música
El cumpleaños del FIZ llena de fiesta la sala Multiusos
El festival musical alcanzó su vigésima edición con entradas agotadas y 4.000 personas disfrutando desde el principio.
Lo de este sábado por la noche en la Multiusos del Auditorio fue una ventana temporal al futuro próximo en la ciudad que se prepara para los días del Pilar. Mucha gente (llenando la sala) y muy necesitada de fiesta, enardecida desde el principio y también luego, tocara quien tocara en el escenario.
El Festival Independiente de Zaragoza (FIZ) agotó el papel en su vigésimo cumpleaños. Una celebración que se había hecho esperar, suspendida hasta en tres ocasiones por la pandemia de la covid desde 2020, y que convocó ayer a 4.000 personas. Había muchos veteranos, de aquellos que lo han visto crecer y mantenerse en el tiempo, quienes han construido con las músicas que caben bajo la etiqueta de 'indie' la banda sonora de sus vidas, pero, afortunadamente para el futuro del FIZ, tampoco escaseaban los veinteañeros entre el público. Los organizadores mostraron su alegría por haber resistido tantas ediciones y con éxito además, un pequeño prodigio del que pueden presumir pocas otras programaciones musicales en la ciudad.
Los conciertos se fueron desarrollando con la puntualidad que precisa un cartel con tantos nombres. A los locales Mediapunta, estrenando su primer elepé, ‘No quiero sentirme solo’ les tocaba abrir, pasadas las 19.00, un papel que suele ser el más ingrato en los festivales, pero no anoche, porque su actuación ya fue seguida por abundante, y animado, público. Eran los primeros de un primer bloque de pop guitarrero, con tres bandas del sello Sonido Muchacho que comparten referencias estilísticas y generacionales. Las Cariño comenzaron su actuación cuando aún estaban entrando las multitudes a la vecina Romareda y a las puertas de la Multiusos también se formaba una fila de espera considerable para acceder al recinto de los conciertos. Con Carolina Durante sobre el escenario, la sala ya estaba a tope y el público, entregado del todo.
Baile y risas
Terminado el fútbol, aquí sí que seguía habiendo ganas de fiesta y la noche cambiaba de tercio hacia el pop electrónico con los cabezas de cartel, Dorian, habituales del FIZ y siempre aplaudidos en sus muchos encuentros con la afición zaragozana. Como La Casa Azul, la banda de Guille Milkyway, de vuelta en los escenarios, que también repetía y mantuvo bailando al público con su pop hedonista. Más adelante era el turno del dúo de ‘subnopop’ que forman los cómicos Carlos Areces y Aníbal Gómez, Ojete Calor, una de las cimas del humor musicado español, muy eficaz para mantener la fiesta entrada ya la madrugada.
Para el cierre en el escenario principal, estaba anunciado el DJ local Eleven. En el bar de la primera planta, convertido por unas horas en otro escenario, el FIZ Club, también se sucedieron a los platos varios zaragozanos: Ms Von Disco, Sweet Drinkz y Chelis.
Más allá de lo musical, el festival contó con aditamentos que ahora acompañan estos encuentros musicales. Además de los habituales servicios de restauración, un ‘set’ de maquillaje con purpurina y una cámara 360 donde inmortalizar la noche y compartirla en Instagram.
