Miron Rafaljovic: macedonia de jazz
Decíamos ayer que en el concierto de Dasari Kumar del viernes hubo más dum dum que jazz, pero en la velada sabatina el trompetista bosnio -afincado en Mallorca- Miron Rafaljovic se encargó de resarcirnos con creces, brindando un muy nutritivo concierto de jazz con mayúsculas, música rebosante de imaginación creativa, rica en texturas, paisajes, colores y sabores: una suerte de caleidoscopio sonoro en el que confluyen sus raíces balcánicas con aromas aflamencados, influjos turcos y arábigos, orientales y mediterráneos, toques latinos, la herencia de Miles Davis o los primeros Weather Report, todo ello aunando tradición popular y vanguardia.
Del carácter transcultural de la propuesta de Rafaljovic ya da pistas la procedencia de sus acompañantes: un pianista de Salamanca, Daniel García Diego, un contrabajista de Santa Clara (Cuba), Reinier Elizarde 'Negrón', y un baterista iraní, Shayan Fathi, todos ellos excelentes. Y, por su parte, Miron tampoco es un trompetista al uso: a través de efectos, modifica el sonido de su instrumento de manera que a ratos suena como un ney oriental o un duduk armenio, o le mete wha-wha.
A través de piezas de su álbum ‘Trubadur’ y del todavía inédito ‘Mediterranean soul’, Rafaljovic dibuja un atractivo mapamundi de jazz sin fronteras, en el que cada tema contiene muy diversas resonancias manteniendo un brillante –y nada fácil- equilibrio entre los ingredientes que maneja. Buen ejemplo de ello son composiciones como ‘Bazar’ o ‘Tema 3’, que suena flamenquísima sin apenas parecerlo, sobre compás de tangos, en algún lugar entre Jorge Pardo y los ‘Sketches of Spain’ de Miles. En fin, que habrá que seguir con atención la pista de este trompetista bosnio, que nos deleitó con una macedonia de jazz sumamente apetitosa.