, a las 10.00 y 17.00, y los domingos a las 17.00); el taller familiar 'Viaje al mundo de Botero: color, luz y volumen' (sábados y último domingo del mes, 12.00); un programa didáctico, 'El universo de Botero', para alumnos de primaria y secundaria (jueves y viernes, a las 10.00); y el taller 'Imágenes y autoimagen', que trabaja con niños y adolescentes la importancia de la aceptación de la imagen propia.

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